El reconocido atleta que recorre 50 kilómetros en Burgos por la lucha contra el cáncer infantil
El deportista Sergio Turull ha corrido por la capital burgalesa, uniendo esfuerzo, salud y solidaridad para apoyar a la Fundación Juegaterapia con su proyecto 50-50-50
El pasado 8 de julio, Burgos amaneció con una misión que iba más allá del deporte. A las 8:30 de la mañana, desde la Plaza del Conde de Castro, arrancó la decimoséptima etapa del Proyecto 50-50-50, un reto humano y solidario que recorre toda España con un objetivo claro: apoyar a la Fundación Juegaterapia y dar visibilidad a la lucha contra el cáncer infantil.
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Ya en la capital burgalesa, el reconocido deportista ya había conseguido recaudar para dicha asociación más de 38 mil euros.
El atleta catalán Sergio Turull, conocido en redes como 'Pitufollow', sumó 50 kilómetros más a este desafío que lo lleva a completar esa misma distancia durante 50 días consecutivos en las 50 provincias del país. Pero la etapa burgalesa no fue solo una suma de kilómetros, sino también de cuidado, responsabilidad y comunidad. Como él mismo afirmó: «Cada paso que doy es un paso por quienes luchan día a día contra el cáncer, porque este reto es más que deporte, es esperanza y compromiso.»reto-solidario.
Después de varias jornadas intensas, Turull priorizó la salud: aplicó tratamiento preventivo antes de comenzar la carrera y, al finalizar, se sometió a una ecografía para descartar posibles lesiones. La noticia fue alentadora: no hay roturas, aunque sí una sobrecarga en el glúteo que ya está siendo tratada. En sus palabras: «Por encima de todo está la salud. Este proyecto me ha enseñado que la fortaleza no solo está en las piernas, sino en el corazón y en la mente.»
A lo largo de la mañana, decenas de corredores de la provincia se unieron en distintos tramos del recorrido, convirtiendo cada vuelta en una celebración del esfuerzo colectivo. La jornada contó con la compañía especial de dos referentes del atletismo local: la trail runner Inés Astrain y la atleta Lidia Campo Sastre, quienes acompañaron a Sergio en esta etapa tan significativa, aportando experiencia y energía al grupo.
El ambiente en Burgos fue cálido y cercano, marcado por la generosidad y el compromiso de quienes creen que correr también puede ser un acto de transformación social. Porque este proyecto no se mide solo en kilómetros, sino en impacto: cada paso que da Sergio es también un gesto por los niños y niñas que luchan cada día desde una cama de hospital. Como bien dice Sergio, «La verdadera meta no está en la línea de llegada, sino en dejar huella en la vida de los demás.»
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Así avanza el Proyecto 50-50-50: paso a paso, ciudad tras ciudad, con la certeza de que cada jornada deja huella. En Burgos, esa huella se imprimió con fuerza y corazón.
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