Puigdemont, reelegido presidente del Consejo para la República

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha sido reelegido este martes en Canet de Rosselló (Francia) presidente del Consejo para la República, la pseudo organización institucional creada por el dirigente nacionalista para seguir teniendo un papel en la dirección del movimiento independentista. Puigdemont ha recibido el 87% de los votos de la Asamblea de representantes, el Parlamento paralelo integrada en toda esta estructura privada, sustentada por 100.000 seguidores que pagan su cuota de socios. Recientemente, el Consejo creó también un «Ministerio de Exteriores». «Asumo el cargo con responsabilidad y honor», ha dicho tras ser elegido. «Emocionado como el día que fui investido presidente de la Generalitat», ha señalado. Se ha impuesto al profesor de la Escuela de Ingeniería Industrial de la UPC, Joan Ramón Comà. Después de su elección, ha sonado el himno catalán y se han escuchado gritos a favor de «la terra lliure».

A pesar del fracaso de 'procés', Puigdemont mantiene la retórica rupturista. El expresidente plantea el Gobierno paralelo que dirige, desde el que se presenta como el «presidente legítimo» de Cataluña, como la única «institución republicana» capaz de generar un «punto de inflexión» en el 'procés'. El dirigente nacionalista se resiste a abandonar la presidencia de Junts, si bien ha habido miembros de la asamblea que se lo han pedido. No deja la dirección de su partido porque correría el riesgo de perder poder dentro del independentismo y ha cargado contra el Govern catalán, que considera «autonomista», pues a su juicio no tiene una hoja de ruta creíble para alcanzar la independencia. Puigdemont insiste en reclamar su papel como líder del movimiento, un rol que ERC y Aragonès le niegan y que es el origen de las disputas en esta legislatura. El expresidente de la Generalitat ha señalado que el Consejo debe «liderar» el debate sobre cómo el independentismo avanza a partir del referéndum ilegal del 1-O y de la declaración unilateral de independencia del 27-O. Se ha ofrecido además como representante del secesionismo para negociar con el Gobierno ante la comunidad internacional, como si se tratara de un proceso de paz.

Puigdemont ha arremetido también contra los partidos soberanistas, a los que ha responsabilizado de la división que hay en el nacionalismo catalán. «No ha funcionado la relación del Consejo con los partidos», ha denunciado. La crítica iba para ERC y la CUP, que se han desvinculado del Govern 'fake' de Puigdemont. «Hay partidos que se ha involucrado y otros no», ha reprochado. «Pero ya lo hemos superado. Nos hemos emancipado de los partidos. Lo que se decide aquí ya no se somete a las ejecutivas», ha rematado.

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