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El Mirandés se vio superado por la Real Sociedad.

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El Mirandés se vio superado por la Real Sociedad. Tomás Alonso
COPA DEL REY

La Real Sociedad pone fin al sueño copero del Mirandés

El conjunto rojillo se vuelve a quedar a las puertas de la final de la Copa del Rey después de caer derrotado ante una buena Real Sociedad | A pesar de ello, el Mirandés vendió cara la derrota

Martes, 3 de marzo 2020

Fin al sueño copero del Mirandés. Un sueño alimentado a base de buen fútbol e ilusión, pero que se ha cruzado en el camino de la Real Sociedad. El conjunto rojillo volvió a quedarse hoy a las puertas de una final de la Copa del Rey tras caer derrotado, tanto en la ida como en vuelta, ante el equipo donostiarra, que se jugará el título frente al Athletic o el Granada. Eso sí, a pesar de la superioridad desplegada por el cuadro txuri urdin en Anduva, lo cierto es que el Mirandés vendió muy cara su piel. Así de hecho lo demuesta el marcador. Un escueto gol de penalti de Oyarzabal fue suficiente como para decantar definitivamente la eliminatoria.

CD Mirandés

Liomes, Alexander (Carlos Julio, 61), Odei, Sergio, Franquesa; Malsa, Guridi, Antonio Sánchez (Marcos Andrés, min.71); Álvaro Rey (Mario Barco, min.81), Merquelanz, y Matheus.

0

-

1

Real Sociedad

Remiro; Monreal, Le Normand, Elustondo, Zaldua; Zubeldia, Odegaard (Guevara, min.89), Mikel Merino; Oyarzabal (Bernetxea, min.77), Januzaj; y William José (Isak, min.65).

  • Goles: 0-1, min.39: Oyarzabal (penalti).

  • Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité murciano). Mostró tarjeta amarilla a Alexander y Mario Barco por el CD Mirandés y a Monreal y William José por la Real Sociedad.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de la semifinal de la Copa del Rey disputado en el estadio municipal de Anduva de Miranda de Ebro. Lleno absoluto en el feudo rojillo.

Llegaban los de Miranda llegaban a la cita con la ilusión por bandera, consciente que el resultado de la ida dejaba todo por decidir en Anduva, ese pequeño teatro de los sueños que tantas alegrías le ha dado al conjunto rojillo. Enfrente, una Real Sociedad hambrienta de títulos, quizá la que más y mejor fútbol ha desplegado en los últimos años, tanto en la competición liguera como en el torneo del KO. Eso sí, los de Alguacil venían sobre aviso. El Mirandés se había plantado en semifinales de la Copa del Rey por méritos propios, desplegando un fútbol por momentos excelso y reivindicando la calidad que atesora la Segunda División.

Una calidad que, sin embargo, no fue suficiente. Y es que, desde los primeros compases, fue la Real la encargada de asumir el control de la pelota y poner el ritmo que quiso al partido. Odegard y Merino ganaron la batalla del centro del campo a un Malsa más gris de lo habitual, mientras Oyarzabal y Januzaj abrían el juego por las bandas en busca de una buena internada que les permitiera poner la pelota en zona peligrosa.

Mientras tanto, el Mirandés, bien plantado en zona defensiva pero algo falto de creatividad, buscaba con insistencia la carrera de Álvaro Rey y Matheus, que mantuvo una bonita pugna con los centrales donostiarras.

En ese escenario, fue la Real la que más lo intentó. En el 8, Odegaard cazaba un buen balón en el área y enganchaba un cabezazo que se marchaba desviado por poco. Y en el 25, William José ganaba un balón en el pico del área y se inventaba un derechazo que obligaba a Limones a estirarse para atajar el disparo.

El Mirandés sufría, y sólo Merquelanz, con varios balones parados, parecía capaz de generar peligro sobre la portería de Remiro. Ya en el 34, Januzaj firmaba la ocasión más clara de la primera parte, cazando un buen centro de Oyarzabal en el segundo palo y probando con un disparo que acabó estrellándose en un defensor.

La Real estaba empujando al Mirandés y no tardaría en encarrilar el choque. Y es que, en el 39, Zaldúa ganaba línea de fondo, filtraba un buen pase al corazón del área y Malsa cortaba el centro con la mano. El colegiado no lo dudaba y señalaba el punto de penalti, desde donde Oyarzabal no perdonaba.

La Real acababa de encarrilar el partido y, sobre todo, la eliminatoria, haciendo bueno el resultado del partido de ida y abriendo brecha en el resultado global. Y a punto estuvo de incrementar la ventaja al filo del descanso, con un buen zapatazo lejano de Merino que se encontró con las manos de Limones.

Tras el paso por vestuarios, el guión del choque cambió poco. Cierto es que el Mirandés intentó dar un paso al frente, estirando las líneas y abriendo el campo para intentar meter mano a la Real, pero Alguacil había tomado nota del partido de ida y sus jugadores estaban secando la línea ofensiva rojilla, anulando las internadas de Álvaro Rey y Matheus y ganando la práctica totalidad de las segundas jugadas.

Nada más regresar de vestuarios, Januzaj pudo poner el segundo con un buen zurdazo escorado que se estrelló en el larguero tras superar a Limones, mientras el Mirandés se encomendaba a las transiciones rápidas en busca de un gol que le metiera en el partido. Guridi probaba con un disparo seco desde la frontal, y minutos después, Merquelanz ponía a prueba a Remiro con un buen libre directo que se envenenó. Pero quizá, la mejor del Mirandés la tuvo Matheus en el 69 con un cabezazo demasiado tímido.

El Mirandés tenía que arriesgar e Iraola lo vio claro, dando entrada a Marcos André y Mario Barco para poner a tres delanteros sobre el césped. Sin embargo, la Real seguía muy bien plantada sobre el césped de Anduva y apenas dejaba opciones a un conjunto rojillo que acabó tirando de orgullo para, al menos, dejar el pabellón en todo lo alto.

Sin emabrgo, el gol acabó siendo esquivo. La Real aguantó bien plantada, achicó balones y respondió con garantías a las postreras acometidas del Mirandés, que a pesar de la derrota puede pasear con orgullo su escudo por el fútbol español.

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