
El pueblo de Burgos que lanza routers durante un festival: «La cobertura es tan mala que hay que salir a buscarla»
Santillán del Agua celebra el 12 de julio, Santillaland, un evento único donde la música, la protesta y el humor rural se dan la mano para visibilizar el abandono digital en la España vaciada.
En un pequeño rincón de Burgos llamado Santillán del Agua, donde apenas viven ocho personas, cada verano ocurre algo que no aparece en las guías de festivales ni en los mapas turísticos. Lo que empezó como una queja con gracia se ha convertido en un fenómeno que mezcla música, protesta y comunidad: Santillaland.
Este festival, nacido del ingenio vecinal y del apego a la tierra, ha crecido sin hacer ruido hasta convertirse en uno de los eventos más singulares del verano rural español. ¿Su reclamo más mediático? Nada menos que el Campeonato Internacional de Lanzamiento de Router.
Pero más allá de la anécdota, la razón que impulsó esta aventura fue tan seria como común en la España interior: la desconexión digital. Sin fibra óptica y con cobertura inestable, en Santillán no se puede teletrabajar ni hacer una videollamada sin maldecir. Así nació la idea: si los correos no llegaban y las llamadas se perdían, habría que lanzar los routers por los aires. Literalmente.
Un router al aire y un grito en clave de humor
La historia del campeonato comenzó casi como una broma, una forma de protesta irónica. «Ya que las llamadas, mails y cartas no surtían efecto, decidimos hacer una reclamación pública, diferente y con humor», explica Jaime, uno de los organizadores del festival. El problema que lo motivó no es anecdótico: Santillán vive aún sin fibra óptica, con una conexión deficiente que impide, entre otras cosas, que los jóvenes puedan teletrabajar desde sus casas.
«La cobertura es tan mala que mi madre, en casa de mi abuela, tiene que salir a la calle para hablar por teléfono. Es imposible trabajar desde aquí», añade Jaime. Así, frente a la pasividad de las compañías, nació una idea tan absurda como potente: lanzar routers al aire para simbolizar la desconexión, literal y emocional, de la España vaciada.

Por ello decidieron mostrarlo de la mejor forma, con un Campeonato Internacional de Lanzamiento de Routers. La competición tiene sus propias reglas: dos intentos por participante, lanzamientos nulos si se pisa la línea y un árbitro con linieres que miden la distancia exacta.
Los routers, por cierto, son auténticos: modelos viejos donados por vecinos, cuidadosamente empaquetados para evitar que se desintegren en el aire o en el golpe al caer al suelo. El objetivo no es la violencia, sino la visibilidad. «Es un gesto simbólico que nos ha dado voz», subraya Abraham, otro de los organizadores.
Figuras del deporte y la televisión lanzando un mensaje
La singularidad del campeonato ha atraído a rostros conocidos de la provincia y más allá. Desde la presentadora de Antena 3 Rocío Martínez, hasta el jugador de baloncesto Tote Alonso o el artista Félix Yáñez.

Todos ellos se suman a este acto de reivindicación con un gesto tan sencillo como lanzar un router. «Queremos que las autoridades escuchen. Que no se hable tanto de la España vaciada y se empiece a actuar sobre la España desconectada», explica Abraham.
Santillaland: mucho más que routers
Pero Santillaland es más, mucho más, que su campeonato viral. Es un festival donde la música, el arte, la convivencia y el compromiso comunitario se dan la mano. Organizado íntegramente por vecinos y voluntarios, desde los camareros hasta los árbitros, pasando por quienes pintan murales o gestionan las barras, el evento no tiene ánimo de lucro y la entrada es totalmente gratuita.



Gracias a la colaboración de patrocinadores como La Hacienda de Mi Señor, casa rural de referencia en la zona, y Águila, el festival ha logrado traer a grupos de renombre, como Sexy Zebras, cuya actuación dejó una de las anécdotas más recordadas por uno de los organizadores: «Me corté en la barra, fui a la ambulancia y al salir me topé con Sexy Zebras dándose la arenga antes de salir al escenario. Pensé: no me lo puedo creer», recuerda Abraham.
Este año, Santillaland contará con un pregonero de lujo: José Ángel Hortigüela, alias Joselito Maravillas, diseñador premiado y acordeonista de La M.O.D.A., que abrirá el festival. Y como en años anteriores, Fran Fermoso, periodista de Movistar+ y voz habitual de la NBA, pondrá palabras al campeonato de lanzamiento.
Un modelo de festival con alma
En tiempos de festivales masificados, Santillaland propone una experiencia íntima, auténtica y profundamente humana. «La gente encuentra aquí lo mejor de un gran festival, pero con la cercanía de sentirse en casa», explican sus organizadores. Tanto es así que muchos visitantes repiten, sorprendidos por la calidad, la calidez y el compromiso cívico de los asistentes. «El pueblo queda limpio, la gente se involucra y nos felicitan por la calle», dice Jaime con emoción.
Y es que más allá de los routers que vuelan por los aires, lo que realmente lanza Santillaland cada año es un mensaje de esperanza: la España vaciada no está muerta, está vibrante, creativa y conectada por algo mucho más potente que la fibra, el espíritu de comunidad y esperanza.
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