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Al Burgos CF se le atraganta la comida en Cartagonova
El cuadro burgalés cae derrotado ante el Cartagena tras un partido dominado de principio a fin por los hombres de Luis Carrión, pero que acabó resolviéndose con un solitario gol de Rubén Castro
Una sobremesa agridulce. El Burgos CF regresará hoy a las tierras de Cid con un ardores de estómago tras caer derrotado en Cartagonova ante un Cartagena que se mostró mucho más sólido que los hombres de Calero en todas las facetas. De hecho, y a pesar de que el encuentro se resolvió merced a un solitario gol del eterno Rubén Castro en la segunda parte, el Efesé pudo haber cerrado el encuentro con un marcador mucho más abultado.
FC Cartagena
Marc Martínez; Delmás, Alcalá (Andújar, min.79), Vazquez, De la Bella, Tejera (Okazaki, min.66), Bodiger, De Blasis (Neskes, min.66); Mo Dauda, Gallar (Cayarga, min.75) y Rubén Castro (Ortuño, min.76).
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Burgos CF
Caro; Navarro, Miguel Rubio, Grego Sierra, Fran García (Alarcón, min.76); Elgezabal (Riki, min.86), 'Mumo', Andy (Claudio Medina, min.76) Rodríguez; Valcarce, Juanma (Saúl Berjón) y Alegría (Guillermo, min.64).
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Goles: 1-0, min.67: Rubén Castro.
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Árbitro: Saguez Oscoz (Comité Vasco). Mostró cartulina amarilla a Tejera, De Blasis, De la Bella y Andújas por el Cartagena y a Fran García por el Burgos CF.
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Incidencias: Partido correspondiente a la décimo séptima jornada de la Liga SmartBank disputado en el estadio Cartagonova.
El cuadro murciano, que en su feudo está demostrando ser un rival temible, fue el absoluto protagonista del choque, disputado en un horario cuanto menos poco habitual. Apenas había pasado un minuto de juego cuando Mo Dauda ya lanzaba el primer aviso con un magnífico centro al corazón del área al que el eterno Rubén Castro no llegaba por centímetros. Dos minutos después, el propio Castro cabeceaba fuera un buen centro lateral.
El Burgos, que volvió a salir con defensa de cuatro y con Elgezabal en el centro del campo, contemporizaba, achicaba balones y buscaba su sitio sobre el césped. Le costó salir de la cueva al cuadro burgalés, pero poco a poco consiguió ganar algo de protagonismo en el centro del campo, buscando con insistencia la caída de balón sobre Alegría mientras Juanma y Valcarce perfilaban su juego de ataque por el carril interior.
No obstante, seguía siendo el Cartagena el que mayor dominio tenía de la pelota y el que se acercaba con más peligro a la portería de Caro. Prueba de ello fue un penalti de Caro sobre Castro inicialmente señalado por el árbitro, pero anulado de manera justa por el VAR. Aquella jugada, a pesar de acabar en nada, definía a la perfección lo que estaba sucediendo sobre el terreno de juego, con un Cartagena mejor plantado, más ambicioso y con las ideas muy claras en tres cuartos.
Aún hubo más ocasiones para los hombres de Luis Carrión. En el 17, Tejera enganchaba un despeje a diez metros de la frontal y se inventaba una volea que se estrellaba con violencia en el poste mientras la defensa del Burgos CF suspiraba de alivio. A la media hora, Grego Sierra sacaba de la línea un tremendo zapatazo de Mo Dauda desde dentro del área y Caro atajaba con seguridad un remate de cabeza de Alcalá.
El cuadro burgalés estaba sufriendo, y mucho, pero seguía vivo. De hecho, los hombres de Calero fueron capaces de sacudirse la superioridad del Cartagena por momentos, aprovechando la movilidad de Valcarce y Juanma para pisar el área, aunque fuera de manera testimonial. El propio delantero sevillano tuvo en sus botas la mejor para el Burgos, culminando con un disparo demasiado tímido un contragolpe perfectamente ejecutado.
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Sin embargo, el dominio del choque seguía siendo del Cartagena, que antes de enfilar el túnel de vestuarios tuvo otra gran ocasión en los pies de Mo Dauda para adelantarse en el marcador con un disparo que obligó a Caro a firmar una gran intervención para enviar el esférico a saque de esquina.
Sin duda, lo mejor que le pudo pasar al Burgos en ese momento fue que el árbitro pitara el final del primer tiempo. Y es que, a pesar del sufrimiento, los hombres de Calero seguían conservando el empate. Quizá, demasiado premio para lo visto en los primeros 45 minutos, pero el fútbol a veces da y a veces quita.
Sea como fuere, el paso por vestuarios no cambió ni un ápice el guión del choque y el Cartagena regresó al campo tal y como se marchó, con una -o dos- marcha más que el Burgos CF. Tres claras ocasiones de Gallar nada más salir recordaron al conjunto blanquinegro que iba a tener que sufrir si quería rascar algo positivo en Cartagonova.
Eterno Rubén Castro
La cosa, sin embargo, terminó de ponerse cuesta arriba en el 67. Neskes, que apenas llevaba unod segundos en el campo, ganaba un balón entre líneas, hacía un quiebro y se inventaba un centro picado a la espalda de la zaga burgalesa. Por allí aparecía el sempiterno Rubén Castro, que ni pestañeó mientras controlaba y batía a Caro. El Cartagena había conseguido por fin perforar la portería del Burgos y el partido entraba entonces en otro escenario.
Y es que, a pesar de que seguía siendo el conjunto local el dominador, el Burgos seguía en partido y Calero decidió poner toda la carne en el asador, dando entrada a Guillermo, Saúl Berjón, Claudio Medina, Alarcón y Riki. Aquello derivó en un partido completamente roto, sin continuidad en el juego de unos y otros y con alternativas constantes para ambos. El Burgos lo buscaba con más corazón que cabeza, mientras el Cartagena contemporizaba y buscaba el contragolpe para intentar sentenciar el choque.
Al final, ni unos ni otros consiguieron encontrar portería, lo que en todo caso favorecía a los intereses del Cartagena, que sumaba otra victoria en su feudo y ahondaba en la crisis del Burgos lejos de El Plantío.