Un Ribera del Duero ya no es solo un vino tinto
Zifar se ha convertido en la primera bodega en lanzar un vino blanco de albillo mayor con contraetiqueta de la DO
El Consejo Regulador de la Ribera del Duero ha lanzado al mercado el primer vino blanco con contraetiqueta de la Denominación de Origen (DO) de la región. Se trata de un vino de Bodegas Zifar, elaboradora ubicada en Peñafiel. Caballero Zifar añada del 2018 es el primer blanco ribereño, elaborado con la uva autóctona de la DO, la albillo mayor. Para el director técnico de Zifar, Bequer Prieto, «es un orgullo y un lujo ser los primeros en la historia de la DO». Caballero Zifar es el primero de una treinta de vinos blancos que se comercializarán en los próximos meses.
«Estamos emocionados con esta nueva época que se está viviendo en la Ribera. La llegada al mercado de los primeros blancos con sello de la DO certifica que somos una región innovadora que busca constantemente estar a la cabeza del sector, a la vez que preservamos las riquezas de la Ribera del Duero, como es la uva albillo mayor», argumenta el presidente de la Denominación, Enrique Pascual.
Prieto apunta que está convencido de que esta uva «nos va a dar muchas alegrías», subrayando que «la idea es hacer un blanco complejo, de larga crianza, que en botella crezca». Otro de los apuntes de Prieto es que «no vamos a ir por el lado del volumen, sino de la calidad». De su vino blanco han elaborado 750 botellas, más 24 tipo magnum.
Con el nuevo pliego de condiciones de la DO las bodegas están solicitando al Consejo Regulador la certificación para visar sus productos. Según la normativa, serán las bodegas las que realicen las tareas de autocontrol y calificación de sus vinos, trabajo que antes realizaba el Consejo Regulador quien, no obstante, auditará a las bodegas. Aquellas bodegas que deseen comercializar vinos blancos serán auditadas por el ente regulador. No será así para las bodegas que han venido elaborando vinos tintos y rosados, sino para aquellas que soliciten hacer un nuevo tipo de vino que no haya sido certificado por el Consejo.
Con la llegada de los blancos se ha modificado la asignación de las contraetiquetas por tipos de vino, simplificándose de manera más sencilla y directa para los consumidores. Desaparece la de rosado, siendo identificados todos por tipo y tiempo de elaboración. Desde ahora los blancos y rosados con un envejecimiento de 18 meses –6 mínimo en barrica– podrán llevar la contraetiqueta de crianza. Los blancos y rosados con un envejecimiento de 24 meses –con un mínimo de 6 en barrica– podrán contraetiquetarse como reserva. Respecto a los blancos y rosados gran reserva, deberán haber pasado 48 meses de envejecimiento entre barrica y botella, con 6 meses mínimo en barrica. Por último, aquellos que se elaboren sin crianza, permanezcan hasta tres meses en barrica de roble y los que decidan no utilizar menciones tradicionales, llevarán la contraetiqueta genérica.
La Ribera del Duero se prepara así para continuar asentando las bases de los vinos blancos elaborado con la Albillo Mayor, que destacan por su acidez equilibrada y bien integrada que da lugar a vinos jóvenes y de guarda donde, según los expertos, reside todo su potencial.
De esta manera, se continúa preservando una variedad que estaba a punto de desaparecer y, que gracias al trabajo de los bodegueros y al compromiso del Consejo Regulador con la región, servirá para continuar haciendo de la Ribera del Duero una de las regiones vitivinícolas más importantes y reconocidas del panorama nacional e internacional.