La radio de un pequeño pueblo de Burgos que busca ayuda para una nueva casa
Radio Valdivielso lleva un cuarto de siglo siendo la casa común de la vecindad del Valle. Es la caja de resonancia de las iniciativas populares, comunitarias… y es la compañera inseparable de tanta gente, que no pueden dejarla morir. Han iniciado un micromecenazgo para recaudar, al menos 30.000 euros
«El poder de lo pequeño», lo cotidiano… aquello que pasa desapercibido por habitual es la fuerza que mueve todos los proyectos. En el Valle saben bien que Radio Valdivielso lo lleva ejerciendo desde hace 24 años. Y nadie debe arrebatar a los tres centenares de vecinos del Valle su medio de comunicación y su compañera de vida. Porque la radio es más que formación, información y entretenimiento. Para la gente que vive una soledad no deseada es la más pura compañía que puede tener a lo largo del día.
Un traslado, una mudanza, un cambio de ubicación… generalmente es un contratiempo. Supone dejar muchas cosas, inmateriales la gran parte, entre unas paredes que, quizá, lo han sido todo en la vida. Radio Valdivielso va a dejar amarradas a las paredes de su torre miles de historias -humanas casi todas- que no se pueden marchar con la radio a otro lado; o quizá, sí.
Si la radio tiene un nuevo hogar, habrá continuidad. Si no tiene casa, no habrá más ondas que empujen a otras ondas para que la voz del Valle, de la gente sencilla, llegue a donde siempre ha llegado: al corazón de la gente de esta tierra que bombea sangre sagrada.
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La Asociación que gestiona la radio ha puesto en marcha un micromecenazgo para recaudar un mínimo de 30.000 euros que le permita adquirir un nuevo alojamiento. Tenían casi conseguida la compra de 'La casa de Lola' para su rehabilitación. Pero el propietario les ha comunicado que vendía la propiedad a otro vecino cuando casi todo estaba atado…
El caso es que Radio Valdivielso se tiene que ir de la torre que durante 24 años ha sido su casa. En marzo les comunicaron que el 31 de julio tienen que salir y desde hace semanas buscan un nuevo hogar.
La campaña partía de la obtención «de un mínimo de 30.000 euros y un óptimo de 70.000». Y está en marcha en la campaña en 'https://www.goteo.org/project/radio-valdivielso-necesita-un-nuevo-hogar'. Llevan recaudados a fecha 14 de julio 22.960 euros
Cuando Jokin Garmilla se lanzó a la aventura de poner en marcha este proyecto en el Valle de Valdivielso hace más de 24 años, en 2001, la radio todavía era compañera de viaje de millones de personas en el mundo. Las nuevas tecnologías nos hacían vislumbrar que podría haber un cambio en el modo de percibir la radio. Y con el tiempo, la nueva radio llegó. Hoy Radio Valdivielso también está en esas otras ondas digitales que acompañan igual, pero que saben diferente a como degustábamos el viejo transistor.
Nunca es tarde para reconocer el trabajo callado, en ocasiones difícil e incomprendido, de quien, con pocos medios, mucha ilusión, miles de oyentes y, en ocasiones, con zancadillas envidiosas, ha sido capaz de empujar un proyecto que ha madurado, abonado con tesón y con todos los gestos comunitarios que uno se pueda imaginar.
Porque la técnica no lo es todo; de hecho, a veces es nada si se compara con la voluntad y con el tremendo cariño que Jokin le ha puesto a esta aventura desde 2001. Han pasado ya 24 años de emisiones -sin publicidad-, de radio pura y dura que gracias a tener siempre la puerta abierta a cualquier persona que decida acercarse a los estudios ha creado un vínculo de amistad muy entrañable. La financiación, más allá de alguna pequeña ayuda institucional como la de la Diputación Provincial de Burgos, se cubre con las aportaciones de 40 euros al año de los 500 socios.
Jokin le puso el nombre de 'estudios Pedrito Barcina' a su centro de operaciones. Es un recuerdo al desaparecido dulzainero del valle. Y eso habla de valores humanos reconocidos en los pequeños gestos.