Los 15 humedales de Interés Especial de Burgos se completan con las lagunas de Atapuerca

Esta semana, el 2 de febrero, se ha celebrado el Día Mundial de los Humedales. Una jornada dedicada a la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos. El objetivo es visibilizar y crear conciencia sobre el valor de los humedales, lugares de gran riqueza en cuanto a diversidad de flora y fauna.

Este día cobra importancia en la provincia de Burgos y en España en general, ya que son consideradas zonas áridas en el contexto bioclimático europeo. Los aproximadamente 2.000 humedales existentes en España y los 15 presentes en Burgos albergan una biodiversidad extraordinaria y cumplen servicios ecosistémicos. A estos 15 se sumará, en breves, las lagunas de Atapuerca, cinco lagunas situadas entre el río Vena y la sierra de Atapuerca.

En la provincia de Burgos se encuentran 15 humedales protegidos que suman 2.100,53 hectáreas. Estos 15 humedales burgaleses forman parte de los 297 humedales de Castilla y León. No se refiere con humedales a todas las lagunas, lagos o zonas húmedas. Estos humedales reciben esta categoría porque son zonas húmedas de interés especial. Es decir, forman parte del Catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial.

A estos 297 humedales de Castilla y León incluidos en el Catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial se van a incorporar próximamente otros 70. Todos ellos, además, se incorporarán en el Inventario Nacional de Zonas Húmedas. Con esto se busca afianzar el interés de la Junta de Castilla y León por su conservación, según ha señalado esta semana el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones.

Estas 297 zonas húmedas de interés especial en Castilla y León, con más de 11.700 hectáreas se verán completadas con otras 70 zonas húmedas que sumarán otras 700 hectáreas más. Dentro de estas incorporaciones se encuentran las lagunas de Boada y Pedraza de Campos en Palencia, la laguna de El Espadañal en la provincia de Segovia, las lagunas de Atapuerca en la provincia de Burgos, las lagunas de Mallalde en Zamora, El Raso de Portillo en Valladolid, la Vega de Liordes en la provincia de León y la laguna de Cintalaranza en Soria, entre otras muchas.

La importancia y protección de la mayoría de los humedales burgaleses reside en que forman parte de un conjunto de lagunas de alta montaña del Sistema Ibérico, por ello tienen un gran valor, por ser uno de los pocos casos de morfología glaciar en el interior peninsular. Dentro de estos se encuentra la laguna de Haedillo, la de Legua, la Tejera, Negra, Larga, de la Cascada, de los Patos, de las Pardillas, la Brava, de la Oruga y de Muñalba. Incluidas muchas de estas en el Parque Natural de las Lagunas Glaciares de Neila.

Además, está el embalse del Ebro. Se trata de un embalse con gran importancia faunística. Pero para su gestión es necesario tener en cuenta su gran dimensión. Se encuentra ubicado entre las provincias de Burgos y Santander.

Otro de los humedales burgaleses son las lagunas de Barcena. Estas son las lagunas de Barcena 1 y 2, con 30 hectáreas entre las dos. Se encuentran en la Merindad de Montija y su especial protección deviene por que son frecuentadas por numerosas aves acuáticas.

Por último, el embalse del Sobrón, con unas 130 hectáreas, es un lugar de interés faunístico por ser hábitat de especial importancia para aves acuáticas. Destaca la presencia del desmán de los Pirineos, la nutria y el visón europeo.

Desde 1970 ha desaparecido el 35 por ciento de los humedales del mundo y esta pérdida se está acelerando. Con ello han desaparecido ecosistemas sensibles. Estos tienen una importancia fundamental para la vida en la Tierra. No son solo el hábitat de muchas especies de flora y fauna, sino que desempeñan valiosos servicios ambientales, como la purificación de aguas, amortiguación de inundaciones, ciclado de nutrientes, captura de gases de efecto invernadero.

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