El San Pablo frente a la covid: dos brotes, 2.000 PCR y 200.000 euros de gastos
El Hereda San Pablo Burgos se ha visto duramente golpeado por la pandemia durante la mejor temporada de su historia
La temporada del Hereda San Pablo Burgos ha sido histórica, sin duda. Los tres títulos internacionales, sumados a la disputa de la Copa del Rey y de los Playoff de la Liga Endesa así lo acreditan. Por sí solos, estos éxitos ya suponen todo un hito para el baloncesto local, pero es que, además, se han conseguido en un contexto tremendamente complicado, lo que aún otorga más méritos al conjunto burgalés.
Y es que, si hay un club profesional castigado por la pandemia, ese es el San Pablo, que ha sufrido en carnes propias la covid-19, con dos brotes que han acabado afectando a la práctica totalidad de la plantilla y parte del staff. Así lo recuerda el director deportivo del club, Albano Martínez, que insiste en que ha sido una temporada «muy complicada» en este sentido, que ha obligado al club a adaptarse y redoblar esfuerzos en ámbitos desconocidos hasta la fecha.
«Hemos tenido que ir aprendiendo sobre la marcha» para cumplir unos «protocolos que estaban vivos» y que han exigido un notable esfuerzo en varios aspectos, incluido el económico. No en vano, a lo largo de la temporada, los diferentes miembros del club se han sometido a cerca de 2.000 pruebas PCR, unos 200 test serológicos y alrededor de 300 test de antígenos.
«Ha sido una locura», reconoce Martínez, quien explica que la coincidencia de la competición doméstica y la europea ha obligado al equipo a someterse a «un mínimo de dos PCR a la semana» solo por la propia competición. A todas esas pruebas hay que sumar las que se han tenido que realizar a mayores para poder viajar por Europa y a las que se realizaron como refuerzo durante los dos brotes. En esos momentos, se llegaron a hacer «hasta cuatro pruebas a la semana».
Además de las pruebas exigidas por la competición, el San Pablo ha tenido que realizar test para viajar por Europa
El propio Martínez asegura que en su caso ha perdido la cuenta de las pruebas a las que se ha sometido, ya que «han sido una barbaridad». Y como él, jugadores, cuerpo técnico, staff médico y todos aquellos miembros del club que tenían contacto permanente y directo en entrenamientos y partidos.
A todas estas pruebas se suman las que se han venido realizando en el Nissan Grupo de Santiago de la Liga EBA, filial del primer equipo. En ese caso, la plantilla también se ha tenido que someter a pruebas previas a los encuentros, aunque certificadas por parte de la Federación, no de la ACB o la Champìons.
Coste de las pruebas
En este sentido, y más allá de la incomodidad subyacente a la propia prueba, lo cierto es que el cumplimiento de los protocolos ha supuesto un duro impacto a las arcas del club. Así, Martínez cifra en «unos 200.000 euros» el coste aproximado de la aplicación de todos los protocolos sanitarios, un presupuesto que en su mayor parte ha ido destinado directamente a la realización de las pruebas PCR, que no son baratas. «El precio de cada prueba se mueve entre los 90 y los 120 euros», recuerda Martínez.
Y de momento, añade, no ha habido ni un euro de ayudas públicas para el deporte profesional, aunque es un tema que ya se ha puesto sobre la mesa en varias ocasiones. «Se está hablando de ello» a través del CSD, pero «de momento no ha nada firme».
En todo caso, el director deportivo del San Pablo -y en general todo el mundo-, confía en que lo peor ya haya pasado y la próxima temporada se presente diferente. de momento, el Gobierno ya ha levantado la suspesión del públcio en recintos deportivos.
«Esperamos que se relajen todas las restricciones porque la pandemia se vaya superando», aunque «debemos ser conscientes de lo que hemos vivido», estar «concienciados» y permanecer «alertas». «Hay que dar un paso al frente. Estamos viendo cómo en otros países, el deporte profesional va volviendo a la normalidad poco a poco y esperamos que la temporada que viene suceda también en España», zanja Martínez.
