Más de 650 personas responden a la llamada de Comunidad Viva en Rágama

El alcalde de Rágama, José Luis Moyano, se dirigió a todos los asistentes desde el balcón de la Casa Consistorial para recordarles que estos encuentros son un «proyecto de unión y colaboración de nuestros municipios para hacer frente a los retos que tenemos los pequeños pueblos y compartir las soluciones que les damos cada uno a todos ellos».

Asimismo, el primer edil señaló que «somos pueblos muy diversos, pero todos tenemos objetivos comunes que se resumen en el nombre de la asociación: mantener nuestros pueblos vivos, a través de la cultura, el patrimonio, de las iniciativas innovadoras y todas las actividades que podemos poner en marcha para dinamizar nuestros pueblos. Y todo en comunidad, compartiendo y aprendiendo unos de otros de las experiencias».

Y experiencias, costumbres, tradiciones y gastronomía fue lo que Rágama compartió ayer con el resto de pueblos de la Comunidad participantes en el encuentro, ya que la jornada estuvo repleta de actividades para que los visitantes pudieran conocer un poquito mejor la provincia de Salamanca y en especial la comarca a la que pertenece el municipio de Rágama.

Así, pudieron visitar la iglesia y ver en su interior una recreación de una cubierta mudéjar de un templo realizada por el Centro de Interpretación de la Carpintería Mudéjar de La Moraña; descubrir a través de una exposición ubicada en el Ayuntamiento los trajes típicos y manualidades elaborados por los vecinos; ver cómo el pueblo ha sido embellecido con pinturas murales a través de tres concursos de este tipo de disciplina, e incluso, participar en la elaboración de un gran mural junto al artista Joaquín Vila.

Disfrutar de los bailes típicos gracias al grupo de Macotera; vibrar con la exhibición de doma vaquera realizada por el campeón de Castilla y León, Rodrigo Bernal; y degustar los productos de la tierra como huesillos, hornazo, embutidos, caldereta de morucha regado todo con vino Tiriñuelo fueron otras de las actividades de la jornada, sin olvidar los talleres y exhibiciones -en las que pudieron participar- de pelota mano, de adobe y de mimbre; además de plantar una encina.