Oviedo se pinta de rojinegro para llevar en volandas al Mirandés

Miranda de Ebro desembarca en Asturias con el propósito de «desarmar» al Real Oviedo. Con una batalla en mente, la de un equipo que esta noche puede conquistar la categoría dorada del fútbol español, una marea rojilla ha inundado desde bien temprano el corazón de una Vetusta también muy entregada a su equipo.

Y es que Oviedo luce blanquiazul, pero el mirandesismo no ha desaprovechado la ocasión de vivir en persona un embate histórico. Cientos de personas, ataviadas con su indumentaria rojinegra han invadido las calles ovetenses con el firme objetivo de aupar al Mirandés en la consecución de un sueño que hace unos meses resultaba inimaginable. Parecía que la «espinita» permanecería «en el corazón» jabato de por vida, pero lo cierto es que el conjunto de Alessio Lisci está más cerca que nunca de escribir una página para los anales del club del Ebro.

A las 21:00 horas, los rojillos se disputan en el Carlos Tartiere la vuelta de la final del playoff de ascenso a Primera División. Y con un gol de ventaja, de momento la batallas se presenta favorable. Además, los jabatos no combatirán solos.

A pesar de la escasez de entradas ofertadas en Miranda, quienes han conseguido un hueco en el graderío visitante llegan dispuestos a dejarse la voz. Era de presuponer, teniendo en cuenta que las cuatrocientas localidades disponibles —repartidas mediante sorteos a abonados y peñas como los Jóvenes Jabatos, los Rojillos de Aquende o el Komando Kemando— volaron sin poder siquiera salir a la venta.

Por lo pronto, las buenas intenciones quedan constatadas. «Jamás te dejará esta hinchada», corea una multitud de aficionados reunidos en torno a la gastronomía astur de la calle Gascona.

Una columna de fieles llegada en una expedición de cinco autocares ya canta por Miranda en representacion de la gran mayoría que esta noche vivirá el partido en casa. Porque Miranda estará hoy pendiente de su equipo. Se paralizará por 90 minutos y, si todo sale bien, volverá a rugir de madrugada.

No en vano, el club ya ha anunciado que el equipo regresará a Anduva a las 4 y cuarto de la madrugada y, pase lo que pase, sus jugadores no estarán solos.

Miranda late al unísono, «orgullosa» de un conjunto que, prácticamente desde el inicio de la temporada, dejó patente su talento, su arrojo e implicación.

La «fe» cae del lado de la afición, que «si no fuera por ella no estaría aquí», tañ y como reconocía Roberto Mardones, presidente del Komando junto a uno de sus más distinguidos peñistas, Kangu.

Hoy la ciudad rojilla no se rinde. Se arma de ilusión y de coraje, sin dejar de lado la pasión de una afición que, en realidad, no entiende de categorías. Todo listo para la batalla.

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