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El mes de marzo ha sido especialmente cálido, tras un febrero muy frío. PCR

Un marzo cálido y seco limita la recarga de los embalses en Burgos

Ha llovido la mitad de lo que suele ser habitual y las temperaturas se han elevado por encima de la media. Los pantanos se han ido recuperando pero sin superar la sequía del pasado año

Jueves, 30 de marzo 2023, 21:12

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La sombra de la sequía sigue sobrevolando Burgos. Cierto es que el año no está siendo ni tan seco ni tan cálido como 2022, pero tampoco se han cubierto las expectativas en cuanto a precipitaciones en la provincia. Sobre todo en febrero y marzo, que han sido meses especialmente secos tras un enero que arrastraba la buena tendencia en lluvias de diciembre.

Las precipitaciones se elevaron sobre la media en el primer mes del año en Burgos capital, con 51,6 litros por metro cuadrado recogidos. Sin embargo, febrero se quedó con unos escasos 13,2 y marzo no ha ido mucho mejor, pues ha llovido solo siete días, siendo el 8 de marzo el que ha acumulado la mayor cantidad de agua.

Así, las lluvias recogidas en la capital se quedan en 14,2 litros, de los cuales, 8,4 correspodieron al día 8 de marzo. Están lejos de los 34,2 litros que suelen ser habituales para este mes del año. Y también de las lluvias del pasado 2022. Si entre enero y febrero solo se recogieron unos 20 litros, en marzo cayeron 64,6 litros.

A esto se le suma un marzo bastante cálido. La máxima se alcanzó este miércoles, con 23,5 grados en la capital, que quedaron rozando la cifra histórica de 24,5 grados de 1957. Y aunque ha habido días fríos, y para acabar el mes bajan las temperaturas, la media se quedará bastante por encima de los 7 grados habituales.

Con todo ello no es de extrañar que el campo se resienta, pues la falta de lluvias retrasa la salida de la nueva vegetación y ahonda en la sequía acumulada. Ni que a los embalses les esté costando recuperarse. Las lluvias de otoño y un arranque húmedo de diciembre han permitido aumentar las reservas de agua en la provincia, aunque algunos pantanos están incluso por debajo de lo que tenían hace un año.

La cuenca del Duero, mejor que la del Ebro

Es el caso del embalse del Ebro, que cuenta con 216 hectómetros cúbicos, lo que supone un 3,83 % más que hace un mes pero un 30,50 % menos que hace un año. Es decir, ahora mismo tiene 164,8 hectómetros cúbicos menos que en 2022. Se ha ido llenando con las lluvias, y las nieves, de los últimos meses y se encuentra al 40 % de capacidad.

En la cuenta del Ebro, el embalse del Sobrón tiene algo menos de agua que hace un mes, pero se encuentra en una posición mejor que el pasado año. Así, los 15,5 hectómetros cúbicos son un 1,43 % más que en 2022. El pantando está al 87,5 % de capacidad. Y en cuanto al embalse de Cereceda, tiene 1,129 hectómetros cúbimos, sin grandes cambios.

Por lo que respecta a la cuenca del Duero, el Úzquiza ha mejorado las reservas, que alcanzan ya el 75,8 %. Hay 56,9 hectómetros cúbicos, diez más que hace un año y ronzando la media de los últimos diez. El pantano del Arlanzón, al 84,4 % de capacidad, ha perdido agua. Sus 18,6 hectómetros cúbicos están por debajo de los 20,4 del pasado año, y de los casi 30 de media de los últimos diez.

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