Sabadell aplaza la venta de TSB y apuesta por seguir en solitario

Banco Sabadell ha celebrado este viernes su junta de accionistas en un ambiente que los principales directivos del banco tardarán en olvidar. Primero, porque se han repetido las limitaciones de asistencia presencial en plena crisis del coronavirus. Segundo, y más importante, porque el encuentro ha supuesto el estreno de César González-Bueno como nuevo consejero delegado del banco, en sustitución de Jaume Guardiola, que abandona el banco tras trece años en la entidad.

«Banco Sabadell encara el futuro habiendo cubierto los potenciales impactos de la crisis de la Covid-19, y mejorando sustancialmente su base de costes», ha indicado el directivo en su último discurso ante los accionistas, deseando suerte a su sucesor ante el reto de recuperar la confianza en un banco cuya viabilidad en solitario ha sido puesta en duda en el último año.

«Es un enorme orgullo pasar a formar parte del equipo de Banco Sabadell y asumo con gran ilusión el reto de dirigir la entidad en esta nueva etapa», ha explicado González-Bueno durante su intervención. «El gran equipo del banco y yo mismo vamos a concentrar nuestros mejores esfuerzos en aumentar la creación de valor para el accionista y en proyectar el banco hacia el futuro, generando un impacto positivo en los clientes, los miembros de la organización, la economía y la sociedad. Señoras y señores accionistas, me esforzaré en ganar su confianza», ha indicado durante el encuentro.

El directivo ha explicado los cambios organizativos que el consejo del banco aprobó la pasada semana, con tres líneas de negocio en las que ahora se centrará la entidad entre Particulares, Empresas y Banca Corporativa, cada una con su propia autonomía. Pero será la digitalización del minorista y su experiencia en empresas los pilares de la nueva hoja de ruta de la entidad.

De cara al nuevo plan estratégico que presentará en mayo, González-Bueno ha confirmado que la entidad seguirá apostando por sus filiales internacionales en México y, sobre todo, Reino Unido, pese a los quebraderos de cabeza que la británica TSB ha dado al banco de origen catalán en los últimos años. «En ambas geografías no se contempla iniciar ningún proceso de venta en un futuro próximo y seguirán con un foco claro en acelerar la senda de rentabilidad y aumentar su contribución financiera al Grupo», ha asegurado González-Bueno.

El banco también cierra la puerta a una posible fusión «por el momento», tras el fracaso de las negociaciones con BBVA el pasado año al estimar «que la operación no era atractiva para los accionistas y que el banco tiene un amplio recorrido para mejorar sus resultados y su cotización».

Así lo ha expresado el presidente de la entidad, Josep Oliu, durante su intervención, en la que también ha defendido la capacidad del Sabadell de continuar camino en solitario. «Se han puesto los cimientos para un Sabadell independiente y rentable», ha expresado.

El banquero también ha transmitido un mensaje de calma a los accionistas, que en los últimos años han sufrido el desplome de las acciones del banco y que este 2021 deben lidiar, además, con la confirmación de que no habrá dividendo con cargo a 2020. «El Consejo de Administración ha hecho un intenso ejercicio de reflexión estratégica, junto al equipo directivo y asesores externos, y hemos determinado poner foco en la actividad doméstica durante los próximos años junto a la también importante diversificación internacional, buscando valor en aquellos negocios que puedan producir mayor rentabilidad para el accionista».

Durante la junta, Oliu ha querido hacer una reflexión sobre la situación económica española, tras conocerse hoy una caída histórica del PIB del 10,8% en 2020. En este sentido, destacó el papel de los fondos europeos para la recuperación. «Es fundamental no solo tener la capacidad de aprovechar la oportunidad de los fondos Next Generation para proyectar nuestra economía hacia el futuro, sino también, y de forma complementaria, proveer de ayudas directas para compensar los costes fijos que se han producido en las empresas durante las restricciones», ha indicado el presidente del Sabadell. «Empresas que con ello son perfectamente viables y pueden contribuir, por tanto, al mantenimiento de nuestro tejido productivo y del empleo».

Además de las cuentas de 2020, los accionistas del banco han aprobado la nueva política de remuneración de la entidad, con un nuevo sueldo fijo para el presidente no ejecutivo de 1,5 millones de euros. Oliu podrá compensar así en parte lo que dejará de percibir como primer ejecutivo del banco, sin la retribución variable de 530.000 euros que cobró en 2019, antes de la suspensión de este pago durante la pandemia.