Tordómar: historia milenaria, ocio familiar y un viaje al cielo estrellado

Este encantador pueblo de la provincia de Burgos combina un valioso legado medieval con muchas actividades, lugares de ocio para verano y propuestas innovadoras, como talleres de astronomía y cursos universitarios que lo convierten en un destino ideal si todavía no lo has descubierto.

Enclavado en el entorno natural del valle del Arlanza, Tordómar es uno de esos lugares que sorprenden por su capacidad de fusionar historia, cultura y ocio moderno en un solo lugar. A apenas 30 kilómetros de Burgos capital, este pequeño municipio ofrece un atractivo recorrido por su pasado medieval y, al mismo tiempo, se proyecta como un punto estratégico del turismo astronómico y de naturaleza en la provincia.

La historia de Tordómar está marcada por la presencia del monasterio de San Pedro de Valeránica, fundado en el siglo X junto al río Arlanza. Este centro monástico fue uno de los más importantes de la Alta Edad Media en Castilla y destacó por su scriptorium, donde se copiaban e iluminaban manuscritos religiosos con un cuidado y arte excepcionales.

Entre los copistas más reconocidos de esta época se encuentra Florencio, un monje escriba que trabajó en Valeránica y dejó obras de enorme valor histórico y artístico, como la Biblia visigótica que actualmente se conserva en San Isidoro de León. Uno de los pocos restos físicos del monasterio que han llegado hasta nuestros días es un cancel de piedra caliza, que puede admirarse en el Museo de Burgos. Tallado con motivos vegetales de inspiración visigoda, este relieve es testimonio del alto nivel artístico alcanzado por el taller de Tordómar en el siglo X.

Para quienes deseen profundizar en esta parte de la historia, la Universidad de Burgos (UBU) ha organizado un curso de verano los días 3 y 4 de septiembre, centrado en el legado del scriptorium de San Pedro de Valeránica, una oportunidad única para entender cómo este pequeño pueblo fue, en su día, un referente del saber y de la producción cultural.

Además de su interés histórico, Tordómar se ha consolidado como un destino perfecto para disfrutar del verano en familia. Uno de sus principales atractivos es su complejo de piscinas municipales, amplias, limpias y rodeadas de zonas verdes. Un lugar perfecto para pasar un día de ocio con niños, amigos o en pareja, refrescándose y desconectando en plena naturaleza.

Este 2025, el pueblo también se suma a las propuestas más innovadoras en turismo científico.

El próximo 4 de agosto, Tordómar acogerá un taller de observación nocturna pensado para todas las edades. La actividad comenzará con una charla teórica sobre el cielo nocturno, seguida por sesiones de avistamiento de estrellasen grupos organizados.

La iniciativa forma parte de un ambicioso plan provincial de cara al gran eclipse total de sol de 2026, para el que se habilitarán seis zonas especiales de observación en Burgos, con servicios adecuados para los visitantes. Para gestionar toda esta programación, se ha creado una página web oficial, donde se puede consultar información actualizada, inscribirse en los talleres y conocer los mejores puntos de observación del eclipse.

Estas acciones se alinean con el Plan Estratégico de la Provincia de Burgos 2025 (PEBUR2025), que apuesta por la creación de productos turísticos innovadores para dinamizar el entorno rural. Tordómar se presenta así como un claro ejemplo de cómo un pequeño municipio puede conservar su legado histórico y, al mismo tiempo, ofrecer experiencias contemporáneas y de calidad.

Quienes visiten Tordómar este verano encontrarán una puerta al pasado, espacios de disfrute al aire libre y una mirada hacia las estrellas, todo en un mismo lugar.

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