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Imagen de archivo de una calle comercial del centro de Burgos. Sara Sendino

El pequeño comercio de Burgos, inquieto por el impacto de la reducción de jornada laboral

La presidenta de la FEC, Consuelo Fontecha, lamenta que no se haya tenido en cuenta el tamaño de las empresas a la hora de aplicar la medida y reconoce que siguen expectantes para resolver algunas dudas

Viernes, 14 de febrero 2025, 06:15

De momento solo hay incertidumbre, ni datos de cuánto puede costar, ni formas de aplicarlo. Incertidumbre y muchas dudas es lo que reina entre los empresarios del comercio de Burgos ante la medida de la reducción de la jornada laboral.

El martes 4 de febrero el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de Ley para reducir la jornada laboral a 37,5 horas. Aunque todavía quedan pasos por delante: el momento clave, que la medida sea aprobada por el Congreso.

Cuándo entra en vigor

El Gobierno calcula que la medida afectará a 12 millones de trabajadores. El objetivo es que esté aprobada antes del verano. Una vez se publique en el BOE, el Boletín Oficial del Estado, las empresas están obligadas a que sus empleados realicen 37,5 horas semanales, en caso de que estén realizando 40. Sin bajar el sueldo a los trabajadores. La intención del Gobierno es que las empresas tengan hasta el 31 de diciembre para adaptarse a esta nueva norma.

La noticia ha llegado hasta los empresarios del comercio de Burgos que, por el momento, la consideran «una medida arbitraria». Así lo señala Consuelo Fontecha, presidenta de la Federación de Empresarios del Comercio de Burgos (FEC). «Cuando se implanta una medida sin tener en cuenta en cómo afectará a los diferentes sectores no suele ser beneficioso», lamenta Fontecha. Hace poco conocíamos algunas de las amenazas que han hecho que Burgos pierda 130 comercios.

A lo que se refieren desde la FEC es a que, en Burgos, la mayoría de empresarios del comercio son nanoempresarios que «colaboramos igualmente al tejido productivo, pero la base que se toma al pensar y aplicar esta medida es la gran empresa, sin tener en cuenta al resto. Esto es café para todos sin tener en cuenta el número de trabajadores ni las características de la empresa».

«Cuando se implanta una medida sin tener en cuenta en cómo afectará a los diferentes sectores no suele ser beneficioso»

Consuelo Fontecha

Presidenta FEC Burgos

«Todo el día reglamentando»

Fontecha y algún otro comerciante de Burgos señalan su molestia en este aspecto, en que se mida a todos igual «cuando nuestras condiciones no son iguales a las de, por ejemplo, las grandes cadenas de supermercados. Esto nos pilla con el pie cambiado», asegura un comerciante de Burgos.

En este aspecto, Fontecha lamenta que «se esté todo el día reglamentando, eso nos exige adaptaciones y cambios continuos. Para las pequeñas empresas supone estar más pendiente de ello que de su actividad». Lo que señala la presidenta de la FEC es que esta reducción a las 37,5 horas ha ido muy pareja a otra medida, la que otorga al trabajador cinco días de permiso por hospitalización de un familiar. «Entendemos que hay que aplicar estas medidas porque mejoran la vida del trabajador, pero no se pueden tomar todas a la vez, no tenemos capacidad de asumirlas», señala Fontecha.

Cómo prestar el servicio en competencia

Otro comerciante burgalés explica que, como empresarios de este sector, lo que buscan es estar a disposición del consumidor el máximo número de horas, pero con el respeto al horario de los trabajadores, y del propio empresario que, en el caso de las pequeñas empresas, está en el establecimiento realizando estas labores.

«Todos queremos consumir cuando más ocio tenemos, pero para nosotros es muy complicado prestar este servicio con estas regulaciones»

Consuelo Fontecha

Presidenta FEC Burgos

En Burgos ya funcionan varios supermercados que están abiertos los 365 días del año de 6 de la mañana a 12 de la noche. Para un pequeño comerciante se hace muy difícil competir con este ritmo. «Todos queremos consumir cuando más ocio tenemos, pero para nosotros es muy complicado prestar este servicio con estas regulaciones», añade Fontecha, «lo propuesto no aumenta la productividad».

Las incógnitas

Con todas las dudas, incertidumbre y malestar, los comerciantes burgaleses están a la espera de conocer la ley definitiva porque, como evidencia Fontecha, se hacen muchas preguntas. «No sabemos cómo afectará a los convenios vigentes, si hay que modificarlos ya o quedan ya para las próximas negociaciones. Tampoco sabemos si esta reducción se aplica a la jornada semanal o a la anual. En caso de que sea a la jornada anual nos permite más margen de organización», reconoce la presidenta de la FEC.

Por ello, ni Fontecha ni otros comerciantes consultados son capaces de aventurar cómo van a organizar sus empresas. Siguen expectantes. Lo que sí reconoce la presidenta de la FEC es que esta medida tendrá un coste que si la empresa no puede absorber se trasladará al coste del producto o el servicio.

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