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Interior de la piscina cubierta. Ayuntamiento de Torrijos
Una niña sobrevive a la ameba come cerebros, en el primer caso de este tipo en España

Una niña sobrevive a la ameba come cerebros, en el primer caso de este tipo en España

La infección del parásito se produjo en la piscina cubierta de Torrijos, en Madrid, en marzo

ABC

Viernes, 12 de octubre 2018, 20:07

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El pasado mes de marzo una niña contrajo la ameba de vida libre 'naegleria fowleri', también llamada ameba «comecerebros» en la piscina de Torrijos, en la Comunidad de Madrid. Este es el primer caso de este tipo en España en el que, además, la víctima ha logrado sobrevivir. Un caso realmente extraño ya que la meningitis amebiana primaria es mortal en el 97% de los casos. De hecho, solo hay una docena de supervivientes en el mundo que haya sufrido la incubación de este parásito de aguas dulces.

La niña ha sido dada de alta en el hospital Virgen de la Salud de Toledo donde ingresó en marzo con fuertes dolores de cabeza, fiebre y rigidez en el cuello, síntomas propios de esta meningitis.

Durante su estancia en el hospital, el tratamiento fue con antiparasitarios suministrados a través de la farmacopea, ya que en estos casos no sirven los antibióticos, indica Tordera. El director general destaca que el equipo médico «ha actuado con rapidez y el tratamiento ha llegado al sitio exacto», en este caso el sistema nasal, ya que es a través del nervio olfatorio el conducto por el que la ameba ataca la meninge y el encéfalo.

El lugar del contagio

Aparte del tratamiento, una de las cuestiones principales, según Tordera, era conocer el lugar del contagio de este parásito, cuya vida en aguas dulces oscial entre dos y cinco días. Para ello se hizo un seguimiento de los lugares frecuentados por la pequeña, y entre ellos estaba la visita cada semana a la piscina climatizada de Torrijos.

Fue en el mes de junio cuando se enviaron muestras de agua a Majadahonda y se ordenó el cierre de la instalación. Poco después se comprobó, según Tordera, la existencia de la ameba en ambas piletas de la piscina, pese a que el agua tenía el control del cloro de forma informatizada y dentro de los parámetros legales.

La piscina se ha llenado y se ha vuelto a llenar y se ha elevado el nivel de cloro, aunque sigue el cierre cautelar de la instalación. Esta decisión se ha llevado con discreción para no causar alarma social. Según Tordera, es muy posible que la próxima semana o a la siguiente ya se pueda autorizar la reapertura de la piscina.

En Estados Unidosen los últimos 15 años se han detectado unos 140 casos. Este tipo de infección parasitaria es más frecuente es en países como Pakistán, donde la práctica de las abluciones (purificaciones riturales dentro del agua) propicia el contagio por las fosas nasales.

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