Victoria agónica

El San Pablo Burgos sigue lanzado. Tras su reciente mala racha, en la que llegó a perder seis partidos consecutivos, los azules han dado un giro de 180 grados y, tras imponerse al Movistar Estudiantes en el Wizink Center, acumulan tres triunfos, dos en liga y uno en Champions. Los burgaleses fueron mejores durante buena parte del encuentro y llevaron el control del marcador durante casi los 40 minutos. Sin embargo, el conjunto madrileño, acostumbrado a luchar hasta el final, obligó al San Pablo a mantener la tensión competitiva hasta el último segundo.

Darío Brizuela tuvo opciones para ganar o llevar el partido a la prórroga con algo menos de cinco segundos de posesión y optó por una penetración a canasta que el aro expulsó. Así hizo bueno el San Pablo el 76-78 que imperaba entonces en el luminoso.

El San Pablo Burgos comenzó con un muro defensivo ya construido, que impidió al Movistar Estudiantes anotar. De hecho, con más de seis minutos de cuarto disputados, los madrileños solo habían marcado dos puntos. Con el 2-7, el técnico local, Aleksandar Džikić, pidió tiempo muerto y poco después debutó en Liga Endesa Jasiel Rivero, que entró en la convocatoria después de que se prescindiera para este encuentro del alero Jean Pierre Tokoto. Sin embargo, el San Pablo Burgos no estaba aprovechando la superioridad defensiva y, a pesar del 2-10, su aportación anotadora tampoco estaba siendo positiva. Y es que, aunque recuperaron multitud de rebotes ofensivos, los burgaleses no estaban acertados desde la línea de 6,75 y lo pagaron no cerrando el primer cuarto con una mayor ventaja (10-17).

Con muy mal pie reanudó el partido el conjunto burgalés, que encajó un 7-0 de parcial y tiró por la borda el excelso trabajo defensivo (17-17). Los visitantes rápidamente recuperaron la iniciativa en el marcador y McFadden les puso por delante, aunque no por mucho tiempo. Un triple de Dukan dio el liderazgo al Estudiantes (20-19). El partido atravesó una fase de mucha igualdad, en la que el acierto de tres del San Pablo por fin apareció para deshacer el entuerto. Víctor Benite rompió una maldición de once errores en el tiro exterior y anotó un triple que devolvió la batuta a los de Joan Peñarroya (25-28). Con esa recuperación de uno de los puntos más fuertes del San Pablo, el partido se fue al descanso nuevamente con siete puntos a favor de los visitantes (28-35).

Tras el paso por vestuarios, el San Pablo salió arrollador. Un rápido parcial de 0-4 ponía la máxima diferencia hasta el momento (28-39) y sentaba las bases para poder romper el partido. Sin embargo, como ocurriera en los dos primeros cuartos, el Movistar Estudiantes supo apretar los dientes a tiempo y se marcó un 13-4 de parcial que rompía del todo la pretensión burgalesa (41-43). El partido volvía a empezar y el desgaste de hacer la goma en el marcador empezaba a notarse. Fue la cuarta falta de Dario Brizuela la que volvió a dar tregua al San Pablo, que dejaba a uno de los mejores fuera (44-48). Los burgaleses volvían a tomar diferencias en los últimos ataques del tercer periodo, que se cerró con 52-58 en el luminoso.

Estaba todo por decidirse en un último periodo que fue un calco de los anteriores. El Movistar volvía a la carga (58-60) y el San Pablo se marcaba un 0-7 de parcial para que Džikić pidiera tiempo muerto (58-67). A pesar de que parecía que los burgaleses tenían el partido controlado, la amenaza estudiantil era constante. Siempre había un error en el momento de la puntilla y la tensión se mantenía. Con el 68-75, Dario Brizuela anotaba un triple que metía, por enésima vez, al Estudiantes en partido. Los últimos minutos estaban resultando agónicos. Los de Peñarroya, siempre con el partido en su mano, se topaban con canastas heróicas de los madrileños. Un triple imposible de Pressey ponía a los locales a uno, con cuatro segundos por jugarse (76-77). Clark erró uno de sus dos tiros libres que daban tierra segura al San Pablo (76-78) y dejó en manos de Brizuela el signo del partido. El jugador vasco optó por buscar el empate penetrando a canasta y su tiro se salió de dentro.

El próximo partido para el San Pablo Burgos se jugará el sábado 30 de noviembre, a las 18.00 horas, en el Coliseum Burgos ante el Unicaja de Málaga.