Las dos jóvenes de Burgos que vacían casas organizando mercados efímeros
Claudia y Roxana han fundado Vaciarte para organizar ventas de objetos en casas. Se adaptan a las propuestas de sus clientes y barajan ampliar su lista de servicios y su actuación a toda la provincia
Poco tiempo después de conocerse, Claudia y Roxana sintieron que tenían que montar «algo juntas». Esa inquietud ha llevado a estas dos jóvenes de Burgos a formar un proyecto piloto de venta de objetos en casas particulares: Vaciarte. Los mercadillos duran entre tres y cuatro días y su objetivo es dejar vacíos los inmuebles.
Claudia Barca (1998) y Roxana Dumitrasoaie (1997) estudiaron el doble grado de Derecho y Administración de Empresas. Sin embargo, por la diferencia de edad, no coincidieron hasta que cursaron un máster en Administración de Empresas (MBA) en la Universidad de Burgos. Allí surgió el germen emprendedor que más tarde se convertiría en Vaciarte, un proyecto con el que organizan mercados efímeros en viviendas.
«Estuvimos viendo ideas de negocio», señala Claudia, al tiempo que explica que la idea de los mercados en casas les gustó por varias razones. Ella tenía conocimientos de mobiliario, a ambas les gustaba el tema de inventariar y vender objetos y, por otra parte, podían compaginar los mercados de Vaciarte con sus trabajos.
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Una vez definida la idea, su primer paso fue viajar a Madrid, donde visitaron alguno de estos mercados y aprendieron cómo funcionaban. Después comenzaron a darse a conocer. Abrieron cuentas en las redes sociales Facebook e Instagram (@vaci.arte), además de crear un canal en WhatsApp para avisar a sus posibles clientes de sus mercados efímeros.
Qué es un mercado efímero
Los mercados efímeros, o 'markets', son ventas que duran poco tiempo y se realizan en casas particulares. Un cliente ofrece su inmueble para intentar vender los objetos o enseres que almacena. A cambio, los organizadores del mercado, como Claudia y Roxana de Vaciarte, cobran una comisión.
Sin embargo, antes de poner un mercadillo en marcha, las burgalesas deben encontrar clientes (o los interesados a ellas) y llegar a un acuerdo. Se han puesto en contacto con inmobiliarias y también con funerarias. Las jóvenes reconocen que, en ocasiones, a los dueños de los inmuebles «les echa un poco para atrás el hecho de que venga la gente a comprar a su casa». En ese caso, tratan de mostrar que el objetivo es «vaciar la casa», por lo que el modo más fácil es ese.
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Tras la negociación, las jóvenes visitan el inmueble, examinan los objetos y ponen precio a todo. Para valorar los objetos, Claudia suele apoyarse en su familia, conocedora de muebles y antigüedades, y de páginas de venta de objetos. Después, preparan el mercadillo para intentar «sacar una rentabilidad».
Hasta el momento, Claudia y Roxana han organizado dos mercados efímeros en casas de Burgos. Vaciarte se estrenó en mayo con una venta en un piso de la calle Santander. Su actividad ha continuado en septiembre, cuando han repetido 'market' en un piso de la calle San Juan de Ortega.
Qué se vende en un mercado efímero
Cuando preparan un mercado efímero, Claudia y Roxana avisan a sus familiares, amigos y conocidos. También publican acerca del evento en sus redes sociales y canal de difusión. Sin embargo, la pregunta (o curiosidad) de muchos potenciales clientes reside en qué se podrán encontrar en los mercadillos.
«Lo que más se vende son objetos pequeños», afirman las jóvenes burgalesas. Hablan de «vajillas, ropa, bolsos, menaje... Todo lo que es más de decoración». Porque, por ejemplo, reconocen que hoy en día es «más complicado» dar salida a muebles grandes que antaño se realizaban a medida y ocupaban paredes enteras.
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Sin embargo, tanto Claudia como Roxana admiten que en Vaciarte se adaptan a «cualquier» objeto o mueble que se les ponga por delante. Recuerdan que lo que más se vende son los portavelas, las lámparas pequeñas, cuadros, muchos libros, bolsos o bisutería. Aunque lo más «raro» que han llegado a vender, por el momento, ha sido un traje de danza del vientre.
Por qué duran tan poco los mercados en casas
Los mercados efímeros de Vaciarte suelen comenzar el viernes por la tarde y terminar el domingo. Son cortos e intensos. Esta duración favorece una concentración de clientes en un corto periodo de tiempo para vender muchos objetos. Además, los domingos por la tarde Claudia y Roxana suelen poner «ofertas» de última hora.
Al ser tan pocos días y objetos determinados, el cliente siente que debe aprovechar la oportunidad, por lo que favorece la venta de productos. Los pagos en estos mercados efímeros de Vaciarte se pueden realizar, por el momento, mediante dinero en efectivo o transferencias bancarias instantáneas.
El proceso de organizar un mercado puede ser algo estresante para Claudia y Roxana, pero ambas se sienten «muy orgullosas» de haber comenzado esta etapa. «También nos lo pasamos muy bien», explican, porque les visitan sus seres queridos y, admiten, «no se siente como un trabajo». Además, en ocasiones ellas también «pican» y compran cosas en los mercados que llevan a cabo.
Abrirse a otras líneas de negocio
Estas dos jóvenes emprendedoras burgalesas han organizado dos mercados efímeros en casas hasta la fecha. Sin embargo, ya han detectado posibles necesidades que tengan sus clientes para implementarlas como nuevas oportunidades de negocio.
Por ejemplo, vaciar las casas completamente. Claudia y Roxana han observado que, no todos los objetos se venden con la misma facilidad. Por tanto, han pensado que, quizás, puedan crear un servicio para llevarse todos los enseres, como ya realizan algunas organizaciones sin ánimo de lucro cobrando por horas (unos 80 euros la hora).
Otra de las necesidades detectadas es el exceso de ropa. Las de Vaciarte expresan que «todas las personas» tienen mucha ropa, por lo que no descartan, en un futuro, abrir mercados efímeros sólo de textil. Tampoco prescinden de la idea de tener su propio local, aunque no han decidido si su uso sería meramente de almacenaje o venta.
Asimismo, las jóvenes de Burgos tampoco desestiman expandir el negocio. «Nos han llamado de Lerma, de Valladolid...», detallan. Tienen claro que en la provincia de Burgos sí ofrecerán los servicios de Vaciarte; sin embargo, en cuanto a la oferta de otras provincias, las emprendedoras aún cavilan cómo quieren llevar a cabo esta expansión territorial de su negocio.
Por el momento, estas ideas están aún en las cabezas de Claudia y Roxana, que por ahora continuarán con sus trabajos, ya que dejarlos no es una opción, al menos ahora. Su próximo proyecto es vaciar un trastero que cuenta con «mucha ropa». Las jóvenes de Burgos van creando, moldeando y adaptando Vaciarte a cada oportunidad que les llega y, con este espíritu, pretenden continuar con estos mercados efímeros que vacían unas casas para llenar otras de objetos que merecen una segunda vida.