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Francisco Igea, en su despacho de vicepresidente. Alberto Mingueza

Francisco Igea: «La única posibilidad que tuvo Tudanca de ser presidente fue antes de las elecciones»

El líder de Ciudadanos desgrana en su primera entrevista a El Norte de Castilla como vicepresidente de la Junta los resultados electorales, los pactos para formar el Gobierno de la región y las medidas que tomará el Ejecutivo a corto plazo

Ángel Ortiz

Valladolid

Domingo, 21 de julio 2019, 08:13

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Francisco Igea concede esta entrevista el pasado jueves por la tarde, horas después de que se celebrara el primer Consejo de Gobierno ordinario del nuevo Ejecutivo regional, presidido por Alfonso Fernández Mañueco. La conversación se desarrolla en un despacho, el suyo, que todavía está como lo dejó su anterior inquilino, en el complejo de La Asunción. El horario de verano ha vaciado las mesas y los pasillos de esta zona de oficinas. Ni un alma. Ni un ruido.

–¿Es consciente de que usted no debería estar hoy aquí?

–¿Por qué?

–El primer candidato a la Junta previsto iba a ser Luis Fuentes, hoy presidente de las Cortes. Luego la dirección nacional de su partido eligió a Silvia Clemente, expresidenta del Parlamento regional. ¿Cómo se interioriza eso, cómo se explica a sí mismo algo así?

–La verdad es que tampoco tomas decisiones muchas veces mirando al futuro, sino mirando a lo que tienes enfrente, al día de hoy, que es lo que hay que hacer. Tomamos la decisión de presentarnos porque no había manera de mirar hacia otro lado. Y te ves aquí. No era una cosa prevista, pero la verdad es que estoy contento.

–¿Cuál es la principal diferencia que percibe entre hacer política nacional y política regional?

–La política regional es mucho más dura. Más próxima. Hay más presión cuanto más cerca estás de los problemas. Pero luego se tiene una ventaja: por primera vez vamos a gobernar. Y eso es hacer política, poder cambiar la vida de la gente, la suerte de la gente que vive a tu lado. Toda la bronca y toda la pelea merecen la pena porque ahora tienes la capacidad de llevar a cabo tu programa. No hay nada mejor.

–¿Cree que son conscientes de esa diferencia, de esa mayor proximidad, en la dirección nacional de su partido?

–Yo creo que sí porque tomamos la decisión de entrar en gobiernos. El partido es muy consciente de que cuanto más poder real tienes, cuanto más capacidad de gobernar, más capacidad de influencia tienes. Y sobre todo, es a lo que hemos venido. Yo estoy especialmente contento en algunas cosas. Esta va a ser nuestra primera Consejería de Sanidad, por ejemplo. Para probar tus teorías políticas y propuestas. Es una oportunidad única para el partido.

–Sin embargo, Ciudadanos nombra a Clemente candidata y fue rechazada por los militantes locales. O por poner un ejemplo ajeno a Ciudadanos: la dirección nacional del PP ha propuesto a Javier Maroto, un alavés, para ir de senador por Castilla y León.

–No es una práctica inhabitual.

–Lo cual no significa que esté bien.

–Aquí hemos tenido un diputado nacional de Podemos que no ha pisado Valladolid.

–Igual de mal.

–Me refiero a que hoy no nace el primer cunero de la historia de la política regional.

–¿Ciudadanos votará entonces a favor de esa terna en la que están Teresa López, Fran Díaz y Javier Maroto?

–Vamos a hacer lo que hemos hecho siempre, votar a favor cuando hay un acuerdo de los partidos. Lo hicimos incluso con Iceta. No vamos a bloquear la designación.

Los errores

–Llegados a este punto, ¿cree que su partido ha hecho lo suficiente en términos de diligencia y contundencia con respecto al caso de Silvia Clemente?

–Creo que el partido hizo lo que debía en 24 horas, admitir y corregir el error. Y luego cualquier otra actuación queda suspendida por la acción de la justicia.

–Con contundencia hablamos de corregir un modelo de votación que tiene agujeros. Ahora se celebrarán primarias en Cataluña. Si el sistema no se cambia, el error se puede repetir.

–El modelo tiene un agujero que espero que sea corregido. La votación telemática tiene sus pros y sus contras.

–Lleva unas semanas conviviendo con unas contradicciones que usted mismo ha definido como digeribles, una buena dieta. Y ello en el seno de un partido que está mostrando sus primeros signos de inestabilidad o contestación interna. ¿Cómo ha vivido que Ciudadanos pactara con Vox en Palencia?

–Lo dije públicamente, no me gustó. Lo mantengo. Pero no es por el hecho de pactar con Vox. A mí no me gusta pactar con Vox. Políticamente, no es acertado hacer un pacto de gobierno con Vox, pero estoy seguro de que vamos a pactar muchas políticas con Vox. Como las hemos pactado con Podemos. Pero yo creo que en política lo que hay que poner encima de la mesa son los programas. La política de bloqueo que vive el Gobierno nacional u otros autonómicos es un absoluto fracaso. Los ciudadanos tienen un sistema multipartidario, nos han votado para esto, pero para que resolvamos. Si no somos capaces de traducir en pactos de gobierno la voluntad de los ciudadanos... Pero la de todos, la de los que han votado a Vox, al PP, al PSOE… Nuestro trabajo es conseguir con eso hacer un gobierno. Los que no lo hacen no están haciendo su trabajo.

