Geisa Fabrics acusa a UGT de generar un conflicto laboral y afirma que hubo dos amenazas de muerte

Geisa Fabrics y el comité de empresa salen al paso de las acusaciones vertidas este lunes por UGT Fica, que aseveraba que el despido del presidente del comité (y delegado de UGT) se debía a una maniobra de «persecución sindical». Desde el sindicato comunicaban también la convocatoria de seis jornadas de huelga, que podrían acabar en huelga indefinida a partir del 9 de diciembre, ante lo que consideran un «atropello» que habría buscado eliminar una «voz crítica» en el seno de la empresa.

Sin embargo, Geisa Fabrics y el comité de empresa afirman que la denuncia de FICA UGT no es verdad y piden al sindicato que recapacite y no genere conflictos laborales. En un comunicado conjunto, se indica que el despido del presidente del comité, Jesús Carlos González, se produjo como consecuencia de un hecho individual protagonizado por dos trabajadores, ambos miembros del comité.

El trabajador despedido amenzó de muerte con un arma blanca en dos ocasiones al compañero, que denunció los hechos ante la policía, explican. La empresa abrió una investigación, con la ayuda del propio comité, que dio como resultado cuatro informes y el despido del presidente del comité de empresa. «Un hecho individual ocasionado por una persona irresponsable no es motivo para intentar, desde fuera del ámbito laboral de la empresa, provocar un conflicto colectivo dentro», insisten.

Por ese motivo, piden a FICA UGT que recapacite y el comité de empresa ha solicitado una votación para que los trabajadores valoren la convocatoria de huelga, respetando la decisión mayoritaria.

Desde FICA UGT se aseveraba ayer que el despido respondía a un acto de persecución sindical. Reconocía que había habido una «agria discusión» entre el presiente del comité y uno de sus compañeros, con increpaciones, insultos y amenazas por parte de este último, que el despedido «repelió en un tono similar». A juicio del sindicato, la empresa ha aprovechado la circunstancia de que su delegado, que estaba acabando el bocadillo, llevase en la mano un tenedor y un pequeño útil de fabricación casera para pelar la fruta. Y, bajo una acusación de amenaza con arma blanca, le ha despedido para «quitar de en medio a la única persona que discrepaba abiertamente».