La falta de agua en algunas cuencas de Burgos complica el inicio de la temporada de riego
La cuenca del Pisuerga se encuentra en prealerta por escasez de agua y la cabecera y eje del Ebro sufre sequía prolongada. En cambio, la cuenca del Arlanza y la del Tirón están en situación estable
La temporada de riego comienza, oficialmente, el 1 de abril y se extiende hasta el 30 de septiembre en el campo español. Pero el campo no conoce calendario, tampoco la lluvia. Por ello, en ocasiones se atrasa el comienzo y en ocasiones se adelanta.
En la provincia de Burgos la temporada de riego comenzará con la cuenca del Pisuerga en prealerta por la escasez de agua. Por su parte, la cuenca del Arlanza se encuentra en situación de normalidad, según los datos ofrecidos por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).
Por su parte, en la parte norte de la provincia, la perteneciente a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), la cabecera y el eje del Ebro comienza la campaña de riego en situación también de sequía prolongada, mientras que la cuenca del Tirón comienza la temporada en situación estable. Es más, la situación de la cuenca de la cabecera y el eje del Ebro está en situación de alerta, según los datos de la CHD por escasez de agua.
La cuenca del Pisuerga corresponde a una gran parte del territorio burgalés. Esta situación de prealerta por escasez de agua en el comienzo de la temporada de riego es grave, pero no sorprende. Desde la CHD ya se ha informado de que nos encontramos «en un año seco en diversos sistemas». Igualmente, las circunstancias climatológicas han determinado que no se haya comenzado a regar en la práctica totalidad de las zonas, según se explica desde la CHD.
Carrión y Pisuerga son dos de las cuatro cuencas de la confederación que se encuentran en peor situación por escasez de agua. Son Carrión, Pisuerga, Bajo Duero y Tuerto las que se encuentran sometidas a mayor limitación en cuanto a los usos del agua. Por ello, si la situación actual se prolonga, es probable que se posponga el inicio del riego hasta después de Semana Santa en estas cuencas. Siempre que no se condicione la viabilidad de los cultivos.
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Nada concretado
Lo que se confirma, por el momento, desde la confederación es que no se puede concretar nada debido a la incertidumbre existente. Por ello, es probable que la programación de cultivos en las comunidades de regantes en la provincia de Burgos no se conozca hasta finales del mes de abril. Por esas fechas también coincidirá el cierre de la PAC (Política Agraria Común).
Lo que se aprecia en algunas comunidades de regantes con limitación de agua es la incorporación del girasol como alternativa durante esta campaña. Esto se debe a que el girasol se planta, en muchas partes del mundo, como un cultivo de secano o de regadío. El sistema de raíces profundas de la planta es responsable de proporcionar tolerancia a la sequía, ya que puede absorber agua a una profundidad de 1,5 metros de la superficie del suelo. Con un sistema radicular extenso y ramificado, el girasol puede extraer agua y nutrientes de las capas profundas del suelo a diferencia que otros cultivos.
La climatología
El comienzo de la campaña está muy relacionado con la climatología de marzo y abril. Si estos dos meses registran suficientes precipitaciones, se puede concluir que el inicio del riego no se producirá hasta el mes de mayo. En cambio, como ocurrió en 2022, un mes de marzo seco provoca que sea necesario adelantar el comienzo de la campaña de forma excepcional para atender la nascencia del cereal.
Este mes de abril se conocerán también los mapas de sequía correspondientes al mes de marzo. Por el momento, los sistemas Pisuerga y Arlanza, los que se encuentran en la provincia burgalesa, están en situación de sequía prolongada. Además, el sistema del Pisuerga está en alerta por escasez hidrológica.
