Emprender en el medio rural: el impulso del Ayuntamiento de Riocavado para reactivar el pueblo
Marlon y Cleisabel han abierto el bar de Riocavado de la Sierra, aunque no hubiera sido posible sin las facilidades del Ayuntamiento no hubiera sido posible
Querer es poder, y así lo ha demostrado Riocavado de la Sierra. El municipio burgalés se había quedado sin bar en octubre, pero desde el Ayuntamiento sabían que, a toda costa, el pueblo lo necesitaba abierto. Ahora Marlon Gonzalo y Cleisabel Brito lo regentan desde el 28 de diciembre, pero no sin la ayuda de los habitantes y clientes y del Ayuntamiento, como ellos mismos reconocen.
Todo comenzó en octubre. El contrato con el anterior gerente del bar de este pueblo de la Sierra de la Demanda se acababa, así que el alcalde Martín Hoyuelos y sus concejales comenzaron a crear unas bases para arrendar el local muy golosas: el Ayuntamiento cedería el bar gratis, pagaría parte de los gastos y ofrecería a los arrendatarios una casa para vivir o, en su defecto, una ayuda de 400 euros para pagar su alquiler.
La oportunidad corrió como la pólvora y, finalmente, se presentaron más de 60 ofertas para regentar el bar de Riocavado. Sin embargo, de ellas sólo cuatro pasaron a la última fase del proceso, como cuenta Marlon Gonzalo, actual gerente del local. Ahí entró en juego la «viabilidad laboral», que pedía a los solicitantes que explicaran qué iban a hacer en el bar de Riocavado y cómo, además de especificar el horario y otras actividades que realizarían.
En su propuesta, Gonzalo y Brito especificaron que su «compromiso primordial era ser responsables, ser puntuales y cumplir con las ordenanzas del Ayuntamiento». Tras presentar esta propuesta, Gonzalo asegura que está muy feliz por ser ellos «los afortunados» que lo ganaran.
Emprender es más simple si existen facilidades
Hace años, Riocavado de la Sierra, que ahora cuenta con 56 habitantes censados, llegó a tener hasta cinco bares hace 60 años. Estos negocios, que actúan en muchos pueblos como centro social, son esenciales en los municipios pequeños.
Antes de abrirlo, Gonzalo y Brito ya se dedicaban a la hostelería, pero trabajaban por cuenta ajena, como relata Marlon. Sin embargo, poco a poco conoció a Hoyuelos, alcalde de Riocavado, y a más gente de su entorno. A esta relación espontánea se le sumó que tanto Marlon como Cleisabel ya estaban pensando en abrir su propio negocio.
«En el mes de junio me empezaron a decir que en Riocavado se iba a dejar el bar», explica Gonzalo. Más tarde, le avisaron de que el plazo de ofertas se había abierto y Marlon y su pareja no se lo pensaron dos veces. Luego, tras el proceso, resultaron ganadores y el resto es historia desde el pasado 28 de diciembre.
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Sin embargo, una cosa que Gonzalo reconoce sin cortapisas es que el papel del Ayuntamiento ha sido clave para que ahora el bar esté abierto. «El alcalde nos dio la oportunidad para quedarnos acá, donde nosotros sólo pagaríamos la luz», señala orgulloso.
Respecto al alquiler, la casa que el Consistorio de Riocavado tiene pensado para los gestores del bar aún no está lista. Por lo tanto, se activa la ayuda de 400 euros para pagar el alquiler. Pero como en Riocavado de la Sierra no quedan casas vacías, a pesar de que el pueblo no cuenta ni con fibra óptica, Gonzalo y Brito tuvieron que mudarse a Barbadillo del Pez, a seis kilómetros de Riocavado.
Quieren echar raíces en Riocavado
El otro pilar importante a la hora de abrir un bar es la clientela, algo que Gonzalo y Brito tienen muy claro. «El pueblo nos recibió con los brazos abiertos», relata él, recordando el 28 de diciembre. Ese día el local estaba a rebosar, ya que, en plenas festividades navideñas acudieron muchos de los habitantes de Riocavado, además de allegados de otros pueblos como Vizcaínos, Pineda de la Sierra, Huerta de Arriba y Huerta de Abajo, entre otros.
«Esto no hubiese sido posible sin la oportunidad que nos dio tanto el alcalde como sin el recibimiento que nos dio el pueblo. Hemos comenzado con el pie derecho y con la ayuda del pueblo, que nos quiere de forma constante», relata. Tanto Marlon como su pareja reconocen estar «contentos» con el recibimiento. «Ahora a nosotros sólo nos toca ser responsables y cumplir con las cláusulas que hemos firmado».
Marlon y Cleisabel tiene un «deseo bonito de seguir sirviendo a la gente» de Riocavado y habla sin pudor de su futuro: «Nosotros queremos echar raíces, seguir acá y no movernos de este pueblo», aclara. De cara al futuro, ya tiene varias propuestas en mente, como contratar los partidos de fútbol para congregar a aficionados y seguir ofreciendo a los clientes el mejor servicio hostelero. en forma de menús bajo demanda, raciones, tapas y mucho más.