El Burgos CF tutea al líder de Segunda

El conjunto isleño, denso en la creación durante los noventa minutos, intentó aplicar la misma medicina al Burgos, le impidió salir con el balón controlado, y con las recuperaciones dispuso de varios chispazos ofensivos.

En uno de ellos, una brillante acción de Moleiro y un mejor golpeo con rosca estuvo a punto de desequilibrar el encuentro a favor de los visitantes, pero el palo, con Caro batido, negó el gol al '10' canarión y cerró el empate.

Igualado y con novedades. Así arrancaba el partido el partido número cien de Calero en el banquillo de El Plantío para el que decidió alinear al flamante fichaje invernal en la punta de ataque del Burgos, Sergio Castel, para buscar instalarse de nuevo en los puesto de play-off

Con la espinita de la ida clavada, García Pimienta hizo lo propio con su nuevo punta, Loren Morón, cedido por el Real Betis para aportar arriba la pólvora suficiente para dinamitar fortín burgalés.

Mayor comodidad de los locales en los primeros compases del encuentro ante un cuadro canario que no encontraba ese camino de la posesión que le llevó a visitar el estadio castellano como líder de la Segunda División en la jornada 26.

Pero poco le hacía falta a los visitantes para llevar peligro a los dominios de Caro con una falta botada por bajo a cargo de Jonathan Viera que se estrelló en la barrera y un disparo de Fabio González tras una gran acción individual que no encontró los tres palos.

El paso de los minutos le fue dando más balón a una UD Las Palmas que seguía sin estar cómoda sobre el césped gracias a la alta intensidad de los jugadores blanquinegros, recios en todas las disputas y presionando de cerca a los isleños para dificultar la construcción de juego.

Con la media hora de partido rebasada en el electrónico, la pujanza burgalesa en cada disputa continuaba secando el talento de los hombres creativos de Las Palmas, que no hallaba el camino hacia posiciones avanzadas.

Apenas chispazos de calidad del conjunto 'pío-pío' salpicaban de desequilibrio un choque en el que la igualdad fue la nota dominante desde el pitido inicial.

Ambos equipos, cansados de tanto equilibrio, decidieron poner más picante en el último cuarto de hora de la primera mitad y fue entonces cuando comenzaron a pasar cosas, aunque pocas.

Las Palmas encontró en la verticalidad un inusual arma que se tornaba de doble filo cuando recuperaba el cuadro burgalés, que gusta de salir rápido, y pudo hacerlo con varios efectivos en los minutos previos al descanso aunque sin demasiado acierto.

Así las cosas, Arcediano Monescillo indicó el camino de los vestuarios para que tanto canarios como castellanos buscasen fórmulas para imponerse en el duelo de poder a poder visto en la primera entrega del partido y desequilibrar el 0-0 inicial.

A punto estuvo de hacerlo Jesús Areso en la primera acción de los segundos 45 minutos tras recuperar el balón y plantarse ante un Álvaro Valles que le negó el gol achicando rápido los espacios y repeliendo el golpeo raso del lateral con el cuerpo.

Se animaba de nuevo Viera, que en esta ocasión buscó la escuadra izquierda de Caro con una falta desde la frontal del área local que se marchó fuera rozando el palo del guardameta onubense del Burgos.

Pero el marcador no se movió y pasados los primeros diez minutos de segunda parte, el encuentro volvió a los mismos derroteros por los que transcurrió en la primera.

El Burgos seguía apretando la salida de balón de una UD Las Palmas que acumulaba muchos efectivos para sacar la pelota jugada, hecho que ralentizaba su avance y facilitaba las tareas defensivas y el repliegue burgalés una vez superada la primera línea de presión.

El juego previsible y denso de los de García Pimienta dio alas a los blanquinegros, que le quitaron el balón y el control del partido a los isleños y comenzaron a acelerarlo para llevarlo a las transiciones rápidas que permitiesen más llegadas a los de Calero.

Cuando más incapaz se veía Las Palmas para llevar peligro a la portería del Burgos, Alberto Moleiro trazó una jugada de '10' para sortear varios rivales y, ante la oposición de cuatro defensores blanquinegros, conectar un maligno disparo con comba que paralizó El Plantío.

Con Caro completamente batido ante la precisión del disparo, la madera se alió con los de Calero para repeler el balón fuera de las redes locales para alivio de la parroquia burgalesista.

Ni diez minutos tardó el Burgos en responder a la amenaza de Moleiro con una jugada de orfebrería que Valcarce puso en pies de Gaspar Campos para que el 11 la levantase por encima de Valles para anotar el primero. Pero no valió. El juez de línea percibió el fuera de juego y alzó el banderín, acierto que confirmó posteriormente el VAR y trasladó el consuelo al equipo canario.

Valles estuvo a punto una mancha en su actuación ante un potente disparo de Atienza desde fuera del área en un final de partido con un ritmo intermitente por las faltas y los cambios en el que el Burgos cerró bien atrás para amarrar el punto y el líder no supo desequilibrar el empate a todo en El Plantío.