Mirotic aleja al San Pablo Burgos del sueño de la Copa

La historia se repitió para el San Pablo Burgos. Sobre todo cuando juega contra el Barça. Los de Peñarroya nadaron destacados durante gran parte del encuentro y terminaron ahogándose cuando el encuentro expiraba, gracias a Niko Mirotic, que sacó su clase para doblegar a los burgaleses. Y eso que Rivero tuvo la canasta para mandar el encuentro a la prórroga, pero cuando soltó el balón, el tiempo ya había finalizado. Hubiera hecho justicia. Esta derrota aleja el sueño de la Copa.

Conocía el camino el San Pablo y así fue durante todo el primer cuarto. Alentados por un Benite superlartivo, los locales volvían a demostrar lo que es El Coliseum. Acierto desde el perímetro, intensidad defensiva y dosis de nerviosismo para los de Pesic. Tan solo Mirotic mantenía a su equipo, pero no era suficiente, sobre todo después de cometer su segunda personal en el primer cuarto. Benite iba a lo suyo y cuando enfiló la recta al banquillo (a falta de 2:32 de los primeros diez minutos), la ovación fue más que atronadora. Su cinco de cinco en triples dejaba perplejo a Pesic, que consumía tiempos muertos a la par que alentaba a los suyos. Sabía que la remontada pasaba por imprimir una marcha más. 28-20 al final del primer cuarto.

Y esa intensidad la manifestó Oriola al inicio del segundo acto. El campeón del mundo sacó a relucir sus cualidades. Sobre todo en ataque, pues redujo la diferencia a tres puntos. Supo reaccionar el San Pablo con McFadden como protagonista. El base, desde el perímetro como había hecho con anterioridad Benite, volvía a establecer una ventaja de diez puntos. Todo funcionaba en casa de Peñarroya. Rivero, que entraba en la convocatoria por Tokoto, respondía con trabajo en la pintura. Con la entrada de Mirotic, el Barça volvió a recobrar el timón del encuentro. El ala pívot castigaba la defensa del San Pablo y en cada acción rascaba puntos para su equipo, igualando, prácticamente, el encuentro al descanso (47-44).

Benite inició la segunda parte como la terminó. Con acierto de cara al aro. Volvía a la senda de la confianza el San Pablo. Hasta que los árbitros se erigieron como protagonistas al pitar falta y técnica a Augusto Lima (la cuarta en ese momento), sumada a una nueva técnica a Peñarroya por protestar. Se ponía a dos el Barça, lo que obligaba a la caldera de El Coliseum a subir la temperatura (más aún). Eso no sirvió para frenar el juego interior del Barça. Si antes dominaban Oriola y Mirotic, ahora era el turno para Tomic, que con 7 puntos en el tercer cuarto daba la vuelta al marcador. Sufría el San Pablo con Lima en el banquillo, mientras Stevic y Clark no eran capaces de inmovilizar al croata. Pero el San Pablo despertó al final del tercer cuarto (62-61).

Continuó la buena racha en el acto decisivo. Un +6 imperaba en el marcador a falta de nueve minutos. Quedaba mucho, pero el San Pablo caminaba por buena senda. El Barça no desesperaba y ahora era el turno de Kuric. Los de Pesic hacían la goma para seguir en el encuentro. Iba a arreones. Lo suficiente para seguir respirando y con opciones de ganar. Un 2+1 de Mirotic ponía a 1 a falta de seis minutos. Hanga ponía por delante al Barça y la emoción seguía intacta. Era el turno para los valientes. Y Benite lo fue a falta de dos minutos con dos triples que erró. Justo cuando más se le necesitaba. Eso terminó por desarbolar al San Pablo. Mientras, el Barça se escapaba a ritmo de tiros libres de Mirotic (76-80, a falta de 1:50). También fue valiente Bassas cuando faltaba menos de un minuto. Un triple suyo igualaba el encuentro, pero volvió Mirotic para dar una ligera ventaja, que no se equiparó cuando Rivero, con el tiempo ya cumplido, introducía la canasta de la igualada.