Tres túneles y tres viaductos para arrancar las obras del Ave entre Burgos y Vitoria
El Ministerio de Transportes licita el primer tramo del Ave entre Burgos y Vitoria con un presupuesto de 362,9 millones de euros (más IVA) y un plazo de ejecución de 52 meses
Tal y como estaba previsto después de que el Consejo de Ministros diera esta semana luz verde definitiva al proyecto, el Ministerio de Transportes ha licitado formalmente las obras de construcción del tramo del Ave entre Pancorbo y Ameyugo, el primero de los que conformarán la línea de conexión entre Burgos y Vitoria.
Se trata de uno de los tramos de mayor presupuesto (362,9 millones de euros más IVA) de toda la línea y, sin duda, el más complejo desde el punto de vista técnico de todos los proyectados. No en vano, afecta a un punto crítico de la línea, como es el paso por los Montes Obarenes a la altura de Pancorbo, histórico paso en el que ya convergen numerosas infraestructuras, como la vía ferroviaria convencional, la N-1 y la AP-1.
6,5 Kilómetros
Las tres cuartas partes de los 8,4 kilómetros del tramo entre Pancorbo y Ameyugo se realizarán por túneles o viaductos.
En este sentido, el proyecto contempla hasta tres túneles y tres viaductos en un trazado de apenas 8,4 kilómetros. El tramo arrancará al oeste del núcleo urbano de Pancorbo, en una plataforma que se construirá ex profeso en las inmediaciones de la N-1. Apenas unos metros después de arrancar, la plataforma de la vía deberá superar el arroyo de La Mata mediante un viaducto de 28 metros de longitud. Ese será el punto más sencillo de todo el tramo, puesto que a partir de ahí se sucederán varias superestructuras.
La primera, y sin duda la de mayor entidad, será el túnel de Pancorbo, que atravesará los Montes Obarenes en dirección noreste. En total, el túnel tendrá una longitud de 4.058 metros, lo que ha obligado a proyectar una serie de dotaciones extraordinarias.
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La salida del dicho túnel se realizará a través de un segundo viaducto, en este caso de 1.105 metros, que permitirá salvar la N-1 y la BU-721 antes de conectar con el segundo túnel previsto (Ameyugo I), de 611,5 metros de longitud. De nuevo, la salida de ese túnel desembocará en otro viaducto, de 176 metros de longitud sobre la N-1 que, a su vez, conectará con el tercero de los túneles en discordia (Ameyugo II), de 524 metros de longitud.
Una vez superados todos los accidentes geográficos existentes en el entorno de los Obarenes, la plataforma de la vía entrará de lleno en el valle de Miranda, donde en un futuro se conectará con el segundo de los tramos en sacar a licitación, probablemente a finales de este año.
52 meses
En total, 8,4 kilómetros de longitud de los que 5,2 serán en túnel y otros 1,3 en viaducto, lo que sin duda supone un desafío técnico que disparará el presupuesto y los plazos de ejecución. De hecho, la licitación parte con un plazo de ejecución de 52 meses, es decir, cuatro años y cuatro meses.
Ese plazo comenzará a correr en el momento en el que se firme el acta de replanteo de las obras, un trámite que, no obstante, tardará aún muchos meses en producirse. No en vano, todavía hay que esperar a la adjudicación de las obras.
A LA ÚLTIMA
Una vez publicada la licitación, las empresas interesadas en acometer la obra podrán presentar sus ofertas antes del 10 de abril. Dichas ofertas serán posteriormente valoradas en función de criterios económicos y técnicos por parte del Ministerio y, previsiblemente, el proyecto se adjudicará en la segunda mitad del año.
Así, es probable que el trabajo de campo pueda comenzar formalmente a finales de este 2025. De momento, la previsión presupuestaria se ha dibujado hasta el horizonte de 2029, con una partida de 33,7 millones de euros para este año y de 101 millones por anualidad en 2026, 2027, 2028 y 2029.
Resto de tramos
Paralelamente, el Ministerio trabaja ya en la licitación del resto de tramos. La idea que manejan en Madrid pasa por licitar el tramo entre Ameyugo y Manzanos a finales de este año. A priori, ese será el tramo más costoso, toda vez que incluye la intregración del Ave en Miranda y la construcción de un nuevo bypass en el entorno de la ciudad del Ebro.
A partir de ahí, el objetivo es tener licitados los siete tramos el año que viene para que las obras se vayan solapando y la conexión por Alta Velocidad entre Burgos y Vitoria sea una realidad en 2030.
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