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Sergio Ramos felicita a Bale por su gol. Rodrigo Jiménez (Efe)
Jornada 28

Los olvidados de Solari son los puñales de Zidane

Isco y Bale sellan los tantos que permiten abrir con victoria el retorno de la leyenda marsellesa al banquillo del Real Madrid

Óscar Bellot

Madrid

Sábado, 16 de marzo 2019, 07:31

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Frente al mismo rival al que confrontó por última vez en el Santiago Bernabéu, el Celta, pero con su equipo en un punto muy distinto del que lo dejó, Zinedine Zidane regresa al coliseo que le venera como un mito para comenzar la reanimación del Real Madrid. La noticia de su vuelta ha disipado la congoja que embargó al madridismo tras la eliminación en octavos de final de la Liga de Campeones, trocada ahora por la lógica ilusión que despierta el retorno de un entrenador que inscribió con letras doradas su nombre en los libros de historia del fútbol al ser el primero capaz de abrochar tres 'orejonas' consecutivas y en sus tres primeras campañas en la élite. Los cinco últimos entorchados de la máxima competición continental que lucen las vitrinas del templo de Chamartín llevan su impronta, ya que facultó también la 'novena' con aquella indeleble volea en Glasgow y auxilió a Carlo Ancelotti en la consecución de la ansiada 'décima' en Lisboa. Como si de un zahorí se tratase, la parroquia y la plantilla blancas se encomiendan a aura para recuperar el vigor perdido con su marcha el pasado 31 de mayo y la posterior salida de Cristiano Ronaldo, con el que conformó el eje sobre el que pivotó un lustro glorioso.

A Zidane se le ha recibido como si portase una varita mágica capaz de resucitar a un muerto. Enterrado por el Barcelona y el Ajax en el curso de siete días infernales que sellaron el ataúd de Santiago Solari como entrenador del trece veces campeón de Europa, el Real Madrid busca ahora emerger de las catacumbas para acreditarse en la próxima edición de la Liga de Campeones y terminar de la mejor manera posible una de las campañas más convulsas que se le recuerdan.

Once partidos para cerrar el curso al dictado del marsellés, que intentará emular el desempeño liguero de su primera temporada como entrenador de máximo nivel, cuando cogió al equipo en la jornada 19 tras la destitución de Rafa Benítez y cosechó 17 victorias, dos empates y una única derrota hasta el término de un campeonato en el que llegó a rozar el título gracias a una extraordinaria recta final en la que encadenó doce triunfos consecutivos.

«No voy a hablar de que vamos a ganar la Liga. No estoy en esta línea, pero nuestro deber es creer hasta el final», dijo este viernes el francés, tratando de mantener las expectativas dentro de lo cabal y evitar que se dispare la euforia. Lo cierto es que le aguarda un reto mayúsculo: recomponer a una escuadra con mucho menos músculo que aquella que tuteló en su anterior etapa antes de comenzar a planificar la próxima temporada y configurar una plantilla a su gusto.

Un nuevo amanecer

Hasta entonces, borrón y cuenta nueva. Se lo dijo a sus futbolistas en la primera sesión en Valdebebas tras su inesperado regreso y lo volvió a dejar claro este viernes. Contará con todos, lo que incluye a Isco y Marcelo, que vuelven a ver el sol tras el papel de comparsas que les adjudicó Solari. El malagueño entró en la convocatoria de Zidane tras no figurar en la última del argentino, lo que ya es una novedad. A ambos los ve en condiciones de jugar desde ya, aseguró el francés, que incluso podría darles la alternativa ante el Celta.

Un encuentro que empezará a tamizar el impacto de su revolución. Hombres intocables con Solari como Courtois o Reguilón sienten ahora la presión de sus pares Keylor Navas y Marcelo, dos de los baluartes de la primera era Zidane, que tendrá que abrir la segunda sin los lesionados Vinicius, Carvajal, Lucas Vázquez y Marcos Llorente, además del sancionado Casemiro. Las ausencias del '14' y del '18' dejan al galo sin mediocentro de contención, por lo que tendrá que ubicar ahí a Kroos, al que no le gusta la demarcación, o probar con Fede Valverde, con el que apenas tuvo contacto en su anterior periplo. Marco Asensio se perfila como titular en lo que también debe ser un punto de inflexión para el balear, que vivió sus días más felices con el francés. Isco y Bale, recuperado ya de sus molestias de tobillo, se disputan el otro puesto en el frente de ataque, que completará Benzema.

En puestos de descenso tras sacar sólo uno de los últimos quince puntos en liza y llevar 270 minutos sin ver puerta, lastrado por la crucial baja de Iago Aspas, al que esperan recuperar en Vigo para después el parón de selecciones, el Celta afronta la primera salida con Fran Escribá consciente de la «dificultad» de ganar al Real Madrid en su estadio pese a que los blancos llevan cuatro derrotas seguidas en su feudo, pero sabedor de que dar allí un zarpazo supondría un «refuerzo moral» en su lucha por la supervivencia. La entrada de Jensen para reforzar la medular podría ser una de las novedades respecto al once que cayó hace una semana frente al Betis. Kevin Vázquez suplirá al sancionado Hugo Mallo en el lateral derecho.

Los olvidados de Santiago Solari fueron los puñales de

Recuperó, tras un primer tiempo anodino, la felicidad el templo de La Castellana

Uno de los grandes interrogantes del partido era la

Real Madrid

Keylor Navas, Odriozola, Varane, Sergio Ramos, Marcelo, Kroos, Modric (Fede Valverde, min. 76), Isco (Ceballos, min. 63), Asensio, Bale y Benzema (Mariano, min. 81).

2

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0

Celta

Rubén, Kevin, Costas, Araujo, Juncà (Hoedt, min. 4), Okay (Beltrán, min. 75), Lobotka, Sisto, Brais Méndez, Boufal (Hjulsager, min. 67) y Maxi Gómez.

  • Goles: 1-0: min. 61, Isco. 2-0: min. 76, Bale

  • Árbitro: Martínez Munuera (colegio valenciano). Mostró amarilla a Bale.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la vigesimoctava jornada de Liga, disputado en el Santiago Bernabéu ante 65.054 espectadores.

Sufrió pronto un contratiempo el Celta con la lesión de Juncà nada más comenzar el encuentro, lo que dejaba a los celestes sin sus dos carrileros titulares ya que Hugo Mallo estaba sancionado. Situó Zidane a Isco como acompañante de Benzema.

Carecen los blancos de rigor táctico y tono físico, lo que les hace sufrir ante cualquier rival. Le pasó en Zorrilla con Solari y volvió a sucederle en el Bernabéu al dictado de Zidane. Tres sesiones pueden valer para colocar algún parche en lo anímico pero son

Hilvanó mejor el juego el Madrid a vuelta de vestuarios. Marcelo era un puñal por la izquierda, por donde también percutía Bale, más activo que otros días. De un córner forzado por el galés llegó la polémica con el

Zarandeado por Solari, que reprochaba su falta de actitud y mala forma física, recompensó Isco la confianza que depositó en él Zidane empujando la bola a la red para rubricar una fantástica acción de Marco Asensio. Se empeño el balear en sacar adelante una conducción, abriendo a trompicones para que

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