Borrar
Vivienda en la que ha tenido lugar el crimen. En el recuadro, Yésica. Damián Arienza
«Era habitual oírles discutir y a los niños llorar»

«Era habitual oírles discutir y a los niños llorar»

Un hombre de 51 años mata a su pareja, Yésica Menéndez, de 29, en la vivienda familiar de La Caridad (Asturias), en la que estaban sus hijos de 5 y 7 años

EVA FERNÁNDEZ

Martes, 11 de septiembre 2018, 09:44

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Asturias está de luto. Los vecinos de La Caridad amanecieron este lunes conmocionados por el asesinato de su vecina Yésica Menéndez Fernández, de 29 años, presuntamente, a manos de su pareja, el brasileño Abdenego de Souza, de 51 años, quien se ahorcó, instantes después de apuñalar a su pareja, en la fachada de la vivienda familiar, el 2ºB del portal 1 del edificio número 2 de la Travesía Mohices.

Este suceso se produjo cuando los dos hijos de la pareja, de 5 y 7 años, se encontraban dentro de la vivienda, donde fue encontrado el cuerpo sin vida de la mujer. Los menores, que fueron trasladados en un primer momento al Hospital de Jarrio para comprobar su estado, se encuentran ahora con unos familiares, mientras Servicios Sociales tramita las cuestiones legales para hacerse cargo de los niños, según narra EL COMERCIO.

«Era habitual oírles discutir y a los niños llorar, pero no sabíamos si lloraban porque les pegara»

Tras conocerse la tragedia, la alcaldesa, Cecilia Pérez, convocó un Pleno extraordinario y urgente y junto a los ocho ediles de la Corporacion municipal presentes en la sesión anunció que hoy todos los edificios públicos de El Franco lucirán crespones negros en señal de duelo. Ayer en El Franco también estuvo la directora del Instituto Asturiano de la Mujer, Almudena Cueto, quien tras condenar este caso de violencia de género manifestó que «los niños están bien, estamos en contacto con la familia para ofrecer toda la ayuda jurídica y los recursos que necesiten». Además, ha confirmado que no había denuncias previas por malos tratos. Yésica Menéndez es la tercera víctima de violencia doméstica del Principado y la número 34 en España en lo que va de año.

«Fue una noche de película»

Los vecinos de edificio de Yésica Menéndez y Abdenego de Souza no daban crédito hoy a los sucedido. «Fue una noche de película», resumía la vecina de abajo de la pareja. Todos comentaban que «era habitual oírles discutir y a los niños llorar, pero no sabíamos si lloraban porque les pegara», comentaba Virgina García, del 2ºD, para quien «él había sido militar y era un poco machista, no me gustaba». Jonathan Iglesia, del 2ºC, el piso que se encuentra justo debajo al de Yésica Menéndez y Abdenego de Souza, fue quien avisó a la Guardia Civil y a la Policía de lo que había ocurrido. «Estábamos durmiendo al niño y los oímos discutir. Después a ella decir déjame, déjame y al momento un ruido fuerte en el tejado. Levanté la persiana y vi una cuerda, miré para arriba y hasta pensé que me iban a robar y al mirar para abajo ya le vi a él, un metro más y nos entra en casa. No quería que mi mujer lo viese. Estaba tan nervioso que no era capaz de marcar el teléfono de la policía».

En ese momento, los vecinos del bloque salieron al rellano, llamaron a la policía y comentando lo sucedido cuentan que a las cinco de la tarde vieron entrar en el portal a De Souza «con las eslingas que luego utilizó para ahorcarse». Virginia García, añade que «a las nueve coincidí en el portal y lo vi como siempre» y Yohathan Iglesias afirma que «Yésica entró en casa con los niños sobre las once, por eso, cuando avisamos a los agentes nos dimos cuenta de que a ella (Yésica Menéndez) le podría haber sucedido algo y nos dimos cuenta de que también a los niños».

Cuando llegaron los Bomberos y tiraron la puerta del domicilio de la pareja abajo, minutos después de la medianoche, sacaron a los niños de la vivienda. El mayor, de 7 años, no paraba repetir, según Marisol -una de las vecinas que atendió a los pequeños- «hay mucho ruido». «Creo que no vio nada, pero no estamos seguros porque tenía en su niki la huella de su pequeña mano manchada de sangre. El pequeño sí que no se enteró de nada, salía muy dormido y solo quería volver a dormir. Los llevaron a Jarrio porque tenían miedo de que los hubieran sedado para que no se enterasen de nada».

Yésica Menéndez, al parecer, según confirmaron también en el Ayuntamiento, se encontraba en trámites de separación, lo que no se descarta como posible causa del suceso. Había sacado hacía unos meses el carnet de camión y «hacía rutas todas las semanas a Italia, trabajaba para varias empresas de la zona». «Se encontraba en un momento muy dulce porque había encontrado trabajo», comentó la concejala de Igualdad, Victoria Zarcero. Y es que Yésica Menéndez había tenido «una adolescencia muy corta», según la alcaldesa Cecilia Pérez. Su padre y su hermana se suicidaron hace poco y su madre murió en trágicas circunstancias, en un accidente que tuvo lugar en el concejo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios