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Daniel de la Rosa con el bastón de mando tras ser investido alcalde de Burgos. APM
El hombre que soñaba con ser alcalde
Perfil de Daniel de la Rosa, alcalde de Burgos

El hombre que soñaba con ser alcalde

El socialista Daniel de la Rosa, nuevo alcalde de Burgos, ha pasado «los peores días de su vida política» en la última semana | Tras la incertidumbre, el sábado pudo sonreír al convertirse en alcalde de su ciudad al ser la lista más votada

Domingo, 16 de junio 2019, 19:54

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«El poder desgasta sobre todo cuando no se tiene» dijo el político y periodista italiano Andreotti pero la frase no se puede aplicar al recién elegido alcalde de Burgos, el socialista Daniel de la Rosa. Parece que el nuevo regidor ha sabido aprovechar estos cuatro años como líder de la oposición, con un Gobierno 'popular' en minoría, eso sí, para demostrar que su objetivo es Burgos y que trabajará por la ciudad y por ser lo más útil posible para sus vecinos.

De la Rosa nunca ha ocultado que ama la política municipal, que siempre ha soñado con ser alcalde, aunque los vaivenes de los últimos días se lo hayan hecho pasar realmente mal. Ha llegado a reconocer que estaba viviendo «sus peores días en política». Pero el sábado, cuando Ángel Martín (Vox) se propuso a si mismo como candidato a la Alcaldía, su rostro se relajo. Los dos concejales de Vox votaron a su candidato y no dieron su apoyo al de Ciudadanos, por lo que él, el candidato de la lista más votada, la del PSOE, estaba a escasos minutos de convertirse en alcalde de Burgos. Llega al cargo con el mejor resultado municipal de su partido en Burgos en la historia de la democracia. Esto, y la falta de entendimiento entre sus adversarios, lo han llevado a coger el bastón de mando.

Una de sus aficiones es el cine. Entre sus películas favoritas está 'El golpe' y como se dice en ese filme, «mañana volveré a ser el hombre más buscado del país». El sábado De la Rosa fue el hombre más buscado de su ciudad, a la llegada y a la salida del ayuntamiento de Burgos, fue el hombre al que muchos querían abrazar y animar.

De la Rosa siente Burgos «por los cuatro costados». Su infancia, adolescencia y juventud las pasó en Gamonal, barrio que sigue sintiendo como propio. Es politólogo, diplomado en Gestión y Administración Pública y licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración.

Estas han sido las segundas elecciones a las que ha concurrido como candidato a la Alcaldía y muchos afirman que «no hay quien desee tanto ser alcalde de su ciudad». La emoción que ya no podía ocultar y las lágrimas que se le escapaban cuando salió del ayuntamiento, con el bastón de mando, como el nuevo regidor «de todos los burgaleses», ejemplifican que él es el hombre que nunca dejó de soñar, creer y trabajar.

Comenzó a participar en movimientos estudiantiles en la universidad, con 22 años, en ese momento ya sabía que su inclinación y su pasión estaban en una participación política activa pero en clave local. El comienzo de su militancia coincidió con la pérdida de la Alcaldía del socialista Ángel Olivares. En 2003 ya estaba enrolado en las Juventudes Socialistas pero no había dado el paso de la militancia. Fue a consecuencia de esta pérdida de Alcaldía por parte de los socialistas cuando decidió que quería participar de una forma más activa y comprometida.

Esa pasión, ese ímpetu, le identifican. Entiende el cargo de regidor de una ciudad como Burgos, de la que se siente parte y que también conforma una parte de él, como una lucha del día a día, de contacto permanente y de poner como prioridad frente a todo a los burgaleses. El reto de verdad empieza ahora.

De la Rosa no ha ocultado, es más, lo ha manifestado públicamente en muchas ocasiones, que está convencido y orgulloso de su labor en la oposición del Ayuntamiento en estos cuatro años con Javier Lacalle (PP) al frente del Gobierno municipal. Esta ha sido una de las líneas de su campaña, recordar que muchos de los acuerdos plenarios alcanzados no habrían sido posibles sin el apoyo socialista. Una oposición exigente y crítica pero también responsable y, sobre todo, «útil» ha sido una de sus principales bazas electorales. Y ha contado con el apoyo de unos 33.000 burgaleses.

Durante esta legislatura se ha abierto La Estación, se ha comenzado a trabajar en la segunda fase de rehabilitación del Monasterio de San Juan, se ha actuado en el polideportivo de San Amaro, se ha desarrollado el ARU de San Cristóbal y se ha dotado de más medios materiales a los cuerpos de Policía Local y Bomberos, acuerdos todos ellos en los que el equipo de Gobierno ha contado con el apoyo del PSOE. Algo que otros grupos han criticado y que el Partido Popular, en el Pleno de investidura, olvidó mencionar entre los reproches.

Antes de convertirse en alcalde de su ciudad, Daniel de la Rosa confesaba que el día más feliz de su vida había sido el de su boda, a esta fecha reconoce que se suma ahora el día en que fue investido regidor de Burgos, la ciudad que siente «por los cuatro costados».

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