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Capturan al osezno herido que vagaba por pueblos de Liébana

Se encuentra en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria

Jueves, 25 de enero 2018, 19:50

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El osezno herido que vagaba por la comarca cántabra de Liébana, ya está en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria, donde ha pasado la noche después de haber sido capturado en las proximidades del pueblo de Cambarco.

Los responsables de la Consejería de Medio Rural de Cantabria han explicado hoy en rueda de prensa como se ha logrado capturar al animal, que ha estado siendo seguido con cámaras de trampeo desde hace quince días.

Esas cámaras permitieron ver que el osezno tenía «cierta querencia» por una determinada zona, en la que ayer se colocó, con la colaboración de tramperos del Ministerio de Medio Ambiente, una trampa «de lazo», que se activó a las 15.00 horas.

Tres horas después, a las 18.05 horas, se recibió el aviso de que «algo había caído en la trampa», comprobándose que se trataba del oso herido en una pata del que se tenía noticia desde el 20 de noviembre al verle en algunos pueblos de Liébana.

Tras ser capturado, el animal fue anestesiado y se le hicieron algunas pruebas, que determinaron que tiene rota la muñeca de una de las extremidades delanteras, y «posiblemente» también fractura del cúbito.

El osezno, que pesa 31,4 kilos, ha pasado la noche en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Villaescusa, con mínimo contacto con los cuidadores para así ampliar las posibilidades de ser liberado al medio natural.

La Fundación Oso Pardo no entiende «la demora injustificable e insólita» en la captura del osezno, y considera que lo importante ahora es que el animal vuelva a su hábitat natural «siempre que sea posible».

Sin embargo, su presidente, Guillermo Palomero, reconoce, en declaraciones a Efe, que ve «difícil» que el animal pueda volver a la montaña, porque ha pasado «mucho tiempo conviviendo con los humanos y casi viviendo en un pueblo».

En el caso de que se pueda liberar al osezno, ha abogado por hacerlo radio equipado para poder comprobar sus movimientos y, en caso de no adaptarse correctamente, «ya no quedaría otra que tenerlo en cautividad en las mejores condiciones posibles».

Y ha apuntado que esta es la quinta vez que se encuentra un osezno herido o huérfano.

Dos de los oseznos que fueron capturados volvieron a la naturaleza, mientras que otro no consiguió readaptarse y se acercó de nuevo a un pueblo, lo que obligó a dejarlo en cautividad, y el otro se murió en el trayecto hacia su liberación, debido al estrés.

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