Los jóvenes tiran del Barça con sufrimiento

Ganar o ganar. No hay más cuentas para el Barcelona de aquí en adelante si realmente quiere luchar por estar en los primeros puestos de la clasificación al final del torneo liguero. El conjunto que dirige Xavi afronta este sábado ante el Elche un partido clave para levantar la moral de la tropa tras los varapalos en Liga y Champions y para tener un punto de inflexión en un mes de diciembre catastrófico. Los culés han disputado cuatro partidos, incluyendo la Maradona Cup, y no han sumado ninguna victoria, una tendencia que necesitan corregir de inmediato para cambiar las sensaciones antes de terminar el año.

«Necesitamos una victoria ya para cambiar la dinámica como sea. Vamos a por los seis puntos. Estamos haciendo las cosas bien, pero no nos llega para competir», aseguró Xavi este viernes en la rueda de prensa previa al encuentro ante el Elche. Ese «como sea» refleja a la perfección el sentimiento de un equipo que ansía buenas noticias para salir de un agujero muy profundo. El 'efecto Xavi', ese que atrajo fans al Camp Nou y puso a Joan Laporta una sonrisa de oreja a oreja, se ha diluído en las últimas semanas a medida que los golpes se han ido acumulando y han convertido el partido ante el Elche en una prueba más para ver cómo de grande es la crisis deportiva que vive el equipo.

Para salir de ese bache, el Barcelona tiene dos finales en apenas tres días. El Elche este sábado y el Sevilla el martes pondrán a prueba la fortaleza de un equipo, el culé, que llega a la cita una vez más con la enfermería hasta arriba. Xavi no podrá contar por lesión con Jordi Alba, todavía con una sobrecarga muscular, Pedri, Sergi Roberto, Ansu Fati, Memphis Depay y Martin Braithwaite. Además de estas bajas, tampoco estará en el césped del Camp Nou Gerard Piqué, sancionado por acumulación de amonestaciones. Estas ausencias obligarán de nuevo al técnico de Tarrasa a formar un once de circunstancias.

El escenario, el Camp Nou, y el rival, son a priori propicios para que el Barça deje atrás la mala racha de resultados. El conjunto ilicitano llega a la cita metido de lleno en los puestos peligrosos de la clasificación. El equipo que dirige Francisco Rodríguez se ha mostrado irregular desde que comenzara el curso y sus números lejos del Martínez Valero invitan al optimismo en la familia blaugrana. Los franjiverdes apenas han sumado cinco puntos fuera de su estadio y solo Getafe, Espanyol y Levante tienen peores cifras en este apartado.

Las sensaciones en el Elche no son las mejores tras perder ante el Valencia la pasada jornada, pero Francisco recupera para la cita a un jugador importante como Johan Mojica. El lateral colombiano ha dejado atrás sus problemas físicos y «está listo para ser titular», tal y como reconoció su técnico. Así las cosas, el equipo de Francisco llegará al Camp Nou con la únicas ausencias de Benedetto, por molestias en un tendón, Casilla y Pedro Bigas.

«Debemos enfrentarnos a ellos como si fueran el mejor de la historia», afirmó Francisco. Nada más lejos de la realidad. El Barça está en crisis y eso pretende aprovecharlo el Elche para hacer historia y llevarse para casa tres puntos del Camp Nou por primera vez. Los ilicitanos nunca han ganado a los culés a domicilio y llevan sin doblegar a su rival de este sábado desde 1974, con Johan Cruyff vestido de corto.

El Barça sudó de lo lindo ante el Elche para poner fin a la mala racha de resultados que arrastraba durante todo el mes de diciembre. El equipo de Xavi Hernández se impuso finalmente 'in extremis' en un partido en el que los culés desperdiciaron una ventaja de dos tantos y en el que se volvió a poner de manifiesto que los jóvenes de La Masia han llegado para quedarse. Ferran Jutglà, Gavi y Nico marcaron y dieron un triunfo vital al Barcelona para salir de la crisis.

Los de Xavi saltaron al césped sin miedo a las consecuencias. Ni las malas sensaciones ni los resultados han desgastado a un técnico que sigue con la idea de que su equipo sea protagonista y de presionar en campo contrario. Con esa meta, refrescó el ataque con la entrada de Jutglà, el Ferran que en este momento tiene a mano. El plan le salió a la perfección. El ex del Espanyol tiene la energía que su equipo necesita para que el rival no salga fácil desde atrás y la profundidad de la han carecido los azulgranas en la primera mitad del campeonato.

Jutglà tiene además lo que es más urgente en este momento para Xavi, el gol. Lo demostró ante Boca Juniors, lo repitió cuando le anularon un tanto ante el Elche en los primeros compases de encuentro y lo certificó al rematar un córner botado por Dembélé. Jutglà se elevó y puso el sello a un inicio de partido ilusionante en el que los culés tuvieron el dominio y en el que consiguieron maniatar a los de Francisco en todo momento.

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La algarabía del Camp Nou no iba a terminar ahí. «Los jóvenes son el pilar de este Barça», dijo Xavi tras el empate ante Osasuna en lo que pareció ser una profecía. Jutglà abrió el marcador y Gavi fue el que devolvió la sonrisa a un estadio que desconfiaba del buen inicio de su equipo. El menudo futbolista, de apenas 17 años, fue omnipresente en la primera mitad y dejó un tanto de esos que copan los vídeos de 'highlights'. Con un taconazo se deshizo de Mascarell, con una finta dejó atrás a Roco y con un disparo cruzado firmó el segundo gol y devolvió la tranquilidad a un Xavi que se preparaba para su primera tarde plácida desde que aterrizó en el banquillo blaugrana. No sabía lo que le esperaba.

El Barça había firmado los mejores primeros 45 minutos del curso pero pronto iban a reaparecer todos sus fantasmas. Los culés mantenían el mismo discurso pese a la ventaja en el marcador y el Elche tomó nota para lanzar contragolpes. Así avisó con dos ocasiones de Lucas Boyé y así enmudeció al Camp Nou acto seguido en una acción que desnudó todas las carencias defensivas azulgranas. Lucas Boyé hizo un simple cambio de orientación y plantó solo a Tete Morente ante Ter Stegen para que este recortara distancias con un disparo cruzado.

El tanto animó a un Elche que olió las dudas de un Barça que a día de hoy es un gigante con pies de barro. Sin apenas tiempo para digerir el gol, Tete Morente encaró a Jordi Alba y puso un centro para que Pere Milla igualara el marcador y dejara al Camp Nou incrédulo en apenas un minuto. Los cambios de Francisco y el plan del Barça habían convertido el duelo en un ida y vuelta en el que Xavi debía mediar para retomar el control del choque o sacar provecho del mismo. El técnico de Tarrasa dio entrada a Nico y el gallego, que es más bien de lo segundo, iba a poner el colofón a la montaña rusa al culminar una pared entre Dembélé y Gavi y cerrar un triunfo más sufrido de lo que se atisbaba en la primera mitad.

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