Dani Díez: «El equipo está jugando muy bien, pero el proyecto necesita paciencia»
El alero del San Pablo, uno de los recién llegados, asegura que el equipo tiene «ganas de intentar hacerlo igual de bien que en los dos últimos años»
La temporada pasada fue «muy complicada» para Dani Díez. Una lesión en la espalda le privó de la continuidad que necesita cualquier jugador sobre la pista. Pero aquello ya es «pasado». «Afortunadamente», subraya el jugador, «la lesión ya está recuperada». Hoy, el alero madrileño vuelve a sonreír de la mano del Hereda San Pablo.
La suya es una de las numerosas caras nuevas que pueblan el banquillo burgalés, que el pasado verano tuvo que reinventarse tras la marcha de varios de sus jugadores más importantes. Díez, sin embargo, no dudó ni un instante en incorporarse al San Pablo cuando recibió la llamada. «Estoy muy contento con el proyecto que se ha planteado aquí. El club está creciendo una barbaridad, con dos Champions y una Intercontinental en dos años. Era muy ilusionante para mí volver a un equipo como el San Pablo y ayudar a que siga arriba», asegura.
Y de momento, las expectativas se van cumpliendo. Y eso a pesar de los dos tropiezos con los que se comenzó la temporada, ante el Real Madrid y el Río Breogán. «El equipo ahora está jugando muy bien, pero somos mucha gente nueva y el proyecto necesita paciencia. El partido de Breogán no lo jugamos nada bien y no se puede volver a repetir. Tenemos ganas de intentar hacerlo igual de bien que estos últimos años», subraya.
Sea como fuere, el objetivo de Díez pasa por aportar su experiencia en todos aquellos frentes que sean necesarios. «En principio, jugaré al 4 casi siempre, pero dependiendo de cómo vaya el partido y de las características del rival, jugaré también al 3. Tengo que adaptarme», explica al tiempo que valora el regreso del público a los pabellones.
«Hemos pasado dos años muy malos, con mucho sufrimiento, y volver a ver gente en las gradas es un indicio de vuelta a la normalidad. Ojalá los aforos se amplíen al cien por cien dentro de poco. Es esencial para el baloncesto», concluye.