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Puente de San Pablo. Adrián Miguel
Callejeando por Burgos

El puente de Burgos que resume la vida del Cid en piedra

El puente de San Pablo recoge en ocho estatuas la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, realizadas por Joaquín Lucarini en 1953

Miércoles, 23 de julio 2025, 07:09

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El capítulo de esta semana viene a cuento de la celebración del 70 aniversario de la colocación de la estatua de Rodrigo Díaz de Vivar en el pedestal, obra de Fernando Chueca Goitia, en la plaza de Mío Cid.

Unos años antes, en 1953, el artista alavés Joaquín Lucarini gana el concurso para la erección de ocho estatuas de tema cidiano» que se colocaron en el puente de San Pablo. Es un escenario perfecto con Jimena y sus hijas, representadas como dos palomas; San Sisebuto, abad de San Pedro de Cardeña; Aben Galbón, señor musulmán de Molina de Aragón y aliado del Cid; el obispo de Valencia, el cluniacense Jerónimo de Perigord; Diego, el hijo del cid, que moriría prematuramente en 1097 durante la batalla de Consuegra; el burgalés Martín Antolínez; Martín Muñoz, conde de Coimbra; y, por supuesto, su pariente y fiel lugarteniente, al menos en el Cantar, Álvar Fáñez.

Al final del puente, en la farola de la derecha, el viajero curioso advertirá la silueta de un pájaro: una corneja, personaje que aparece en los primeros versos del Cantar como símbolo de buen augurio para el viajero que se encamina a Valencia.

El puente ya existía desde hace siglos para salvar el paso del río, frente al antiguo convento paulino en el que se redactaron en el siglo XVI, Las Leyes de Burgos, la primera declaración de los derechos de ser humano, para erradicar las barbaridades que los conquistadores realizaban en las tierras de ultramar recién descubiertas.

Al puente de San Pablo se accede desde la calle del mismo nombre, desde la calle Valladolid y paseo Sierra de Atapuerca, desde la Plaza de Mío Cid y desde el Espolón. Tiene salida por avenida del Arlanzón.

Durante décadas, el puente y la plaza de Mío Cid estuvo adoquinada. Sin embargo, en aras a una cuestionable seguridad, se asfaltaron en este siglo XXI haciendo perder un encanto especial a este trozo de ciudad.

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