Borrar
Urgente Suspenden la procesión de El Encuentro de este Jueves Santo en Burgos
Mari Carmen Riestra y José Ignacio Martínez, dos arandinos vacunados con AstraZeneca. Gloria Díez
Los últimos vacunados con AstraZeneca: «Nos sentimos conejillos de indias»

Los últimos vacunados con AstraZeneca: «Nos sentimos conejillos de indias»

Algunos de vecinos de Aranda de Duero, los últimos vacunados con las dosis de Oxford/AstraZeneca este martes, aseguran que esto es «una tomadura de pelo»

Gloria Díez

Burgos

Jueves, 8 de abril 2021, 08:19

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La polémica generada en torno a la vacuna de AstraZeneca frente a la covid ha calado, especialmente, entre los burgaleses de 65 años, los últimos en haber recibido la primera dosis de este laboratorio. La última campaña de «vacunación masiva» dirigida a los nacidos en el 56 se realizaba este martes en Villarcayo y en Aranda de Duero y varios vecinos de la capital ribereña protestan por «la falta de seriedad y de información» por parte de las autoridades sanitarias en torno a la inyección que acaban de recibir.

«Nos están tratando como a conejillos de indias». Así de rotunda se muestra Natividad de Juan, de 65 años, que se sumó a la vacunación en Aranda el 6 de abril porque «tenía claro que es necesario vacunarse para acabar con esto». Sin embargo, a los efectos secundarios que padece desde que le inocularon la dosis (fiebre, malestar y dolor de cabeza), ahora se ha añadido la preocupación por la seguridad de este producto.

«Es que da miedo porque parece que afecta más a mujeres, yo tengo patologías previas y que la suspendan un día después de que nos la pongan nos preocupa mucho», asegura visiblemente disgustada. «Da la impresión de que nos han utilizado como experimento y nadie nos explica nada, nos sentimos conejillos de indias», afirma. Además, se pregunta, «si siguen adelante y nos ponen la segunda, ¿nos sentará mal? y, si deciden no seguir, ¿qué van a hacer con los que tenemos ya una dosis puesta?».

Interrogantes para los que todavía no hay una respuesta clara. Ayer la Junta de Castilla y León anunciaba a primera hora de la mañana la suspensión cautelar de la vacunación con AstraZeneca, dejando más dudas que certezas entre los ciudadanos que ya tienen una dosis. A continuación, el Gobierno desautorizaba al Ejecutivo regional y la vicepresidenta, Carmen Calvo, declaraba que «corresponde al Consejo Interterritorial de Salud y está decidido, no le corresponde a ninguna comunidad autónoma, a su manera de entender o a su fórmula política de confrontar».

Menos de 24 horas antes de la polémica, José Ignacio Martínez, recibía la vacuna en Aranda de Duero. Él no presenta ningún efecto secundario pero no esconde que, tanto él como varios de sus conocidos, sienten «que están jugando con nosotros». Esto, explica, «no es justo, parece que nos han cogido para experimentar con nosotros», confiesa.

Ayer por la noche se conocía el resultado de la votación de los consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas, que decidían paralizar la inoculación con esta vacuna a los menores de 60 años pero también a los mayores de 65. La vacunación con AstraZeneca a los mayores de 65 se revisará en los próximos días en la Comisión de Salud Pública. Por tanto, queda limitada a las personas de entre 60 y 65 años.

«¿Qué nos han metido en la vacuna?»

En este sentido, Martínez se pregunta, «¿qué nos han metido? ¿Qué lleva esa inyección para que la prohíban solo un día después con tanta prisa?». Está molesto por la falta de explicaciones y de respuestas a las múltiples inquietudes que ha generado el baile de decisiones en torno a esta vacuna. «Que salga Sanidad a dar una explicación, nos lo deben, para saber si hay riesgo o no», sentencia.

«Un amigo mío no quiso vacunarse porque su hija es enfermera y le recomendó que no se pusiera AstraZeneca y claro, piensas estas cosas y ya no sabes qué está pasando», reconoce este arandino.

Mari Carmen Riestra tiene 61 años y trabaja en un centro de Educación Especial en Aranda. Le pusieron la vacuna hace diez días y reconoce que «tiene miedo» porque no sabe si le provocará algún efecto adverso. «No nos están contando la verdad, pero de ninguna de las vacunas», asegura. Inquietud que comparte con el resto de personas que han sido vacunadas con AstraZeneca. «¿Qué nos han puesto? y ¿Por qué no salen a dar explicaciones?», concluye Riestra.

Otra arandina nacida en el 56 que decidió vacunarse y que prefiere mantener el anonimato, presenta hoy múltiples efectos secundarios, «son todos normales según me dicen, pero ¿quién me garantiza a mí ahora que no voy a empeorar?». Ella apuesta por hacer un frente común «y manifestarse para que las autoridades den la cara».

Estos vecinos acudieron a la cita sin pasar por su médico de cabecera porque la convocatoria se realizó de forma pública mediante carteles informativos y noticias en la prensa. Por eso muchos dudan ahora de si habrán hecho bien en ponérsela. «Lo anunciaron ya mal, no pasamos por llamada de nuestros centros de salud y eso ya me pareció raro», reconoce otro vecino vacunado el martes.

2.695 burgaleses vacunados con AstraZeneca en cuatro días

Entre el sábado y el martes se han vacunado 2.695 burgaleses de 65 años con la polémica dosis de AstraZeneca. 1.636 de ellos en Burgos capital, 550 en Aranda de Duero, 355 en Miranda de Ebro y 154 en Villarcayo.

La respuesta más favorable fue la de Aranda, donde acudió el 90% de la población nacida en 1956. Le sigue la capital con el 68% de los convocadoslos, Villarcayo con el 63% y Miranda con el 60%. Participación muy elevada en todos los municipios en los que se ha realizado la vacunación masiva. A estas cifras hay que sumar los profesionales sanitarios y los docentes menores de 55 años que han recibido la primera dosis de AstraZeneca en la provincia. También personal esencial de Policía, Guardia Civil, Bomberos y Protección Civil.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios