Luz verde a la integración del IMC y la Gerencia de Fomento en el Ayuntamiento
Los votos del equipo de Gobierno han sido suficientes para sacar adelante la propuesta en un polémico Pleno, que no ha contado con la presencia de los concejales de Vox y la mayor parte del PP
El Pleno del Ayuntamiento de Burgos ha aprobado hoy la disolución del Instituto Municipal de Cultura y Turismo (IMC) y de la Gerencia de Fomento, hasta ahora organismos autónomos dependientes del Ayuntamiento, que a partir del 1 de enero pasarán a integrarse directamente en la propia estructura del Ayuntamiento.
Con esta modificación, promovida por el equipo de Gobierno (PSOE y Cs), se pretende dotar de mayor «agilidad» y «eficiencia» a ambos organismos, que durante los últimos años han trabajado bajo una fórmula jurídica que, a juicio del bipartito, no ha funcionado. Así lo han subrayado las portavoces del PSOE y de Cs en el debate, Nuria Barrio y Charo Pérez, respectivamente, quienes han insistido en la idoneidad de llevar a cabo el cambio de fórmula jurídica.
De esta forma, tanto el IMC como Fomento pasarán a formar parte de la estructura propia del Ayuntamiento, perdiendo así su autonomía y, además, su personalidad jurídica propia. Los nuevos servicios que suplirán a ambos organismos heredarán todos los derechos y obligaciones de los mismos, y los trabajadores pasarán a formar parte de la plantilla propia del Ayuntamiento mediante la subrogación de sus contratos.
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En este sentido, desde el equipo de Gobierno se insiste en que «después de 20 años de funcionamiento» como organismos autónomos, «se ha demostrado que no se cumplen» los criterios de eficacia y autonomía que en su día auspiciando su creación. «Se trataba de una autonomía artificiosa», y que, lejos de agilizar trámites o mejorar la prestación de servicios, «lo único que tenían era personalidad jurídica propia», ha asegurado Barrio.
Lejos de aceptar esos planteamientos, buena parte de la oposición municipal ha clamado contra la decisión de suprimir ambos organismos, tanto por el fondo como por la forma. Y es que, la votación ha venido precedida de un auténtico sainete político, con triple convocatoria de comisión de Personal, críticas por parte de la oposición y la celebración de un pleno extraordinario.
Sin Vox ni PP
Todo ello ha derivado en una sesión casi kafkiana, en la que ha pasado de todo y a la que los dos concejales de Vox no han acudido. Sí lo han hecho finalmente los corporativos del PP, que, sin embargo, han abandonado el Pleno a las primeras de cambio. De los siete concejales del Grupo Popular, sólo ha permanecido en la sala su portavoz, Carolina Blasco, quien además ha afeado al equipo de Gobierno su actitud.
Y es que, a su juicio, el Ejecutivo local ha promovido este cambio exclusivamente para «tapar su nefasta gestión» en ambos organismos y «crear dos nuevos chiringuitos» que puedan ser «controlados desde la Junta de Gobierno». «No existe justificación» para cambiar la forma jurídica de ambos organismos, ha señalado Blasco al tiempo que insistía en que su grupo, que tras abandonar el Pleno ha criticado la «deriva autoritaria del equipo de Gobierno, no iba a «colaborar» en ello.
También ha sido muy crítico el ya concejal no adscrito Julio Rodríguez-Vigil, que ha advertido que el expediente puede haber caído en una «ilegalidad» al ir contra el criterio expuesto por el Tribunal Supremo en varias sentencias.
Por su parte, la portavoz de Podemos, que minutos antes veía cómo su hasta ahora compañero de grupo, Israel Hernando, se despedía de los corporativos tras presentar días atrás su dimisión, se ha abstenido en la votación.