El Centro de Atención al Drogodependiente de Cruz Roja ya ha atendido más de 500 casos en 2019

El equipo de profesionales de la salud que trabaja en el Centro de Atención al Drogodependiente de Cruz Roja Española en Burgos atendió en los nueve primeros meses de 2019 a más de medio millar de personas. Una cifra que «no ha crecido en los últimos años» y que se ha «estabilizado», aunque el consumo de drogas y otras sustancias sigue siendo uno de los mayores problemas de salud de la sociedad.

Con el ánimo de acercar esta realidad, el Equipo Terapéutico del CAD de Cruz Roja ha participado este lunes en la Universidad de Burgos en los actos de la I Semana de Promoción de la Salud. Así, un grupo de alumnos ha podido conocer el día a día de los profesionales que trabajan en un centro de atención específico de drogodependientes, integrado en la Red de Atención a las Drogodependencias de Castilla y León.

Un recurso de referencia para el tratamiento ambulatorio de las drogodependencias que mantiene su actividad desde 1989, y cuyos destinatarios son personas con problemas de alcohol y sustancias psicoactivas ilegales y sus familiares.

Bajo el título 'Procesos y procedimientos contra el abuso y dependencia de sustancias', los profesionales de Cruz Roja acercaron a los presentes el trabajo que lleva a cabo que se lleva a cabo desde hace más de tres décadas en CAD.

En concreto, Carlos Domingo de la Torre explicó que «es necesario conocer el trabajo que hacemos con aquellas personas drogodependientes desde que llegan al centro y hasta que salen, con un abordaje psicosocial adaptado a cada caso».

Así, indicó que «es complicado medir el éxito de los procesos», cuando hablamos de drogodependencia que es una enfermedad en la que «el éxito se consigue con objetivos intermedios como son la mejora de la salud del paciente o que se drogue menos con periodos de recaída lo más largos posible», aseveró el experto.

En la actualidad, Cruz Roja Española trabaja con personas de todas las edades, aunque el perfil del usuario/a del CAD es de personas adultas de entre 30 y 50 años. «Los jóvenes no acuden por iniciativa propia sino impulsados por sus familias o progenitores», indican los profesionales.

En cuanto al consumo, el personal de Cruz Roja trabaja, principalmente, con personas adictas al alcohol y a cocaína. «Vemos que son personas con un policonsumo», advierte de la Torre, que también apunta a un ligero repunte de casos de aumento de consumo de heroína en Burgos.