El eclipse total de Sol de 2026 pone a Burgos en el mapa astronómico internacional

Queda más de un año; de hecho, la cuenta atrás se puede seguir en la página web de la Asociación Astronómica de Burgos, pero el eclipse total de Sol que se vivirá en agosto de 2026 ya está dejándose notar en la provincia burgalesa.

El 12 de agosto de 2026, la provincia de Burgos será testigo de un evento astronómico excepcional: un eclipse solar total. El fenómeno será visible en su totalidad en la provincia y ofrecerá una experiencia única para residentes y visitantes.

Las zonas rurales, con baja densidad de población, ausencia de contaminación lumínica y puntos elevados, son los lugares más idóneos para disfrutar del eclipse. Y así lo saben los aficionados, amantes y estudiosos de este tipo de fenómenos astronómicos. Recientemente, desde Burgos tamibén se pudo observar un eclipse parcial de Sol.

Los datos que maneja Turalbur, la Asociación de Turismo Rural de Burgos, indican que la provincia será un lugar cotizado en agosto de 2026. Domingo Hernández, vicepresidente de Turalbur, señala la extrañeza de que ya haya reservas en alojamientos rurales para ese mes.

«Ya tenemos reservas para agosto de 2026», confirma Hernández. Ahora mismo hay un 10 o 15 % reservado para esas fechas. Puede parecer poco, pero lo habitual es que no haya ninguna reserva con más de un año de antelación. «De año en año solo nos reservan para fechas muy señaladas como Navidad o Semana Santa, y lo suelen hacer los clientes fijos, esos que repiten. Es extraño que con más de un año de antelación alguien venga a reservar para un fin de semana», confirma Hernández.

Además, lo característico de estas reservas es que no proceden de clientes fijos o habituales. Son, sobre todo, reservas de clientes extranjeros, «principalmente ingleses», confirma el vicepresidente de Turalbur.

«Tenemos que aprovechar esta oportunidad los alojamientos rurales. Los de ciudad tienen más opciones para encontrar huéspedes, así que esta oportunidad nos viene muy bien. En los pueblos, en cinco minutos están en un lugar sin luz, con menos polución y en algún alto», explica Hernández.

Así que las casas rurales de la provincia esperan que estas reservas de cara al 12 de agosto, día del eclipse, vayan aumentando. Turalbur también está pendiente de que estas reservas sean estancias un poco más largas que una noche. «Confiamos en que, ya que se desplazan desde lugares lejanos, se alojen más de una noche, más que la noche del eclipse», reconoce Hernández.

La Asociación Astronómica de Burgos, Astroburgos, prepara un gran programa para esas fechas. En su web ya se puede seguir la cuenta atrás para ese día. Comenzará el eclipse total a las 20:28 horas, el máximo del eclipse se producirá a las 20:29 y el fin de la totalidad llegará a las 20:30. Se calcula que la duración total será de un minuto y 43 segundos.

Hay que destacar que, debido a la baja altura del Sol durante este eclipse, se recomienda buscar lugares altos, con buena visibilidad hacia el oeste y sin obstáculos en el horizonte.

No solo Astroburgos está volcado con las actividades de cara a esta fecha. La Diputación de Burgos también es consciente de que hay que aprovechar este evento; por ello, está estudiando cuáles son los puntos estratégicos para la observación del eclipse, para identificar y coordinar el turismo. Pueblos como Lodoso, donde se encuentra ya un centro astronómico y que es Parque Estelar Starlight, aparecen como puntos singulares para la observación.

Burgos ya fue escenario en 1905 de un eclipse total, el más importante visto hasta ahora en la provincia. En aquel entonces, la revista Alrededor del Mundo publicaba en su número de julio de 1905 que las autoridades españolas de la época estaban preparando este acontecimiento. Burgos estaba entre las zonas privilegiadas de la península ibérica donde iba a ser posible ver este fenómeno.

Las crónicas de la época cuentan que desde antes del verano ya comenzaron los preparativos. La ocasión era única. Para una mejor observación se dispusieron una docena de globos aerostáticos que partieron al cielo de Burgos desde la explanada del campo Lilaila. También se instalaron grandes telescopios en el claustro de los Jesuitas, en La Merced.

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