El mercado navideño de Burgos mantiene el mismo espíritu a pesar de la subida de los precios
El encarecimiento de las materias primas han condicionado los negocios colocados en el paseo del Espolón
Las tradiciones son inamovibles. Este año, se ha colocado por vigésimoctava ocasión el mercado navideño tradicional en Burgos, en esta ocasión, en el Paseo del Espolón. El disponer de un espacio de venta en el centro de la ciudad es una oportunidad de venta muy esperada por los comerciantes, que esperan poder mejorar si cabe las ventas del año pasado.
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Aunque, en ojos de muchos de ellos, la del año pasado no fue nada mala. Por otro lado, como confiesa Álvaro Nauro, uno de los comerciantes del mercado, «tampoco fue una maravilla». Este año, sin embargo, cree que merecerá la pena haberse desplazado desde Toledo durante estos días. Su punto de vista guarda muchas similitudes con lo que opinan el resto de vendedores.
El boca a boca: el secreto del éxito
Una de las razones que invitan a que estos comerciantes continuen apostando por el mercado navideño son los clientes. Muchos de ellos son fieles a sus productos y, si les ha gustado, puede que lleguen a traer a otra gente a los puntos de venta para que los prueben o, al menos, los vean por si mismos.
Algo así es lo que le pasó a Andrés Martínez. Su puesto es de alimentación, y confiesa que, ha medida que han ido pasando los años, son más las personas que se acercan a su puesto. «Hay veces que viene una persona de un pueblo, compra algo que le gusta y después vuelve con otra persona vecina o se lleva un montón de paquetes de lo mismo para allá», afirma.
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En el caso de Bárbara de Santiago pasa algo similar. Su nombre ya es conocido a nivel local en cuanto a la confección de gorros y de joyas se refiere. Bajo su punto de vista, el hecho de que sea de Burgos hace que la gente ya la conozca, por lo que directamente se acerca a su caseta a ver los productos que tiene disponibles.
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El encarezamiento de las materias primas marca el mercado
«Todo se ha vuelto más caro, como la vida misma» bromea Bárbara. Y es que todos los tenderos consultados afirmaban que sí, los precios han subido. Sobre todo en el caso de los más veteranos en el mercado, como es el caso de Christina, que lo compara con cierta nostalgia al primer año en el que estuvo en el mercado.
En su puesto, todo se ha encarecido debido al aumento del valor de la cera y los aromas. En la caseta de Álvaro, las joyas también han subido de precio, especialmente debido a la plata. En el caso de los gorros y tejidos de Bárbara, el crecimiento en el valor de la lana ha condicionado también el precio de sus productos.
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Aún así, a pesar de que suban los precios, lo más normal, bajo su experiencia, es que acaben quedándose sin productos. Según de Santiago, el hecho de vender productos relacionados con la época invernal hace que la gente se anime a comprar.
Los regalos estrella: joyas y cosas prácticas
Mucha gente aprovecha el material que tiene para ofrecer este mercado para hacer regalos a su gente más cercana. Álvaro y Bárbara lo tienen claro: las joyas y adornos son los productos que más rápido se terminan. «La bisutería es lo que más rápido acabo vendiendo porque se utiliza muvho para regalar», confirma el primero.
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Otro de los obsequios más populares del mercado son cosas prácticas. Las velas, que «se usan», como afirma irónicamente Christina, los jabones y las cremas son los productos a los que más acude la gente en sus puestos para regalar.
En el caso del puesto del puesto de Andrés, lo que más rápido se vende es uno de los dulces más populares de esta temporada invernal: almendras garrapiñadas. Aunque, tal y como él bromea, esas no suelen regalarse tanto.
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