Restos humanos despellejados y cocinados: Atapuerca revela un nuevo episodio de canibalismo
Los datos publicados en un nuevo estudio apuntan a un consumo sistemático, sin rituales o ceremonias, probablemente relacionado con conflictos que, en este caso, eliminó a un grupo familiar completo
Un equipo de investigación ha documentado un nuevo evento de canibalismo humano ocurrido hace 5.700 años en la cueva El Mirador, en los yacimientos arqueológicos de la sierra de Atapuerca, en la provincia de Burgos.
El pasado 23 de julio, Marina Mosquera, codirectora del proyecto científico de Atapuerca, ya explicaba que se había hallado durante esta campaña de excavaciones una vértebra cervical de un individio infantil de entre dos y cuatro años de edad que certificaba la práctica del canibalismo. Es más, al comienzo de la campaña de excavaciones ya se advertía: «Puede haber un festival caníbal».
Ha sido un equipo de investigación liderado por el Iphes-Cerca y con científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) quien ha documentado este evento.
Once individuos despellejados
Se trata de un nuevo evento de canibalismo en los yacimientos de la sierra burgalesa, sucedido entre las comunidades neolíticas y ganaderas locales. Esta es la principal conclusión del artículo publicado en la prestigiosa revista 'Scientific Reports', en un trabajo liderado por la doctora Palmira Saladié, investigadora del Iphes-Cerca y de la Universitat Rovira i Virgili.
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Los restos hallados corresponden al menos a once individuos (incluidos niños, adolescentes y adultos) que fueron despellejados, descarnados, desarticulados, fracturados, cocinados y consumidos, según las evidencias identificadas en los huesos.
Los datos apuntan a «un consumo sistemático, sin evidencias visibles de rituales o ceremonias, probablemente relacionado con conflictos entre grupos vecinos o entre grupos locales y recién llegados».
Eliminación de un grupo familiar completo
En esta investigación también participaron Antonio Rodríguez-Hidalgo, del Instituto de Arqueología-Mérida (CSIC-Junta de Extremadura) e investigador asociado al Iphes-Cerca, y Francesc Marginedas (Iphes-Cerca y URV), entre otros.
El estudio forma parte de un proyecto interdisciplinar sobre antropología forense, prácticas funerarias y violencia prehistórica desarrollado como línea de investigación del proyecto de Atapuerca, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
En este caso, se trataría de la eliminación de un grupo familiar completo, con el posterior consumo de las víctimas. «Aún en sociedades poco estratificadas se dan episodios de violencia donde además se consume a los enemigos como forma de eliminación extrema», indicó el investigador Antonio Rodríguez Hidalgo