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La responsable del curso de Cáritas de Segovia, Carmen Martín, junto al operario de mantenimiento, Luis Antonio Santos. Diego de Miguel-Ical
Todo cien por cien natural

Todo cien por cien natural

Cáritas Segovia imparte un curso de horticultura ecológica para desempleados

patricia martín-ical

Segovia

Domingo, 19 de agosto 2018, 18:21

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Lechugas, acelgas y calabacines conformaron la primera producción de la huerta ecológica de Cáritas Segovia, gracias a la labor de los catorce alumnos de un curso para desempleados que pusieron en marcha desde cero este espacio de cultivo. Las verduras y hortalizas cien por cien naturales tienen un destino muy cercano, ya que la huerta ecológica está en las instalaciones de la residencia para personas mayores de El Sotillo que gestiona la ONG de la Iglesia.

El curso es parte de un programa de formación de Cáritas subvencionado por Bankia, que se desarrolló entre mayo y principios de julio, con tres mujeres y once hombres entre los 21 y los 64 años. Los participantes, resalta la monitora e ingeniera agrónomo Carmen Martín, se encontraron con «un terreno salvaje», porque este espacio de la residencia «fue huerta en su día», pero se abandonó cuando no pudieron atenderlo los residentes que lo iniciaron.

Los alumnos tuvieron que «desbrozar, segarlo bien porque la tierra estaba muy alta», después prepararon los bancales, «unos delimitados con madera y otros bancales elevados». Además, recuerda, aprendieron a hacer surcos y a «montar desde cero» todo el sistema de riego por goteo, y por supuesto, a arreglar las averías para que el agua no cause estragos. Como era tarde para plantar semillas, lo hicieron con plantones.

Fueron semanas de arduo e intenso trabajo, para luchar con «todas la plagas del mundo y algunas más porque todo es ecológico. Hemos aprendido sobre la marcha a acabar ecológicamente con las plagas porque hasta el bicho más inofensivo nos la ha liado», expone Carmen Martín. A su lado, el salvadoreño Luis Antonio Santos Guevara, alumno del curso, asiente con la cabeza, al recordar «lo mucho que ha aprendido» para sacar adelante el huerto, como por ejemplo hacer insecticida con vinagre y jabón de lavar o aportar más cal a la tierra, moliendo cáscara de huevo.

Martín explica que hasta el mantillo que hicieron al principio para mejorar la calidad del terreno «no tenía ningún abono y sólo a base de compost natural». Tanto la ingeniero agrónomo como la responsable de Empleo y Formación de Cáritas Segovia, Maite Casado, ponen de relieve el auge de la agricultura ecológica y las exigencias que llegan desde la Unión Europea, con la nueva PAC, para que no se usen productos químicos, haya alternancia en los cultivos, «tanto en la agricultura intensiva como extensiva», la eficiencia o el ahorro del agua.

Excelente cosecha

Los desvelos de Carmen, Luis Antonio y el resto de sus compañeros mereció la pena y el pasado 13 de julio recogían la primera producción del huerto ecológico con acelgas y calabacines, después continuaron con las lechugas, «de las que hemos recogido casi 200», y pepinos. Productos naturales de los que dieron buena cuenta para hacer varias recetas los responsables de la cocina de la residencia de mayores.

Una vez finalizado el curso, Luis Antonio y su compañero dominicano Víctor recibieron una beca para seguir trabajando en la huerta y hacer todo el trabajo de mantenimiento, recolección y «tenerlo limpio que le supone escardar todos los días». Por delante, queda disfrutar y sacar el mejor partido a la producción de pimientos (italianos y de cuatro corazones), coliflor, repollo, lombarda, tomates, cherries, pepinos, melones, sandías y calabazas.

Carmen Martín remarca que donde ya no tienen producción han hecho siembra nueva de otoño, con «cebolla temprana y nabos», y también han aprendido a hacer un semillero «en bandeja de alvéolos», con cebolleta, cale, lechuga romana y escarola. Para ella, este curso teórico y práctico ha sido su primera experiencia como docente y «estoy muy contenta con la experiencia».

Luis Antonio Santos tambien está feliz porque proviene de una zona de campo, donde se planta maíz y frijol, por lo que desconocía todo lo relacionado con las hortalizas y asegura que cada día va al huerto, a las 7:30 horas, «con la mentalidad de aprender algo nuevo». Con estos conocimientos no sólo espera encontrar un puesto de trabajo, también ayudar a su familia en El Salvador, explicando a su hermanos lo que tiene que hacer para preparar el terreno. «En tierras donde ahora no se prepara nada les puedo enseñar», afirma

La experiencia del curso de formación también ha calado en Víctor, el segundo alumno becado, quien tras haber encontrado un trabajo a jornada completa en el sector de la construcción, este verano, sigue bajando al Sotillo, por las tardes, para cuidar la huerta.

Salida laboral

Maite Casado recuerda que Cáritas siempre busca cursos de formación con el objetivo claro de lograr «la inserción laboral». En la provincia de Segovia, en toda la zona de El Carracillo, hay una gran demanda de temporeros, por las campañas de fresas, pero también de «puerro, zanahoria, ajos, cebollas...» y los participantes de este curso pueden ser «más que un temporero y quedarse allí trabajando en los lavaderos».

A la directora de Cáritas Segovia, Rosario Díez, le gustaría poder ampliar este curso, que tiene garantizada la continuidad, porque en la parcela de la residencia de personas mayores hay espacio suficiente para duplicar el tamaño de la huerta, y también potenciar los árboles frutales.

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