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Recogida de cadáveres en la guerra de África.
Jorge M. Reverte desentraña el desastre de Annual en su libro póstumo

Jorge M. Reverte desentraña el desastre de Annual en su libro póstumo

'El vuelo de los buitres' analiza las claves de una derrota aplastante que cambió nuestra historia y precipitó la Guerra Civil

Lunes, 7 de junio 2021, 00:27

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Jorge Martínez Reverte murió el 24 de marzo, días antes de poder celebrar la publicación de su último libro, 'El vuelo de los buitres' (Galaxia Gutenberg), que desentraña la debacle de Annual y la guerra del Rif, y que aparece así con carácter póstumo. Escrito en colaboración con Sonia Ramos y M'hamed Chafih, es una reveladora aproximación a la batalla de Annual, situada en la memoria colectiva como el desastre. Una masacre que cambió el rumbo de la historia de España hace ahora un siglo y precipitó la Guerra Civil, según su autor.

Como hizo antes con la batalla del Jarama, Reverte investigó a fondo la derrota del Ejército español en Marruecos el 22 de julio de 1921, al mando del general Manuel Fernández Silvestre, ante los rifeños liderados por Abd el-Krim. Su ensayo «cambia los puntos de vista español y rifeño sobre aquellos hechos», según sus editores.

El título alude al infernal paisaje visible tras el desastre, cuando los buitres que sobrevolaban el campo de batalla se lanzaron a devorar los miles de cadáveres de soldados españoles que se pudrían bajo un sol inclemente en el desolado paraje en el que las tropas africanistas sufrieron su más humillante derrota.

Terminar el libro fue un empeño vivificante para el periodista y escritor, que pasó los últimos meses de su vida puliéndolo. Quiso publicarlo en el otoño pasado «pero tenía tantas ganas, que escribió demasiado», explica Mercedes Fonseca, viuda de Reverte. Acabarlo le resultó «difícil y complicado», según su editora, María Cifuentes, que celebra que su autor pudiera ver maquetado un ensayo con el que disfrutó de la faceta de su trabajo que más le gustaba. «Era sobre todo un historiador militar que contó las grandes batallas de la Guerra Civil y nos deja un legado importante», dice Cifuentes.

Reverte se propuso mostrar el envés de aquella carnicería, dar a conocer la historia de la otra parte y calibrar sus consecuencias. Le ayudó su viejo amigo M'hamed Chafih, nacido en Alhucemas y recopilador de documentación y testimonios autóctonos, relatos orales que casi nunca recogen los manuales. Sonia Ramos se encargó de unificar los nombres y los topónimos marroquíes. Concebido como una detallada crónica periodística, para escribirla Reverte consultó archivos españoles y marroquíes, prensa de la época, tesis doctorales y algunos poemas que los rifeños dedicaron a sus victorias y que Chafid tradujo del árabe por primera vez para el libro, que incluye una cronología y un glosario con términos de origen árabe.

Se calcula que entre 8.000 y 13.000 soldados españoles perecieron. Aterrorizados, huían en desbandada abandonando sus fuertes y posiciones. «Algunos murieron a manos de los rifeños y otros a causa de la sed, el hambre, el paludismo y el agotamiento», enumera Reverte. Cree que las responsabilidades «quedaron bastante aclaradas por la instrucción impecable del general Picasso», encargado de investigar la derrota y cuyo expediente «con cientos de declaraciones de los supervivientes, es una fuente inestimable para quien pretenda reconstruir la historia de Annual».

Cree Reverte que el gran defecto de los militares españoles, alentados por un espíritu imperialista, «fue presuponer su superioridad sobre los rifeños», a quienes tenían por «desorganizados e ineficientes». Narra cómo los españoles sufrieron una derrota por capítulos –primero en Abarrán e Igueriben, luego Annual, Nador y Monte Arruit– «ante un caos de deserciones en masa de los policías rifeños, utilizados como fuerzas de choque». Carga la responsabilidad del desastre en el general Silvestre, un «ególatra» al mando del Ejército en la zona oriental del Protectorado, como se llamó a la parte que le correspondió a España en su reparto del norte de África con Francia en 1912.

Efecto político

Tras la masacre, en marzo de 1922 caería el Gobierno. El frente se estabilizó y el informe del general Juan Picasso pidió el procesamiento de 39 militares. Los debates parlamentarios fueron agrios, los altos mandos del Ejército se mostraron divididos, ya que una parte no quería que el poder civil los juzgara. Entre ellos, el general Miguel Primo de Rivera, que con su golpe de Estado, el 13 de septiembre de 1923, acaba con el parlamentarismo y con el proceso abierto por Picasso. «Fue una consecuencia directa de Annual», asegura Reverte. El rey Alfonso XIII, salpicado por la tragedia, se apoya en Primo de Rivera y amnistía a los procesados.

La imprudencia de Abd el-Krim de atacar el Protectorado de Francia propició el desembarco hispanofrancés en Alhucemas (1925). El guerrero se rinde meses después a los franceses y el general Sanjurjo declara el fin de la guerra de Marruecos el 10 de julio de 1927. «Acaba un episodio bélico, pero una de sus consecuencias abrirá, en menos de diez años, otra guerra» apunta Reverte. «En Marruecos se formaron los militares africanistas, muchos de los cuales protagonizaron la sublevación de 1936, y ya en la Guerra Civil emplearon métodos y planteamientos aplicados en el Rif», concluye el autor.

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