Borrar
Plaza de los Castaños, donde bajo su suelo estaba la iglesia de San Lorenzo, el Viejo. JCR
Burgos Misteriosa

El templo oculto en Burgos que fue la primera Catedral

En la plaza de los Castaños hay un templo bajo tierra, es posible que sean dos. Es la iglesia de San Llorente, o San Lorenzo el Viejo. Se sabía de su existencia, pero no fue hasta 1985 cuando aparecieron sus restos tras la reurbanización de Fernán González

Sábado, 1 de marzo 2025

El subsuelo de Burgos es un secreto aún por descubrir. La urbe medieval estaba unos metros por debajo de la actual y ahí se custodian secretos avalados por leyendas unos, por la Historia otros. Cuando hace 40 años aparecieron los restos de la iglesia de San Lorenzo el Viejo, o San Llorente, se empezó a escribir un capítulo conocido, pero inédito, del Burgos medieval.

El que fuera canónigo fabriquero de la Catedral de Burgos, Agustín Lázaro, se preocupó por investigar y estudiar este templo y, ayudado por otras fuentes, logró descifrar que por debajo de la iglesia románica, había otro templo anterior. Lázaro conocía estos restos porque en su investigación hizo un recorrido por el subsuelo, en un pasadizo que conducía al templo desde una entrada oculta en un antiguo edificio, hoy derribado y sustituido por otra edificación, en la esquina de Fernán González y plaza de Los Castaños.

Desde ese pasadizo se accedía a una antigua cripta. La desgracia del ser humano y el afán por olvidar las raíces y sustituirlas por cemento y ladrillo, ha hecho que ya nunca se pueda acceder a las dependencias de este templo y a su cripta. Esa parte de la Historia de la ciudad está bajo hormigón, tierra y cascajo. Y es irrecuperable.

Cuando los pies -del caminante, del peregrino, o del ciudadano que solo pasea por la ciudad- pisan el empedrado de las escaleras de la plaza de los Castaños, lo están haciendo en suelo tan sagrado como el de cualquier catedral. En este lugar se concentran las fuerzas telúricas del interior de la ciudad vieja que hace 40 años resurgió y descubrió el Burgos oculto.

Los barrios altos de la ciudad, los que colindan con el Castillo, fueron la primera ciudad, los primeros burgos. Como ciudad, propiamente dicha, Burgos existe desde su fundación en el año 884, por el conde asturiano Diego Rodríguez, el Porcelo. En las laderas del Castillo se configura esa nueva urbe que sólo dos siglos después de su fundación se convertirían en la más próspera de las tierras ganadas a los árabes.

Existen documentos del siglo X que demuestran que en Burgos existió un concejo, desde el año 941. Y todo, en torno a dos fortalezas, una más importante que la otras en los cerros de El Castillo y en el de San Miguel. A sus faldas, los burgos que nacieron en torno a sus iglesias, como detalla Javier Iglesia, en 'condadodecastilla.es'.

A saber, «Santa Cruz y San Julián en la ribera izquierda del río Arlanzón (914); San Torcuato (941); Barrio de Las Eras (950); iglesias de San Saturnino y San Llorente o San Lorenzo el Viejo (1039) e iglesia de San Esteban (1073) y la ermita de La Rebolleda. Algunos de esos templos están bajo nuestros pies. Si se descubrió San Llorente, ¿por qué no los demás?

Varias fuentes apuntan que el templo de San Llorente fue ordenado construir por el mismísimo Fernán González y que en ella armaba a sus caballeros a sus huestes. Esta iglesia pasó a estar bajo la jurisdicción del más importante monasterio del medievo en Burgos, San Pedro de Cardeña; un intercambio de propiedades devolvió su propiedad a la corona en el siglo XI.

Sede catedralicia

Antes de la construcción de la actual Catedral de Burgos, gótica, existió otra, románica, que era la sede episcopal recién traída un par de siglos antes desde la primitiva Auca -por cierto, diócesis oficial del Papa Francisco cuando fue obispo auxiliar de Buenos Aires-. San Llorente, o San Lorenzo el Viejo, fue sede episcopal hasta 1230, nueve años después de que se empezara a construir la actual seo burgalesa. Unos siglos después cayeron en la ruina total y en 1783 acabó derribada.

Dos templos ocultos

En 1985, el Ayuntamiento decidió reformar la pavimentación de la calle Fernán González y la plaza de los Castaños. No fue una sorpresa encontrarse con restos arqueológicos de la primitiva iglesia de San Llorente o San Lorenzo el Viejo, pero sí el nulo interés de las administraciones por sacar a la luz esa riqueza tan extraordinaria que era el templo.

Esta circunstancia atrajo la atención del que por entonces fabriquero de la Catedral Agustín Lázaro. Porque ese lugar era historia sagrada de la ciudad. Ya el Becerro Gótico de Cardeña ya en el siglo XI sabía del lugar. Lázaro remitió un escrito al Diario de Burgos en el que contó, como explica el historiador Jesús Ojeda en su blog esta intrigante historia.

El fabriquero explicaba de que desde un patio de la casa que hacía esquina se «abría una puerta que comunicaba con una sala cubierta con bóveda de medio cañón dividida en tres compartimentos por arcos fajones de medio punto». Era una cripta funeraria de Gonzalo Ruiz de Compludo y su esposa Elvira, nada menos que los abuelos de uno de los burgaleses más ilustres de la historia de la ciudad, Francisco de Vitoria.

Valdivielso

Las fuentes que aportan datos sobre este templo son fiables y en cantidad. No son sólo Lázaro o el Padre Flórez, o Domingo Hergueta o Eloy García de Quevedo. El historiador Braulio Valdivielso, en su libro 'Burgos en el Camino de Santiago' apunta que bajo la «iglesia románica debió haber un primitivo templo», que hacía de cripta, porque estaba a un nivel inferior, de la posterior de San Lorenzo el Viejo.

En noviembre de 2008, Izquierda Unida, cuya sede está sobre esas ruinas, solicitó al A Ayuntamiento como a la Dirección Provincial de Patrimonio, la realización de un estudio arqueológico profundo sobre la antigua iglesia de san Llorente y su posterior puesta en valor. Esa petición duerme en algún cajón de las administraciones locales y regionales.

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta El templo oculto en Burgos que fue la primera Catedral