«Hay pocos sitios donde se pueda descender y vivir a la vez un apoyo tan impresionante por parte de los aficionados»

Fue uno de los días más duros para el entrenador del Blasgón y Bodegas Ceres, Alberto Suárez, que compareció en rueda de prensa orgulloso «por lo que se ha vivido y sentido hoy en el Príncipe de Asturias a pesar de perder la categoría». «Esto es Aranda. Que nunca se pierda esto. Hay pocos sitios en el mundo donde se pueda descender y vivir a la vez un ambiente tan impresionante de apoyo por parte de los aficionados, muy orgullosos de su equipo. Esto es lo que nos hace diferente y hay que mantener», agregó emocionado.

El preparador asturiano se acordaba de las personas que vienen trabajando en este proyecto durante años atrás. «Es imposible descender de categoría de la mejor forma. Hemos superado adversidades durante toda la temporada, y hoy, encima, se nos ha lesionado el portero Adrián. Hemos tenido que llamar al portero juvenil Calleja en unas pocas horas, hacerle una camiseta nueva y llamar a la Federación de Castilla y León para que nos dieran el OK y pudiera hoy debutar en Asobal. Hay que positivizar estas cosas».

Suárez definió el choque con un tópico que fue muy real en el Príncipe: «Morir matando». «Era lo que queríamos. Ser fieles a nuestro estilo hasta el último día y lo vamos a hacer. Bidasoa era el segundo clasificado pero nosotros hemos ido a lo mismo de toda la temporada. Hemos estado muy bien hasta que las fuerzas nos han faltado. El equipo sigue agarrado a los partidos a pesar de las bajas que hemos tenido esta semana (Ricardo y Negrete). Yo creo que este equipo ha sido todo un éxito esta temporada a pesar del descenso», explicó Suárez.

Por último comentó lo difícil que está siendo el tramo final de la campaña, agradeciendo el esfuerzo a los más jóvenes: «No tenemos tantos jugadores para entrenar y cada vez que se marcha una pieza baja la calidad. Hemos tenido que incluir a tres juveniles esta semana y ya les tenemos ahí. La progresión que lleva Kike Calvo es maravillosa y el año que viene será todavía juvenil. Los estados de ánimo al final de la liga suelen ser complicados de lidiar pero el equipo sigue pegándose con quien sea. Serán mejores o peores jugadores, pero han demostrado que son fantásticos profesionales».