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Imagen de archivo de un control de la Guardia Civil. BC

Cada vez menos positivos por alcohol, pero más por drogas en las carreteras de Burgos

El número de positivos por drogas al volante se ha icnrementado en un 50% en Burgos en la última década, impulsado por el incremento del número de controles

BURGOSconecta

Burgos

Sábado, 20 de septiembre 2025, 18:15

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Las sanciones tramitadas por la DGT por positivos por alcohol al volante en las carreteras de Burgos se han reducido en la última década en un 17,85%, pasando de las 756 de 2015, a las 621 del pasado año, pero en el mismo periodo las multas por positivos en los controles de drogas se han incrementado en un más que significativo 46,5%.

Según confirmaron a Ical fuentes de la Guardia Civil, detrás de este incremento de positivos por drogas ésta el mayor número de controles que se realizan, algo que ha sido posible después de que en los últimos años el número de test de los que disponen las unidades de la Agrupación de Tráfico se hayan incrementado exponencialmente.

Desde los años sesenta, la DGT viene realizando campañas de concienciación y de control contra el alcohol al volante. En 1973 se fijó la tasa de alcoholemia (0,8 gramos por litro) máxima para conducir, que se rebajó en 1989 al 0,5. En 1979 comenzaron a realizarse controles de alcohol en accidentes e infracciones y en 1981 se comenzó a hacer controles de alcoholemia preventivos en carretera a los conductores.

Respecto a los test de drogas, los primeros llegaron en 2010. Desde la implantación de ambos, su número ha ido aumentado y en la actualidad la DGT se ha marcado como objetivo realizar 30.000 pruebas diarias en las carreteras españolas.

En 2023, último año con datos consolidados, 246 personas fallecieron en siniestros de tráfico donde el alcohol fue un factor concurrente, lo que representa el 26% de los siniestros mortales. Además, el alcohol estuvo presente en el 13% del total de siniestros registrados. Estas cifras lo convierten en la segunda causa de siniestralidad vial, solo por detrás de las distracciones y por delante de la velocidad.

Motivos para hacer un control

Entre los distintos motivos para realizar controles de alcoholemia, el preventivo es el más habitual y se planfica de forma coordinada entre la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y las jefaturas provinciales de Tráfico correspondientes. Además, también se hacen estos controles cuando se produce un accidente o cuando los agentes detectan una infracción y en el momento de comunicársela al conductor detectan que está conduciendo bajo los efectos del alcohol o las drogas.

Habitualmente, en primer lugar se suele realizar la de alcoholemia. Para una medición precisa de la alcoholemia, se utilizan dos tipos de alcoholímetros con distintas sensibilidades: uno de aproximación o indiciario, que detecta la presencia de alcohol; y otro evidencial, que confirma el primer resultado y precisa la cantidad exacta de alcohol en aire espirado. Cuando la alcoholemia es negativa, el conductor puede continuar la marcha. Pero también puede ser sometido a un control de drogas si presenta síntomas.

Así, los test de drogas se realizan sobre una muestra de saliva del conductor y detectan cinco tipos distintos de droga: anfetaminas, opiáceos, metanfetaminas, cannabis y cocaína, siendo estas dos últimas las más frecuentes. Cuando el test en carretera confirma la presencia de drogas, es necesaria una prueba de confirmación en un laboratorio, por lo que se toma otra muestra que es custodiada.

Conducir habiendo ingerido alcohol o drogas tiene consecuencias fatales. En el mejor de los casos todo puede acabar con una sanción administrativa, pero en otros muchos con penas de cárcel. En 2024, según los datos de la Fiscalía de Castilla y León, más de 1.500 conductores fueron condenados por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas.

Por provincias

En todo caso, la situación de Burgos no es la excepción. En la práctica totalidad de las carreteras de la comunidad se repite el mismo escenario: menos multas por alcohol y más por drogas. En algunos casos, de hecho, las diferencias son abruptas.

Por provincias, León se situó en cabeza el pasado año tanto en positivo por drogas, con 1.369, como en alcohol con 1.273. En drogas, tras la provincia leonesa se sitúa Ávila, que ha pasado de contabilizar 187 positivos en 2015 a 1.184 en 2024. Por detrás, Segovia (910), Palencia (665), Burgos (652), Valladolid (632), Zamora (592), Soria (481) y Salamanca (451). En cuanto a los positivos por alcohol, después de León aparece la provincia de Segovia, con 845, Valladolid (721), Burgos (621), Salamanca (472), Zamora (431), Palencia (382), Ávila (375) y Soria (266).

En el conjunto de la comunidad, el año pasado se contabilizaron 5.386 positivos por alcohol (un 15,8% menos que hace diez años) y 6.936 positivos por drogas, casi el triple que una década atrás.

Infracción o delito

Existe una línea delgada entre infracción y delito. Conducir con más de 0,25 mg/litro y hasta 0,50 mg/l en aire aspirado conlleva una sanción económica de 500 euros y la pérdida de cuatro puntos, mientras que si la tasa supera los 0,50 mg/l, la multa llega a los 1.000 euros y los seis puntos. En el caso de superar los 0,60 mg/l, pasa a ser un delito que lleva asociado una pena de prisión de tres a seis meses y la retirada del carné de conducir de uno a cuatro años.

Por su parte, un positivo por drogas conlleva una multa de mil euros y la pérdida de seis puntos. No obstante, si durante el control los agentes observan una influencia clara de las drogas en el conductor y signos externos de su consumo, puede levantar un acta que luego se remite a la Fiscalía para iniciar la vía judicial.

Negativa a someterse a un control

Además, negarse a someterse a las pruebas, por lo que el pasado año fueron sancionados en las carreteras de Castilla y León 94 personas, es un delito que conlleva, tanto en alcohol como en drogas, prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir de uno a cuatro años.

Con la entrada en vigor de la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial de 2022, la tasa de alcohol para los conductores menores de edad que conduzcan cualquier vehículo (ciclomotor, patinetes eléctricos, bicicletas…) es cero. En el caso de los profesionales la tasa de alcohol permitida es de 0,15 mg/l en aire aspirado. Sin embargo, desde el 6 de julio de 2022 ya es obligatoria la incorporación de alcoholímetros antiarranque en todos los vehículos de transporte de viajeros .

Por último, recordar que actualmente se está tramitando en el Congreso de los Diputados la reforma de la Ley que propone reducir al 0,1 la tasa máxima de alcohol permitida al volante, con el objetivo de reforzar la seguridad en las carreteras y disminuir el número de víctimas.

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