Burgos se desmarca y suma 4.595 segundas residencias mientras caen en el resto de Castilla y León
La provincia lidera el aumento de viviendas de uso esporádico, en contraste con la tendencia regional de transformar segundas residencias en hogares habituales.
Mientras Castilla y León transforma cerca de 10.000 segundas residencias en viviendas habituales, en Burgos crecen este tipo de propiedades temporales en más de 4.500 unidades.
En un contexto general de reconversión del parque inmobiliario de Castilla y León, donde unas 10.000 segundas viviendas pasaron a ser principales en solo un año, Burgos rompe la tendencia regional. Según los últimos datos del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, la provincia registró un incremento de 4.595 segundas residencias en 2024, siendo la provincia castellanoleonesa donde más crecieron este tipo de inmuebles, según publica Ical.
Este fenómeno contrasta con la dinámica de otras provincias como Valladolid, Ávila o Segovia, donde miles de viviendas de uso esporádico se han convertido en hogares familiares tras el impulso pospandemia y el auge del teletrabajo. Solo en Valladolid, por ejemplo, 8.044 segundas residencias fueron dadas de baja en favor del uso habitual.
Más casas vacías
Burgos cuenta actualmente con 278.832 viviendas, de las cuales 123.469 son segundas residencias, lo que la sitúa como la segunda provincia de la Comunidad con más casas de este tipo, solo por detrás de León. Mientras en otras provincias el parque de viviendas principales se amplía a partir de la reconversión del stock vacacional, en Burgos la vivienda secundaria sigue ganando peso.
A nivel autonómico, Castilla y León cerró 2024 con un parque residencial de 1,84 millones de viviendas, de las cuales 1,06 millones son principales y 786.482 secundarias, una cifra en descenso desde 2018. Este ajuste se debe tanto a la revalorización de las viviendas existentes como al ritmo aún limitado de la construcción: solo se levantan unos 7.500 nuevos inmuebles al año, entre pisos y unifamiliares.
Repunte de viviendas
El caso de Burgos es uno de los pocos en Castilla y León que se desmarca de la tendencia general. Además de Burgos, también aumentaron las segundas residencias en Zamora, 1.470, Soria, 509, y León, 331.
Este repunte podría explicarse por el atractivo turístico, el retorno parcial de emigrantes o la adquisición de propiedades para inversión, especialmente en zonas rurales o de montaña con valor patrimonial.