El Burgos CF pierde dinero de la televisión para la próxima campaña

En una temporada de sensaciones encontradas, el Burgos CF se terminado la competición en el puesto 12 con 55 puntos. Con ello, la Sociedad Anónima pierde dinero para la próxima temporada. Es el resultado clasificatorio más pobre, por debajo del undécimo puesto de las temporadas 21-22 y 22-23, la primera con los mismos 55 puntos que ésta y la siguiente con 54. La temporada 23-24, el Burgos fue noveno con 59 puntos. Y es muy importante el puesto que se ocupa finalmente en la tabla clasificatoria, porque en función de ese puesto los clubes reciben un dinero u otro, según esta queden al final del campeonato.

Esta clasificación de la Segunda División determina buena parte del reparto de los derechos audiovisuales de LaLiga. La Hypermotion recibe, del total de ingresos que percibe la entidad, un 10%. De ese porcentaje, el 70% se reparte como fijo entre los 22 equipos de la Segunda.

A partir de ahí se reparte en función de la clasificación obtenida, solo en la última temporada. Así el primer equipo clasificado recibe el 15,45%, el segundo el 13,66%; el tercero, 11,82%; o el cuarto -el CD Mirandés- el 10% o lo que es lo mismo 2,2 millones de euros.

El Burgos CF, que ha quedado clasificado 12º, recibiría en torno a 601.965 euros, el 2,73%, que hay que sumar a la cantidad fija de aproximadamente cinco millones que reciben todos los equipos que están incluidos en la categoría. Esta circunstancia puede hacer que para la temporada que viene el Burgos tenga menos dinero para el límite salarial, lo que puede complicar la llegada de jugadores al plantío

El Burgos ha terminado la temporada 24-25 en la duodécima posición de la tabla empatado a 55 puntos con el Córdoba y el Cádiz. Por mejor cómputo entre los tres equipos, los chicos de Ramis han ocupado finalmente ese puesto 12, un resultado que es un mal menor, porque dependiendo de otros factores y otros resultados en otros campos de fútbol podía haber caído incluso hasta la 16ª posición.

El empate en Málaga dejó un sabor agridulce y fue fiel reflejo de lo que ha sido el equipo en toda la temporada un Burgos CF que ha sufrido una montaña rusa de sensaciones desde el inicio de la competición. Jon Pérez Bolo, el entrenador que empezó la temporada, lo tuvo en puestos de ascenso en las primeras jornadas, para después sufrir una debacle absoluta dos puntos de 27 posibles, que dejaron muy tocado al equipo.

Una de las claves fundamentales del bajón en el primer tercio de campeonato fue la lesión de Kevin Appin, uno de los puntales del centro del campo local; esa circunstancia trastocó definitivamente al equipo y llegaron esas derrotas que condenaron al equipo al sufrimiento. Bolo tuvo que abandonar la nave y en su sustitución, en noviembre, llegó Luis Miguel Ramis.

El técnico nacido en Tarragona empezó con muy mal pie y tres derrotas consecutivas. Sin embargo, empezó a construir un equipo diferente, más sólido en defensa, pero con muy poco acierto en la delantera. Con el mercado de invierno, el central cedido por el Real Mallorca David López, asentado con Aitor Córdoba en la zaga, fue reclamado por Jagoba Arrasate para el club de las islas y dejó huérfana la defensa.

Michu repescó a uno de sus jugadores talismán en la defensa, Grego Sierra, que había gozado de muy pocas oportunidades en su periplo rumano. La llegada del futbolista murciano y el conocimiento y compenetración con Aitor Córdoba supuso que la defensa del Burgos se asentara definitivamente.

Pero el punto de inflexión para la recuperación del Burgos CF llegó a primeros de marzo con la victoria en el estadio de A Malata de Ferrol ante el Racing por 0-1, con un gol de penalti transformado por David. A ese partido le siguió la victoria en casa ante el Albacete Balompié; la semana siguiente hizo lo propio en Cartagonova ante el FC Cartagena y, para cerrar ese ciclo, otra victoria en el plantío ante el Almería. Y los empates ante Eldense, Tenerife y Cádiz con lo que el equipo de Ramis sumaba 18 puntos de 24 posibles y ocho jornadas consecutivas sin conocer la derrota.

Marzo y abril constituyeron ese empujón fundamental porque después en todo el mes de mayo, el Burgos solo ha sido capaz de sacar cuatro puntos gracias a la victoria 3-2 ante el Córdoba y el empate del pasado sábado en la rosaleda ante el Málaga.

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