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Piqué intenta un remate ante Lucas Vázquez. Reuters
Semifinales | Ida

La Copa se merece un clásico así

Barça y Madrid empatan a un gol tras un gran choque en el que cada equipo dominó una de las partes, siendo la segunda azulgrana... cuando entró Messi

JEsÚS BALLESTEROs

Barcelona

Miércoles, 6 de febrero 2019

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Leo Messi, tocado en el muslo por un golpe, centra todas las miradas del primer clásico de los tres del mes de febrero. «Si Leo está bien jugará; si no está en condiciones, lo hará otro», había dicho Ernesto Valverde para confirmar lo que se venía advirtiendo desde Barcelona. El rosarino será suplente. Valverde no es partidario de arriesgar viendo lo que le espera al equipo de aquí a final de campaña (lo más cercano, la visita a San Mamés). Sólo saltará al césped si su presencia es necesaria. El estado físico del hombre más decisivo del Barça, quinto futbolista de campo que más minutos ha completado en los últimos cinco años de las grandes Ligas, ha centrado los comentarios de un duelo entre madridistas y azulgranas.

Además, Dembélé no se ha recuperado de sus molestias en el tobillo y no puede suplir a 'La Pulga'. Algo imposible para cualquiera ya que Messi es máximo goleador de la historia del 'clásico' con 26 goles, aunque no pudo participar en el único duelo jugado esta temporada por lesión, un 5-1 que provocó el despido de Julen Lopetegui por Santiago Solari. Pero esta batalla no se parecerá a la de entonces...

En octubre el equipo blanco llegaba al Camp Nou «en un momento un poco más delicado (cuatro derrotas en seis partidos) desde el punto de vista anímico», según reconocía Valverde, que ve a su rival «con más confianza, están mejor, sacando resultados (cinco triunfos consecutivos) y eso hace mucho».

Leo Messi, sonriente en la sesión vespertina del martes.
Leo Messi, sonriente en la sesión vespertina del martes. REUTERS/Albert Gea

Es cierto que la dinámica blanca es positiva, gracias en buena parte a que Karim Benzema, que lleva 18 goles -seis en cuatro partidos- ya es el sexto mejor artillero de la historia blanca con 210 tantos, parece haber encontrado un socio en Vinicius. El joven brasileño ha regenerado la ilusión afición blanca y será titular en detrimento de Gareth Bale. Hay más cambios en el once, con el ingreso de Keylor, Varane, Marcelo y Kroos.

Dembélé no está completamente recuperado tras sus molestias físicas y se quedó fuera de una lista de 19 futbolistas en la que sí está el crack argentino

Cambiará la cara de su equipo titular Solari, que expresó públicamente el sentimiento del club por un calendario que considera injusto con un día menos de descanso que su rival en la ida y en la vuelta, introduciendo hasta seis novedades en el equipo titular. Febrero se antoja decisivo para el futuro de un Real Madrid que llega al Camp Nou unos días antes de su visita al Wanda Metropolitano el próximo sábado. «El Madrid siempre es favorito porque sale siempre a ganar. Vamos a pelear por todo, siempre hasta el final», advierte Solari.

Un 'clásico' entre semana normalmente corresponde a un torneo eliminatorio (Copa o Champions) y añade un nuevo tema de discusión cuando se miden los dos grandes españoles: el calendario. «Es apretado para todos», dijo Valverde después de que Solari hubiese calificado de «curioso» el hecho de que el Real Madrid fuese a descansar un día menos antes de los duelos con el Barcelona. «A veces le toca a unos descansar más días, otras veces a otros... Contra el Sevilla nosotros tuvimos menos días, en algún partido les puede tocar a ellos. Unas veces, ellos son perjudicados, otras veces somos nosotros. Hoy lo dice el Madrid; mañana, el Valencia; pasado, nosotros...», explicó el técnico.

El calendario ya fue un asunto manoseado durante la época en la que José Mourinho y Josep Guardiola estaban en los banquillos de ambos equipos. En aquellos años también se midieron a doble partido, no sólo en la recordada final de Mestalla resuelta con cabezazo del hoy ausente Cristiano. Fue en cuartos, en 2012, cuando Pepe pisó la mano de Messi en uno de los gestos a olvidar durante aquellos tensos duelos.

El último doble enfrentamiento en esta competición, en cambio, se remonta a 2013 y es de grato recuerdo para Raphael Varane. Con sólo 19 años, el defensa anotó en la ida (1-1) y en la vuelta (1-3) para clasificar a su equipo a una final... perdida con el Atlético en el Bernabéu. Un año después se produjo el último partido entre ambos en el torneo, aquella cita en Mestalla resuelta con la carrera de Bale ante Bartra hace casi ya 5 años. Y es que el Madrid es el último capaz de apartar de la gloria al Barça, que busca un reto que nadie ha logrado en los 117 años de historia de la competición: cinco títulos consecutivo.

En los últimos dos la portería la ocupó Jasper Cillessen que tras ser decisivo ante el Sevilla será baja por una rotura muscular ocupando su plaza Marc-André Ter Stegen.

Como si no hubiera un mañana, honrando la competición en juego, Barça y Madrid igualaron a un gol en el Camp Nou en el primero de los clásicos que las semifinales de la Copa ha dispuesto. Fueron una tablas tras un

Nada de aquel

Más allá de la

Barcelona

Ter Stegen, Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba, Busquets, Rakitic (Vidal, min. 63), Arthur, Coutinho (Messi, min. 63), Luis Suárez y Malcom (Alená, min. 76)

1

-

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Real Madrid

Keylor Navas, Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo, Modric, Llorente (Casemiro, min. 63), Kroos, Lucas Vázquez (Asensio, min. 84), Benzema y Vinicius (Bale, min. 63).

  • ÁRBITRO: Mateu Lahoz (Valenciano). Amonestó a Sergio Ramos, Semedo, Luis Suárez, Marcelo, Jordi Alba y Arturo Vidal. Expulsó a José Ramón de la Fuente, entrenador de porteros del Barcelona, en el minuto 73.

  • GOLES: 0-1. min. 6. Lucas Vázquez. 1-1. min. 57. Malcom.

  • INCIDENCIAS: Partido de ida de semifinales de la Copa del Rey, disputado en el Camp Nou. 92.008 espectadores.

Las bandas del equipo de Valverde fueron un auténtico suplicio y por allí, sobre todo por la que defendía Semedo y Malcom,

Carente del fútbol fluido y de toque al que tiene acostumbrado el Barça, las jugadas de peligro llegaron por propia inercia y obligación. Con el resultado en contra, empujaban los de Valverde con

Al no irle a la presión, el Barcelona se sintió más cómodo con triangulaciones más largas. Fue reencontrándose con su juego a medida que el Madrid parecía esperar el contragolpe definitivo para sentenciar el choque. Apenas llegaba a la portería de Ter Stegen (al que no se le recuerda parada de cierto empaque más allá del gol) y

Y con el empate a uno, saltaba el 10 culé para

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