Borrar
Momentos de tensión tras la liberación. En la segunda imagen, la ambulancia abandonando el lugar. Ariel C. Rojas

granada

Mata a un hombre y se atrinchera más de 12 horas con la mujer del fallecido en Granada

Al filo de las cinco de la madrugada la mujer ha salido de la vivienda y la Guardia Civil ha detenido al hombre que la mantenía secuestrada

Laura Velasco y Sandra Martínez

Granada

Miércoles, 10 de septiembre 2025

Comenta

La larga noche de vigilia, que discurría entre la tensión y el silencio, se agitaba sobre las 04.45 horas de la madrugada. Familiares y allegados que esperaban en Prado Negro para seguir la negociación de la Guardia Civil con el hombre atrincherado en su vivienda se revolvían.

Los gritos y llantos de los familiares del hombre asesinado ayer invadían el cordón policial al conocer que el presunto autor de los hechos había liberado a Lourdes tras estar retenida durante más de 12 horas. Horas de larga negociación con los agentes especializados del instituto armado. Ella ha sido trasladada en ambulancia y él está ya detenido por la Guardia Civil, según ha podido saber esta redacción. Se trata de un varón de 61 años que salió en un vehículo oficial del lugar del secuestro.

La Guardia Civil ha mantenido el cordón de seguridad toda la noche y la funeraria se ha acercado a primera hora de la mañana al lugar para recoger el cuerpo del fallecido, que se encontraba en las inmediaciones de la vivienda en la que estaba el atrincherado.

Al menos una treintena de personas han permanecido en el lugar de los hechos durante la noche. Al conocer lo sucedido, se han vivido algunos momentos de tensión entre los allegados y los agentes de la Guardia Civil y posteriormente entre los familiares.

Se han escuchado gritos de «Asesino» y sollozos entre los familiares allí congregados. El primer vehículo en abandonar el lugar ha sido la ambulancia en la que, al parecer, viajaba Lourdes. Posteriormente, un coche rotulado de la Guardia Civil salía del lugar, presumiblemente con el presunto autor del homicidio y el secuestro en su interior.

La terrible página de la crónica negra registrada en Huétor Santillán terminaba de escribirse con el mejor desenlace, ya que la mujer podía ser liberada tras una dura negociación de la Guardia Civil, que se prolongó durante más de doce horas.

Los hechos comenzaban cerca de las cuatro de la tarde del miércoles, cuando el sonido de los disparos en el tranquilo paraje de Prado Negro se convertía en el preludio de una tarde y noche de tensión y dolor. En el carril, que conduce a varias casas rurales, se consumaba un crimen. Pedro, un residente de la zona, embestía presuntamente con su coche el turismo en el que llegaban Juan y Lourdes, sus vecinos. Después, disparaba mortalmente al hombre, que murió allí mismo, dentro del coche. A Lourdes, la mujer, la obligó a salir y la llevó a la fuerza a su vivienda, a pocos metros del lugar de los disparos. Se atrincheraba entonces en su casa, presuntamente armado, y con la mujer del fallecido como rehén. Comenzaba una larga tarde y noche de vigilia, de despliegue policial y de escenas de incredulidad y dolor entre los conocidos y allegados.

Juan, la víctima mortal, tenía 67 años cuando recibió el disparo de arma de fuego que le causó la muerte. Dos vecinos de Prado Negro, un anejo de apenas un centenar de vecinos, fueron los que encontraron el cuerpo. «Lo que hemos visto no lo vamos a olvidar en la vida», relataban ayer a esta redacción, tratando de mantener la compostura.

Encontraron el cuerpo de Juan en su coche. «Nos han avisado de que algo había pasado y hemos subido. Al ver a Juan, lo he llamado varias veces, pero no respondía, estaba muerto. A ella la ha sacado a la fuerza», cuenta con el miedo aún metido en el cuerpo. «Si nos hubiera pillado, lo mismo también nos dispara a nosotros», añadió.

Los testigos divisaron una bala cerca del asiento del piloto, pero aseguraban no haber tocado nada, conscientes de que la Policía Científica debía hacer su trabajo. En un momento dado, el hijo de la víctima se acercó al lugar y, pese a los esfuerzos de los vecinos, alcanzó la escena del crimen.

Testigos apuntaban ayer a esta redacción que el secuestrador había dejado en su propio coche «una libreta con los motivos por los que lo ha hecho», un extremo que tendrá que ser confirmado por la Guardia Civil. Todos coincidieron en que Pedro, el presunto homicida, estaba esperando a la pareja y actuó sin darle tiempo a reaccionar.

Aunque la hora exacta del suceso no estaba muy clara, las llamadas llegaron a la Guardia Civil poco antes de las cuatro de la tarde. El instituto armado desplegó más de medio centenar de agentes, incluido un equipo de Unidad Especial de Intervención, un grupo de élite especialmente entrenado para actuar en este tipo de secuestros o en operaciones contra el terrorismo. Empezó entonces una larga negociación, en la que participaron los agentes especialmente formados de la Benemérita para estas tareas.

Cordón policial

El cordón policial alejó a curiosos, vecinos y periodistas varios centenares de metros de la vivienda en la que Pedro mantuvo retenida a Lourdes, que vio morir a su marido en el coche en el que viajaban.

Hasta el lugar se desplazaron efectivos de Bomberos, voluntarios de Protección Civil y personal sanitario, incluido un helicóptero del 061. Las horas pasaron y hasta la zona se acercaron algunos residentes, apesadumbrados por lo ocurrido y con la tensión por la situación de la mujer, retenida contra su voluntad con el hombre que había matado a su marido.

«Estamos destrozados y solo pensamos en nuestra vecina Lourdes», lamentaban. «Ojalá no le haga nada a ella. Qué asco de vida. Con lo bueno que es nuestro Juan», decía entre lágrimas una mujer. Contaron que la pareja es muy querida y la convivencia con ellos era excepcional. No hablaban igual del secuestrador, al que describen como alguien «extraño» que había dado problemas anteriormente. Al parecer, tenían rencillas por temas del campo.

«Ya sabemos cómo es, está loco perdido. Pobretica nuestra Lourdes, lo que estará pasando con él en esa casa», indicó otra mujer. Los vecinos apuntaban a que el hombre tenía «rifles o escopetas» en casa. Lloros y rezos se entremezclaron en la tarde, que se enfrió en Huétor Santillán sin novedades. El despliegue policial se mantuvo férreo.

Conforme avanzaron las horas empezaron a retirarse algunos medios, como los Bomberos, o el helicóptero del 061, que no puede volar una vez que cae la noche. Hubo trasiego de agentes de Guardia Civil, uniformados y sin el traje verde. Y llegaron algunos familiares más, que no pudieron reprimir los gritos y las muestras de dolor al conocer lo ocurrido.

El mutismo policial rodeó una vivienda a la que no tenía acceso más que algún allegado de la mujer retenida en el interior. Primero, los agentes le pidieron que guardase silencio. Junto al domicilio, los negociadores de la Guardia Civil trataban de acercarse al hombre atrincherado. El objetivo principal era que Lourdes saliese con vida del secuestro, según publica Ideal.

Fuentes cercanas al caso explicaron a esta redacción que no hay un protocolo exacto en estos casos, no hay un número de horas para intervenir. Las decisiones se toman en función de cómo se desarrolla la negociación. Un dron de la Guardia Civil sobrevoló la vivienda durante toda la tarde.

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta Mata a un hombre y se atrinchera más de 12 horas con la mujer del fallecido en Granada

Mata a un hombre y se atrinchera más de 12 horas con la mujer del fallecido en Granada