El Valle de Caderechas espera unas cerezas de excelente calidad aunque de menor tamaño

Eso sí, puede que las cerezas sean de un tamaño más pequeño al habitual, pero de buena calidad. En la agricultura los fenómenos meteorológicos son cruciales para la cosecha, y Gandía reconoce que «el clima nos está dando sustos».

En un primer momento, marzo llegó con heladas de hasta menos seis grados en el Valle de las Caderechas, pero no afectó mucho a los cerezos. Gandía explica que los agricultores van aprendiendo y dejaron los árboles más atrasados para salir del periodo de las heladas, por lo que, en ese momento, no afectó mucho. Al no haber helado más desde marzo, se logra una cereza de mayor calidad.

La cebada y el trigo, por ejemplo, han echado en falta más agua, pero la primavera seca, en cambio, beneficia a la cereza. «El agua, cuando están en floración o con la cereza en crecimiento, aumenta el riesgo de enfermedades», explica Gandía.

Pero las olas de calor sí afectaron a las variedades más tempranas, que adelantaron su cosecha. Pero estas variedades solo suponen el cinco o seis por ciento de la producción del valle y ya están recogidas. En cambio, el resto de variedades, atrasaron más su cosecha con el calor, pero esta última bajada de temperaturas las ha activado y «están ya en su apogeo», reconoce Gandía.

La subida de precios es generalizada y los productores de cereza del Valle de las Caderechas también han visto cómo subían los costes. «Ha sido una exageración, han subido los precios hasta el doble», señala Gandía. Y esto se refleja en el precio de las cerezas.

Señala Gandía que la marca de garantía ha podido trasladar el aumento de los costes al precio, «así podemos asumir el encarecimiento de los costes de producción que se ha duplicado», apunta.

Pero esta subida del precio puede echar para atrás a algunos compradores. Aunque desde la marca de garantía no están excesivamente preocupados, según señala Gandía. «Desde que la cereza está en flor nos preocupa la subida de precios y que baje la compra. Pero nosotros tenemos facilidad para dar salida a una fruta que tiene calidad porque nuestra producción no es excesiva», matiza.

Este año se espera que en el Valle de las Caderechas se recolecten unas 500 toneladas, pero la marca de garantía espera certificar unos 200.000 kilos de cerezas. En línea con campañas anteriores.

Gandía señala que lo que da calidad a esta fruta es la diferencia de temperatura entre la noche y el día, «algo que sí se da aquí en Burgos». Además, la cereza de Burgos, al ser más tardía que la de otras partes, permanece más tiempo en el árbol cogiendo lentamente el azúcar.