La borrasca Domingos se despidió del fin de semana con nuevos incidentes en Miranda
La Agencia Estatal de Meteorología informa de la llegada de las altas presiones tras unos días marcados por los incidentes desencadenados por el tren de borrascas
Primero fue Ciarán y luego llegó Domingos para consolidar un tren de borrascas que derivó en multitud de incidencias a lo largo y ancho de toda la Península Ibérica, incluida Miranda. El pasado jueves, 2 de noviembre, la ciudad amanecía con la huella evidente de una noche de fuertes vientos: varios árboles habían caído al suelo provocando, incluso, algún corte de luz puntual. Y este domingo, 5 de noviembre, la borrasca Domingos se despedía del municipio burgalés notificando un nuevo incidente destacable en la Ronda del Ferrocarril.
En torno a las 20:00 horas, los Bomberos hubieron de personarse en un edificio de la Ronda, ubicado entre la calle Arenal y Alfonso VI, para asegurar algunas áreas del tejado del inmueble porque, tal y como han informado fuentes policiales, «debió de desplazarse alguna teja a causa del temporal». Y es que durante la actuación, la Policía Local tuvo que acercarse hasta el lugar para cortar y restringir el tráfico hasta el término de los trabajos.
Más allá de la expectación que suscitó el camión de bomberos, las labores se resolvieron con diligencia y celeridad. Había quien aseguraba que desde el día anterior algunos fragmentos del tejado se habían desprendido hasta el suelo, pero sea como fuere, los Bomberos solventaron la problemática para, definitivamente, poner punto y final, a unos días de incidencias constantes.
Bien lo han percibido en el CEIP Príncipe de España donde este lunes el letrero homónimo que preside su fachada había perdido una letra. Tal y como indican desde el centro, «se voló con el aire y ha aparecido junto a la portería del patio». De nuevo, los bomberos han tenido que intervenir para retirar aquellas otras letras susceptibles de caídas.
Sabio, el refranero español, habla de la calma tras la tempestad. Y en efecto, tras unos días que han grabado en la retina imágenes de árboles desprendidos, sillas voladoras -algunas incluso volaron hasta la mitad de la rotonda de la 'M' antes de la retirada definitiva de las terrazas en la tarde del sábado-, o desperfectos en el techado de varios edificios, las altas presiones regresan para poner calma a la meteorología. Eso sí, lo hacen acompañadas de un significativo descenso térmico: ni hoy ni mañana se rebasarán los 13 grados de temperatura máxima, ni los 3 de mínima en la ciudad del Ebro.