–¿Ha cambiado su opinión sobre lo que debería hacer Ciudadanos en el caso de España, abstenerse o no, en función de cómo se están enrocando las posiciones?

–Ha cambiado bastante mi opinión.

–Porque usted era favorable a la abstención de Ciudadanos.

–Yo era favorable a hacer una propuesta programática. Pero a esa propuesta, que se convierte en un debate público, el PSOE respondió con nada. Respondió mandándonos a José Zaragoza a decirnos que con Rivera no, que ellos tienen un socio preferente que es Podemos. Yo ya he dicho que me he equivocado muchas veces, quizás esta vez también. La actitud del PSOE y Pedro Sánchez es sorprendente, peligrosa y de una vanidad extrema. Una persona que tiene 120 escaños tiene que buscar acuerdos.

–Recomendaría a Pedro Sánchez que incorpore cuanto antes a Podemos en sus planes…

–Yo le diría que si quiere gobernar, tiene que ceder. Tiene que hacer una oferta a quien se la quiera hacer. Él ha decidido hacérsela a Pablo Iglesias porque siempre se ha dirigido a él y porque nunca se dirigió a nosotros con una oferta. Lo que no puede decir es tú vótame a cambio de nada. Si quiere cambiar de socio, tiene que cambiar de oferta.

Los resultados

–Usted es vicepresidente, Luis Fuentes es presidente de las Cortes. ¿Quién manda en Ciudadanos en Castilla y León?

–El 8 de mayo se demostró quiénes mandan: los militantes.

–Eso es una manera como otra cualquiera de no responder a la pregunta.

(Risas) –Es una respuesta bastante adecuada. ¿Quién decidió quién era el candidato? Los militantes son los que mandan.

–Por ser más concreto, ¿usted tiene mando en plaza en las decisiones políticas?

–Tenemos un sistema de reparto del 'mando en la plaza' en el cual hay secretarías, un portavoz y un candidato a la presidencia que se supone que es el que lleva las propuestas políticas y programáticas. Pero yo no puedo decirle a todo el mundo en todas las agrupaciones haz esto o lo otro. Afortunadamente.

–¿Albert Rivera sí?

–Tampoco.

–Usted obtuvo mejores resultados en las autonómicas que los candidatos locales en las municipales. ¿A qué atribuye esa diferencia de casi 60.000 votos a su favor?

–A nuestro grado de implantación. Nos ha sucedido lo contrario que al PP, que obtuvo más votos en las municipales que en las autonómicas. Creo que el candidato y la estrategia influyen. Y la política municipal es muy compleja. Somos todavía un partido en crecimiento.

–¿Qué hizo que no pujaran por hacerse con Agricultura, precisamente para lograr esa implantación?

–Tenemos Ordenación del Territorio.

–Pero eso les dará quizás más problemas que alegrías.

–Va a dar problemas, sí. Tenemos muchas consejerías que van a causar problemas. Pero en el reparto de consejerías hubo una cosa clara desde el inicio. Todo el mundo esperaba que nos quedáramos con Sanidad, que es el 40% del presupuesto de la Junta. Eso ya condicionaba que hubiese otras que no pudiésemos tener. Tenemos cuatro y otra obligada, Transparencia, Regeneración, Gobierno Abierto… Nos quedaban dos consejerías. Queríamos una consejería que tuviera un impacto sobre la política económica.

–Y por eso Empleo.

–Y por eso Empleo. Y luego nos quedaba coger otra consejería en la que tuviéramos también capacidad de resolver. En Cultura tenemos gente muy potente y las ideas muy claras. Hemos intentado quedarnos con aquello que seremos capaces de gestionar mejor.

–Y con la portavocía.

–Sí. Era muy importante para nosotros y creo que para un gobierno que quiere ser un gobierno conjunto. Tener un presidente de un partido y un portavoz de otro le va a dar más cohesión. A cambio debíamos ceder algunas cosas.

–Le va a dar cohesión, pero también generará problemas al no ser una única cabeza la que decide o representa y la que habla.

–Yo estoy convencido de que nos va a ir bien.

Los pactos

–Si nos retrotraemos justo al momento previo al acuerdo de Ciudadanos con el PP, Luis Tudanca, líder del PSOE, planteó como última baza apartarse. ¿Realmente hubo en algún momento alguna posibilidad de que Luis Tudanca fuese presidente de la Junta?

–Antes de las elecciones.

–¿Y después de las elecciones?

–Hasta que se decidió y mantuvo la estrategia de pactos. Nosotros creíamos que aquí era más posible que el socio preferente (el PP) no fuese el socio a elegir y así se planteó en la Ejecutiva. Por tanto, la pérdida de oportunidad del PSOE tiene que ver con su propia actitud. El PSOE en Castilla y León no hace, lo he dicho muchas veces, ni un gesto. ¿Hubiésemos podido resistirnos nosotros a un miembro de la Ejecutiva del PSOE, candidato autonómico, haciendo una crítica a la política de alianzas de Sánchez? Rivera también dijo que si alguien levantaba la voz contra esas alianzas, le escucharíamos. Pero no se hizo ni un solo gesto.

–¿Contempló que Tudanca le ofreciese a usted, directamente, la Presidencia?

–Cuando dijo que renunciaba…

–Usted lo interpretó en ese sentido.

–Lo interpretó mucha gente.

–Pero no fue explícito.

–Pero cuando el candidato del partido dice que renuncia, se supone que debe haber otro candidato. No había otro candidato en el PSOE.

–Pero no fue lo suficientemente tentador.

–No. Yo no he venido aquí a ser el presidente.

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