FlorBú moviliza 23 millones de euros para duplicar su producción en Burgos
Las obras de la nueva planta de la galletera burgalesa, ubicada en una parcela anexa a sus actuales instalaciones en Villalonquéjar, avanzan a buen ritmo con la vista puesta en comenzar a funcionar en 2026
La estructura de la nueva planta de FlorBú ya está cogiendo forma. Tras varios meses de movimientos de tierra -ha sido necesario acometer un significativo desmonte para ajustar las cotas con el resto de las instalaciones de la empresa-, ya se ha cimentado toda la parcela y ahora mismo se está levantando la estructura de la nueva nave de la galletera burgalesa.
Una instalación con la que FlorBú pretende duplicar a largo plazo su actual capacidad productiva para dar respuesta al paulatino, pero espectacular, incremento de negocio que viene protagonizando en los últimos años.
Un crecimiento que a partir de la pandemia se ha disparado. En 2020, señalan desde la empresa, la facturación anual rondaba los 20 millones de euros. En 2024, ese resultado se elevó hasta los 41 millones gracias al magnífico resultado obtenido en todas las líneas de negocio.

Según apunta Ángel Juan Pérez, director de la empresa, la entrada en el mercado de los grandes distribuidores ha supuesto un impulso, pero también se ha registrado un significativo incremento de actividad en el segmento B2B y en el mercado internacional.
De hecho, FlorBú puede presumir, desde hace un par de meses, de vender ya en los cinco continentes tras abrir una línea de negocio en Australia. Ahora mismo, alrededor del 20% de la facturación total de la empresa está vinculada al mercado exterior, algo casi impensable hace aproximadamente una década, cuando se puso sobre la mesa la necesidad de abrir el melón internacional.
Toda esa conjunción de factores ha hecho que las instalaciones actuales no den más de sí. Y eso a pesar de las sucesivas ampliaciones impulsadas por FlorBú en los últimos años. De hecho, según explica Pérez, a día de hoy no se ha podido 'exprimir' la capacidad productiva de la línea de bañado en chocolate instalada en 2023. ¿Por qué? Porque la fábrica ha alcanzado ya su capacidad máxima de horneado. Básicamente no pueden fabricar tantas galletas como para colmatar la línea de bañado.
Y ese es precisamente el primer gran objetivo que persigue la empresa con la construcción de la nueva planta, denonimada FlorBú-3, donde en un primer momento se instalará una línea de horneado. Una línea que, en todo caso, será sólo la primera. No en vano, la nueva fábrica, presupuestada en 23 de millones de euros, se ha diseñado con una visión «a largo plazo» y cuenta con una superficie y unas instalaciones con capacidad para responder a las nuevas necesidades productivas que vayan surgiendo.
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En este sentido, la puesta en marcha de la nueva planta, ubicada en una parcela anexa a las actuales instalaciones en Villalonquéjar adquirida días antes del inicio del confinamiento por la pandemia en 2020, supondrá la creación de alrededor de una veintena de puestos de trabajo, que se sumarán a los aproximadamente 170 con los que cuenta actualmente la empresa en Burgos.
De momento, en todo caso, los trabajos de construcción avanzan con paso firme. «Ahora va todo muy rápido» y día a día se ven avances significativos, apunta Pérez. A partir de ahí, la idea pasa por comenzar a recibir y montar la maquinaria a partir del mes de julio y comenzar con las pruebas de producción en el último trimestre de este año con la vista puesta en trabajar con normalidad ya a principios de 2026.
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